La cultura ha estado 18 meses expuesta a los vaivenes de la pandemia y ha sido uno de los sectores más castigados durante la crisis sanitaria desde su inicio. La actividad se paralizó desde marzo hasta septiembre de 2020 dejando a muchas personas en paro y sin ingresos. Las artes en vivo vieron reducido su volumen de trabajo y su facturación en España a sólo un 10% de los registros del 2019.
Tras el confinamiento, los espacios culturales vieron reducidos sus aforos de forma dramática debido a la alta tasa de incidencia mientras se llenaban terrazas y aviones. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, anunció el martes un cambio drástico en los aforos de los cines, teatros y auditorios de la comunidad autónoma. Podían llegar al 100% en el nivel 1 de alerta sanitaria.
Así, la cultura en Málaga retoma el pulso poco a poco al tener sus cines, teatros y auditorios con aforos prepandemia. Noelia Losada, concejala de Cultura del Ayuntamiento, está "muy feliz" con la noticia. "Es una pena que hayamos tenido que cancelar tantas actuaciones del Teatro Cervantes o la Temporada Lírica", reconoce la concejala, que admite que el daño que ha hecho la pandemia al sector y a las arcas públicas ha sido "tremendo".
"Había mucho público que se quedaba sin entrada con los cambios de aforo. Se trata de gente que está esperando todo el año a que llegue su espectáculo favorito", recuerda. El Teatro Cervantes ha recuperado el 100% del aforo en su auditorio desde el fin de semana. Lo que se traduce en 1.000 localidades disponibles, de las 1.137 que tiene, para que se pueda permitir cierto distancimiento.
El Teatro Echegaray permitirá la entrada a 297 personas, es decir, pone a la venta todas sus tickets disponibles. Así, más público podrá disfrutar de Los Ignífugos de Ruth Rubio. Natalia Cobos, Virginia Nölting, Javier Cereto y Eskarnia protagonizan esta obra de Factoría Echegaray que habla de abandonar el nido, del deseo y sus fronteras.
La concejala de Cultura reconoce que siempre se ha quejado porque "la cultura es segura". "Controlas la temperatura al entrar (en los teatros municipales se ha medido la temperatura a todo el mundo), y que la gente esté con mascarilla y en su asiento. El riesgo era prácticamente inexistente", defiende Losada en una conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
Ni un brote
La única concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento se ha quejado cuando aplicaban aforos injustos, que eran al final "café para todos". "Cuando estos no podía superar los 200 debíamos estar sujetos a ese aforo idéntico en el Cervantes y el Echegaray", reprocha. También recuerda que "no ha habido ni un solo brote asociado a la cultura" en España.
Durante estos meses, el Consistorio ha controlado el aforo y ha permitido el complimiento del distanciamiento social en teatros y espacios culturales municipales. Como ejemplo pone los conciertos en el Castillo de Gibralfaro sentados; o el ciclo Moraga Sound pensado para bandas locales. "Como era un entorno al aire libre se ha podido potenciar la utilización del espacio", destaca. Mientras que en el auditorio Manuel Ocón han podido hacer actividades las cuales podían controlar el aforo.
La concejala también habla del concierto a beneficio de la librería Proteo, celebrado la semana pasado, donde se hicieron 70 test de antígenos a todos los músicos. Una de las bandas no tocó porque había dado positivo y gracias al control que habían exigido no pasa nada.
Según Losada, "de las crisis surgen nuevas oportunidades". "Hemos redistribuido los recursos. Como no se podía hacer la Noche en Blanco hemos creado los premios a la creación artística: 70.000 euros distribuidos en 14 proyectos", explica. Iniciativas como el Moraga Sound, la premios a la creación y las Noches en Gibralfaro, afirma, "han venido para quedarse" y ya se plantean próximas ediciones.
"No me quiero olvidar de hacer una mención a los promotores privados, que lo han pasado muy mal y han seguido arriesgo su patrimonio y apostando por hacer cultura", destaca la concejala, que menciona ejemplos como las jornadas de cultura sonora Salvia, que se celebraron en octubre del año pasado en el Jardin Botánico de La Concepción.
