El Museo Picasso de Málaga soplará las velas de su 18 cumpleaños este miércoles. El espacio cultural, ubicado en el número 8 de la calle San Agustín, lo celebrará abriendo gratis al público. Los visitantes podrán disfrutar de la nueva y ambiciosa exposición temporal, El París de Brassaï. Fotos de la ciudad que amó Picasso, donde se exhiben 200 instantáneas de la ciudad de la luz en los años 30.
En el interior del fabuloso Palacio de Buenavista, los interesados podrán recorrer las distintas salas donde, bajo el título Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023, se muestran ahora mismo más de un centenar de obras (120) entre las que destacan el cuadro del pintor titulado Susana y los ancianos (1955), así como un gran tapiz realizado por Jacqueline Dürrbach a partir de Las señoritas de Aviñón.
La pinacoteca malagueña expone, además, dos obras prestadas por dos grandes museos, hasta principios 2022. Se trata de Copa, periódico y dado, un lienzo que Picasso realizó en 1914 de la colección del Musée national Picasso-Paris; y de un cuadro realizado por el artista en 1945, Bodegón con cráneo, puerros y jarra, de la colección del Fine Arts Museum of San Francisco.
El público podrá admirar las cerámicas ubicadas en la sala XII, en la que se quiere dar protagonismo a esta técnica ancestral que Picasso hizo plenamente suya. El artista supo darle una auténtica vuelta a la que ha sido considerada erróneamente un arte menor. La llegada del malagueño a este mundo fue totalmente casual. Sin embargo, una vez que estuvo en contacto con ella, se convertiría en una obsesión llegando a realizar más de 600 piezas.
El aniversario será también una buena ocasión para recorrer la arquitectura del Palacio de Buenavista y contemplar en el patio interior el Tórculo Crommelynck, en el que se estamparon cerca de mil obras del genio malagueño.
Los visitantes podrán aprovechar la jornada gratuita para disfrutar de la muestra temporal, prevista hasta el 3 de abril de 2022, donde se muestra la obra de uno de los más reconocidos fotógrafos europeos de la primera mitad del siglo XX, quién con su trabajo contribuyó a elaborar la imagen universal del París eterno. La exposición también explora la estrecha relación de amistad entre Picasso y él.
Henry Miller definió a Gyula Halász Brassaï como "el ojo insaciable". "No tiene necesidad de distorsionar. Ve el mundo exactamente como es y pocos hombres lo ven, porque rara vez nos encontramos con un ser humano dotado de vista normal. Explora con el mismo interés una grieta en un muro y el panorama de una ciudad", destaca el escritor norteamericano en El ojo de París, un ensayo dedicado al fotógrafo húngaro.
El autor de El coloso de Marusi afirma en el libro, publicado en 1937, que "no hay fase de la vida cosmopolita que haya escapado a sus ojos". Sus álbumes en blanco y negro, sostiene, "constituyen una vasta enciclopedia de la arquitectura urbana, del crecimiento, historia y orígenes" de la ciudad de la luz.
El fotógrafo supo como nadie retratar la "imagen universal" del París eterno, que va desde la ciudad a orillas del río Sena de noche a sus personajes únicos en cada esquina (intelectuales de la época en cafés, trabajadores en la calle y personas de mala vida en cabarés y lupanares).
El público podrá ver más de 300 obras entre fotografías, dibujos y esculturas de los archivos de la familia Brassaï (Esteta Brassaï Succession) junto a trabajos de Pierre Bonnard, Georges Braque, Lucien Clerge, Fernand Léger, Dora Maar y Henri Michaux. Sin olvidar la cuidada selección de obras de Picasso, fotografiada por Brassaï a lo largo de cuatro décadas.