Jacob, un niño británico, estaba pasando unas divertidas vacaciones con su familia en Benalmádena, pero en mitad de ellas se llevó un susto enorme: quedó atrapado en una de las atracciones de Puerto Marina. Afortunadamente, pudo salir ileso gracias a la labor de los bomberos de Benalmádena.

Al parecer, según han detallado desde el Ayuntamiento, el pequeño metió el pie en el carril que guía la atracción, que simula unos cochecitos en una carretera, quedando atrapado uno de sus tobillos en este hueco sin posibilidad de sacarlo.

Pese a los momentos de angustia, los efectivos de bomberos de la localidad, con paciencia y maña, lograron mover poco a poco el pie del menor utilizando un producto deslizante, hasta unos seis metros, pudiendo así sacarlo por una trampilla.

Al final, los bomberos de Benalmádena inclusos se hicieron una fotografía con Jacob por su saber estar y su valentía. Jacob vio alterada su diversión por un momento y los bomberos, según han escrito en su perfil de Facebook, se llevaron un nuevo amigo a casa.

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