Luis Artacho, responsable de programación del Cine Albéniz, ha recibido con "mucho entusiasmo" las nuevas medidas. "Es de justicia. Igual que en otras áreas ya estaba ocurriendo, como los transportes, o veíamos mucha más flexibilidad en otros espacios, la cultura había respondido muy bien en toda España en cuanto a las medidas de seguridad", incide.
El gestor cultural cree que "han sido muy duros la cultura". "Nos merecíamos mandar un mensaje de tranquilidad a los espectadores y poder trabajar con cierta normalidad", reconoce Artacho sobre todo por "la demanda que ya empieza a haber; se nota un poquito más de alegría en el público".
La programación desde el viernes ya cuenta con el 100% aforo. Lo que significa que la sala 1 del Albéniz volverá a tener disponibles 300 butacas mientras que la sala 2 y 3 podrán albergar 150 espectadores cada una; y la sala 4 llegará a los 55 usuarios.
"Hay mucha diferencia hace seis meses a ahora. Aunque según últimos datos podías estar entre el 70% y el 80% de aforo dependiendo del nivel de alerta sanitaria. No era aplicable proque te pedían unas butacas de seperación. En el mejor de los casos hemos estado al 50%. Nunca hemos pasado de ahí. El salto ahora es grande", subraya.
Artacho admite que no han parado de hacer cosas como los ciclos de verano dedicados a David Lynch, John Ford, Ernst Lubitsch y Berlanga. "Muchas veces había restricciones por temas de viaje y no podia venir gente. Vamos a empezar a hacer encuentros al final de este mes", adelanta.
Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, dice estar "muy ilusionada" ante la nueva etapa. La pinacoteca superó en agosto las cifras de visitantes que hizo en ese mismo periodo de 2019. "Vamos bastante bien y tenemos muchísimos proyectos por llevar a cabo", cuenta Moreno, que ve conveniente señalar que "el equipo no parado de trabajar en ningún momento".
"A lo mejor vivimos un periodo de mayor dificultad, pero creo que si se va a retomar la normalidad que teníamos", se sincera la directora artística del Thyssen, que recuerda que han pasado por muchas etapas. En una de ellas el auditorio del museo con capacidad para 90 personas sólo podía acoger 20 visitantes.
El aforo en cada sala de la pinacoteca está al 75% (es decir unos 49 usuarios); no está todavía al completo. El aforo total del museo asciende a 469 personas en total. Mientras que en el patio se podrá llegar al 100% pero dejando distancia de seguridad para que quepan 60 visitantes. El número máximo de personas en el auditorio no podrá superará las 80 personas.
"A veces hemos visto que había medidas que no eran muy sensatas comparadas con otras y decíamos: "Aquí algo falla". ¿Por qué en un sitio se puede y en otro no? A la cultura se le ha castigado mucho. Hemos visto medidas incluso a veces contradictorias dependiendo de para que o que finalidad tenían", reprocha Moreno, que afirma que ellos han cumplido todas las medidas de seguridad exigidas por las autoridades sanitarias. Ahora, van a intentar recuperar su público y que ellos puedan estar en sus inslalaciones con normalidad.
Salva Reina, dueño de la Cochera Cabaret, recibe la noticia con ilusión y mucha precaución. "Ya tenemos todo organizado para vender las entradas online. Es doble trabajo pero estamos esperando que la gente no lo coja con miedo", reconoce el actor, que piensa que "si las autoridades competentes ya han considerado que se puede estar al 100 por 100 en los espacios cerrados, será porque se puede".
El sector cultural ya llevana tiempo pidiendo estos cambios en el aforo viendo que "los medios de transporte estaban llenos". "Es el momento de dar el paso", asegura el gestor cultural, que "no ve normal que vinieran 300 turistas en un avión súper juntos y con una distancia de separación mínima; y que luego no pudieran asistir a una sala de teatro o a un evento cultural". "Tres horas en un avion encerrados pero no 80 minutos en un espacio con medidas sanitarias", critica. Ahora, por fin, el sector da un paso al frente para volver a recuperar poco a poco la normalidad.