Imagen del Convento de la Trinidad, en Málaga.

Imagen del Convento de la Trinidad, en Málaga.

Málaga

El abandono del Convento de la Trinidad de Málaga se perpetúa: la Junta pretende impulsar la obra a mediados de 2026

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La promesa sobrevuela el histórico Convento de la Trinidad desde hace casi 20 años. Dos décadas en las que se acumulan numerosos compromisos por parte de la Junta de Andalucía para recuperar una construcción que data del siglo XV y que fue levantada por los trinitarios, piedra a piedra, en la colina donde las tropas de los Reyes Católicos acometieron la conquista de la Málaga musulmana.

La última intentona data de mediados de 2022, cuando la Administración regional abrió la puerta a convertir el inmueble en un centro cultural polivalente, capaz de acoger desde exposiciones hasta espectáculos de danza.

Más de dos años después de ese hito, la intervención sigue varada, esperando el momento de salir del cajón de los proyectos olvidados. Y puede que ese momento esté cerca. Al menos ese es el propósito del Gobierno andaluz, que ha reservado en sus presupuestos de 2025 poco menos de 400.000 euros para avanzar en la tarea técnica.

De manera literal, las cuentas recogen el propósito de continuar con la ejecución del contrato de servicios para la redacción del proyecto para la rehabilitación del antiguo Convento de la Trinidad como centro cultural, archivo provincial intermedio y sede administrativa. Para constatar la importancia del inmueble sirva recordar que fue catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1985.

Una labor en la que se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad, tanto en la elección de materiales y productos, como en la introducción de buenas prácticas medioambientales para su ejecución, así como la utilización de sistemas eficientes energéticamente y de energías renovables.

En el seno de la Consejería de Cultura se confirma este extremo y se apunta la idea de licitar las obras a finales de 2025. Con este calendario, cobra fuerza la posibilidad de que los trabajos sobre el edificio se iniciaran a mediados de 2026, con un plazo de 30 meses. Es decir, de cumolirse este plan, el convento estaría remozado a finales de 2028 o principios de 2029.

Imagen de la excavación del enterramiento en el interior del Convento de la Trinidad.

Imagen de la excavación del enterramiento en el interior del Convento de la Trinidad.

Cinco nodos

Conforme a la hoja de ruta trazada por la Administración regional, la idea es el Convento de la Trinidad disponga de hasta cinco nodos diferenciados por usos: logísticos; archivo provincial intermedio; centro cultural polivale, ocupando los espacios "más característicos y representativos del edificio como el claustro y la nave de la iglesia"; sede administrativa, con la implantación de instituciones relacionadas con la Cultura, el fomento y dinamización del sector, y espacios exteriores de carácter público. 

  • Centro cultural polivalente (1.465 metros cuadrados): Es el gran nodo de todo el conjunto. Si no por su superficie, sí por su uso. Contará con una sala de exposiciones temporales, de 300 metros. Se maneja la posibilidad de que este uso quede integrado en el claustro, lo que abre la opción a ampliar la superficie a hasta 575 metros. 

    A esta primera zona se suman varios espacios polivalentes para la celebración de grandes eventos. Uno de ellos, con 500 metros, en la iglesia. Se propone que esta sala se proyecte como "un espacio versátil, capaz de albergar eventos de diversa naturaleza (exposiciones, espectáculos de danza, conciertos, representaciones teatrales…)". El segundo espacio polivalente estaría en el patio claustro, con 565 metros. En este nodo, se emplaza una sala de prensa y camerinos.

  • Archivo provincial intermedio (3.620 metros cuadrados): El edificio deberá disponer del sistema de tratamiento de los documentos, de gestión administrativa y de servicios para la ciudadanía. Por seguridad, contará con tres accesos independientes. 

    El área de tratamiento documental estará restringida al personal del archivo. Es la zona donde se manipulan los documentos, con un punto de recepción y limpieza y otro de trabajos más específicos. En el plan funcional se habla también de una sala de clasificación y depósito provisional, de una sala de desinsectación y fumigación, de un taller de restauración…

    Dentro de este nodo, de los 3.620 metros previstos, 2.600 se reservan para 12 depósitos documentales de 200 metros cada uno para materiales convencionales y otro de 200 metros materiales especiales. Se prevén una sala de consulta de 160 metros, con 35 puestos de lectura, y otra de referencias de 55 metros.

  • Usos logísticos (1.600 metros cuadrados): Los mismos incluyen los espacios comunes de acceso a las instalaciones, entre ellos uno con unos 150 metros relacionado con los eventos culturales que se celebren en el edificio. Habrá un vestíbulo general, con otros 150 metros cuadrados, desde el que será posible localizar fácilmente el núcleo de comunicación vertical, debiendo disponerse un punto de Información General, así como un panel de directorio del edificio. También se dispone un registro general, con unos 75 metros; aseos para el público, que dispondrán de sala de lactancia.

    Asimismo, entre otras dependencias, se contempla una sala de conductores, destinada a su descanso y estancia, y un local sindical. La propuesta reclama también 80 metros de garaje para estacionamiento de vehículos oficiales o visitas institucionales; un aparcamiento de 650 metros para el personal.