Fran Perea (Málaga, 1978) es un icono para toda una generación. Desde sus inicios y la popularidad que le trajo la serie de Los Serrano, Perea ha tocado todos los palos. La música, la dirección, el teatro, la composición y, por supuesto, la interpretación.
En los próximos días se marcha a rodar la segunda temporada de Kosta y, a finales de septiembre, concretamente el próximo día 26 de septiembre, actuará en el Teatro Cervantes de la capital y puedes comprar aún las entradas aquí.
¿Qué tal llevas la pandemia?
Estoy muy harto como todos. Cansado, con ganas de que termine y de que todo vaya volviendo a la normalidad. El sector de la cultura está muy afectado por este asunto, hay otros tantos que también lo están, no quiero que se nos vea como víctimas, pero es verdad que necesitamos volver a retomar la actividad con normalidad cuanto antes. Mientras tanto, mandando energía y solidaridad a la gente que peor lo está pasando, tratando de echar un cable a la gente que lo necesita y poco más.
¿Cómo se vivió la pandemia desde Luchana? Porque tú la has vivido desde los dos lados, desde el mundo de la música y la interpretación como desde el mundo empresarial...
Ha sido un año muy duro. Desde que abrimos no ha sido fácil. Salimos de una crisis y cuando estábamos recuperándonos ha llegado la pandemia. Ha sido un año muy complicado, pero bueno, con las ayudas que se han dado al sector cultural hemos podido aguantyar el tirón y ahora estamos trabajando con las salas prácticamente llenas. En el Galileo también estamos peleando...
En Luchana vais a tener hasta noviembre a otro malagueño, a Canco Rodríguez...
Así es, por fin. Hemos sido compañeros desde muy jóvenes, estudiamos en La Sala juntos. Hacíamos teatro juntos de chavales... Me hace ilusión de que se venga a Luchana, insistí mucho y, al final, lo he conseguido.
¿En qué estás ahora mismo?¿Tienes planeados algunos conciertos que están a la vuelta de la esquina no?
He ido encajando mil cosas, las giras de música con otras cosas. Para sacar hacia delante la gira de mi último EP, Canciones para salvarme, en su momento nos volvimos locos. Al final pudimos hacerla en mayo y junio y, aahora estamos haciendo algunas fechas haciendo un show por Galicia con un tipo espectacular llamado Pablo Piñeiro. Le hemos llamado Lo que te coantaron del amor.
Asimismo en unos días me voy a Finlandia a grabar la segunda temporada de Kosta, de Paradise, y luego vuelvo, en este caso a Málaga, porque toco el 26 de septiembre en el Teatro Cervantes. Luego el 3 de octubre en Madrid... En definitiva, compaginando la música con la interpretación. En esas estamos.
El 26 de septiembre pasas por Málaga…Y no en cualquier sitio, en el templo, en el Cervantes. ¿Cómo lo acoges?
Pues con mucha ilusión. Básicamente porque nunca he dado un concierto allí. Va a ser mi primer concierto solo allí. He ido a cantar puntualmente, he cantado en el Festival de Cine de Málaga alguna vez, pero concierto ninguno, así que es un momento importante de mi carrera y tengo muchísimas ganas.
Fuiste Prometeo en el teatro y ahora estabas en el cartel de Todos con Proteo, que se ha pospuesto. Todo lo que sea ayudar a la cultura malagueña siempre que esté en tu mano, lo harás...
Sí (Risas), fui Prometeo. Qué casualidad, pero es verdad. Aquel día de mayo viví con horror las imágenes del incendio porque aparte de que sea un buque insignia de la cultura en Málaga, es la librería donde de pequeño mi familia me traía a comprar libros, con lo cual tengo un vínculo muy fuerte con esta librería.
Desde el principio les mostré mi apoyo y, de hecho, surgió la posibilidad de echarle un cable en la gala y no lo dudé. En un principio iba a ser el 28 de julio y, al final es ahora a mediados de septiembre. Si coincide en que estoy aquí esa semana porque es cuando toco, intentaré estar con ellos, por supuesto.
¿En qué faceta te sientes a día de hoy más cómodo? ¿En el cine, en la música, en la escritura o en el mundo del emprendimiento?
¡En todas! Me es imposible elegir, siempre lo digo. No me gusta entender esta profesión por partes, es algo más complejo. Es todo. Hay gente que lo tiene clarísimo, se dedican al mundo de la interpretación y, aunque canten, saben que son cien por cien actores o actrices. Sin embargo, a mí eso no me pasa. A mí me gusta ser actor, pero también me gusta dirigir, producir, componer, cantar y, sobre todo, cambiar. Creo que cuando me paso mucho tiempo haciendo lo mismo pierdo creatividad.
Hablemos de tu infancia. ¿Cómo eras de niño?
Cuando era niño era bastante liante. Era muy inquieto, no sé si hiperactivo, probablemente si hubiera sido en esta época me hubieran diagnosticado así. Era muy buen estudiante, con lo que había ahí una dicotomía. Me portaba un poquito regular, pero aprobaba. Por ello, los profesores y mis padres me regañaban pero a medias.
¿En qué momento decides elegir este camino?¿Era lo que siempre soñaste?
Pues siendo un chaval, con unos quince años. Mis padres por suerte nos llevaban mucho al teatro y a eventos musicales, con lo que siempre recuerdo tener ganas de formar parte de la magia que se formaba en los escenarios.
Siempre me gustó y, eso unido a una casualidad maravillosa, que era tener a una vecina profesora en la Escuela de Arte Dramático, hizo que yo me acabara dedicando a esto.
¿Cómo viviste el paso de salir de Málaga hacia la capital?
No me costó salir de casa, porque salí con mucha ilusión y muchas ganas de comerme el mundo. Pero me impactó mucho llegar a Madrid, era raro no saber a qué puerta llamar, había mucha gente de otras generaciones que te iba aconsejando, pero era complicadillo.
Yo me siento muy afortunado, porque al año de llegar ya tenía trabajo en una serie, pero al final echas de menos a tu familia, al mar...
Hace 13 años que acabó Los Serrano. ¿Si hubiera un spin off aceptarías?¿O acabaste muy quemado al marcharte?
Yo estaría encantado. Muchas veces mi cabeza se dispara y pienso en el formato. Creo que molaría hacer algo similar al de Friends. Soñar es gratis, así que como al final Los Serrano era todo un sueño, pues soñemos.
¿Eres partidario de las redes? Veo que las usas bastante pero solo dentro del ámbito profesional.
Sí, las uso para temas de trabajo y no suelo dar mi opinión en redes sociales. Pocas veces lo hago. Cuando la doy es porque está ligada al sector cultural. Me parece que hay demasiadas opiniones, creo que sobran opiniones y faltan argumentos en nuestras redes sociales. Creo que no todo el mundo está preparado para saber mi opinion ni quizás yo sea capaz de escuchar y entender la opinión de otra. Yo le doy mi opinión a la gente que me quiere y que sé que va a darle valor a esa opinión.