Álex Ubago (Vitoria, 1981) cumple 20 años de carrera musical y, por ello, ha preparado un disco muy especial donde interpretará junto a otros artistas y amigos del mundo de la música sus canciones más clásicas. De hecho, en una de ellas, se colará hasta su propia madre, a la que siempre le ha gustado mucho cantar.
Amante de pasar el tiempo en familia, con sus dos hijos y su mujer, se encuentra inmerso en la promoción de su próximo disco, como decíamos, y de su último sencillo, 'A gritos de esperanza', que canta junto a Jesús Navarro de Reik. En su paso por Andalucía, atiende a EL ESPAÑOL de Málaga.
¿Cómo se siente uno al decir que cumple veinte años de carrera musical? ¿Da vértigo mirar hacia atrás?
La verdad es que un poco sí. Creo que te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo cuando lo ves a toro pasado. Las sensaciones son buenísimas, estoy muy contento y agradecido con el público y todo lo que me han dado estos años.
Es un año importante, de celebración, de rescatar muchos recuerdos y momentos bonitos y vivencias que he podido vivir en estos veinte años, que han sido años maravillosos que ni en mis mejores sueños podría haber imaginado.
Si tuvieras delante a aquel Álex jovencito que comenzaba a hacerse hueco en el mercado, a comienzos de los 2000. ¿Qué le dirías?
Buena pregunta. Mirando hacia atrás creo que le diría que disfrute al máximo. Reconozco que lo he hecho, y mucho. He exprimido cada segundo de estos 20 años. A veces nos perdemos vivir las cosas al 100% pensando en lo que vendrá, o en otras preocupaciones que en realidad no son para tanto, del futuro o del pasado. Por ello, le diría que disfrutara especialmente el momento, el ahora, porque cada minuto que pasa, no vuelve. Solo en forma de recuerdo.
Yo creo que tampoco le diría mucho más, le dejaría ser y fluir. Incluso los errores, que probablemente hayan sido muchos, también son parte del crecimiento, del aprendizaje y de la vida. Me dejaría a mí mismo volver a cometerlos.
Vamos, que no te arrepientes de haber hecho nada. Siempre se aprende hasta del error, ¿no?
Sin duda. No creo que me arrepienta de nada. Solo en el caso de que en alguna vez haya tomado una decisión que haya hecho daño a alguien. Igual en ese caso sí que rectificaría.
Respecto al año que viene, presentas un disco con tus clásicos mediante duetos con amigos del mundo de la música y con tu mismísima madre. ¿Cómo surge esta unión musical tan especial?
Son muchos los invitados que hay en el álbum. Dieciocho en concreto, que vienen también con sus respectivos dieciocho invitados. Los únicos a los que he desvelado son a Jesús Navarro de Reik y a mi madre.
La colaboración número 18 es con ella. Para mí, sinceramente, es la más especial. Desde jovencita tuvo ese sueño de dedicarse a la música, canta muy bien y casi llegó a alcanzar ese sueño. Por circunstancias de la vida, eran otros tiempos y le cortaron las alas. Lo bonito es que ese sueño frustrado luego lo vio cumplido en mí. Siempre he compartido con ella esa pasión por la música, porque en las reuniones familiares nunca han faltado los cantes. La pasión que yo tengo por la música en realidad es por ella y al final esto es una cuenta pendiente que tenía desde hace mucho tiempo, grabar algo con ella en un disco. Por fin lo hemos hecho realidad.
El resto son otros artistas, hombres y mujeres, de España y de Latinoamérica. Hay una gran variedad y es curioso, pero muchos de ellos han elegido lo que quieren cantar. Algunos lo tenían clarísimo. (Risas)
¿Te la vas a llevar a algún concierto de la gira?
¿Quién sabe? Eso habrá que verlo. Para ella ha sido una experiencia muy especial. Ella durante muchos años cantó de manera amateur. Desde hace un tiempo tenía el tema algo abandonado y volver, ahora, con 72 años, supuso un gran esfuerzo grabar. Creo que ha sido la primera vez que he mandado yo sobre ella dentro del estudio.
De gira yo creo que es impensable, pero en algún concierto tengo que replanteármelo. Podríamos crear un momento muy bonito y emotivo.
Serán 18 los temas que estén en el disco. ¿Ha sido difícil seleccionarlos entre todos los que has sacado a lo largo de estos años?
Pues no te creas. Había doce o treces canciones que tenían que estar obligatoriamente porque han sido los sencillos más trascendentes de mi carrera y que más han llegado a la gente. Una vez elegidas, ha habido cuatro o cinco canciones más en las que tuve algo de duda.
Acabé decidiéndome por canciones que tenían un significado especial para mí a nivel personal. Por otro lado, decidí algunas escuchando a mi público. Viendo cuáles son las que más escuchan y sus favoritas. Gracias a las plataformas digitales podemos ver ese tipo de datos que nos facilitan este proceso.
Paco Salazar, productor del álbum, también me ayudó mucho para ver en cuáles podríamos sacar más en cuanto a la producción. Otro factor, como decía antes, es el de los invitados, ya que muchos tenían clarísimo cuáles querían cantar.
El sencillo con Reik es a gritos de esperanza. Resulta curioso el título en los tiempos en los que estamos después de los dos últimos años que hemos pasado. ¿Cómo los has vivido tú?
La pandemia nos ha afectado a todos en mayor o menor medida, pero a nuestro sector le ha hecho muchísimo daño. Especialmente a la música en directo, porque han sido dos años en los que no hemos podido hacer prácticamente conciertos.
Hemos hecho cosas puntuales, otras por streaming y redes sociales... Han sido años complicados donde creo que nos hemos visto obligados a poner el enfoque sobre otras cosas como la composición y la parte más creativa mirando más hacia dentro.
En cuanto a salud, he pasado bien la pandemia y no he sufrido ninguna pérdida en mi entorno familiar, lo cual es muy importante. He intentado ver el lado positivo, pasar más tiempo con mis hijos, mi mujer, viviendo el momento, como decía antes, ya que al final esta procesión te hace estar mucho tiempo fuera de casa. Y, por otro lado, durante 2021, inmerso totalmente en este disco que queremos que salga durante la primavera de 2022.
Dentro de todo lo bonito que has vivido también has tenido, como todos los artistas, algunos 'haters' que te acusaban de ser "un triste". Hace tiempo dijiste en una entrevista que a todos ellos les invitarías a ir de cañas contigo para que te conocieran. ¿El mundo de la música a veces es precioso, pero otras muy cruel?
Yo me lo intento tomar con mucho sentido del humor, francamente. Además, depende mucho del tono con el que te lo digan. Evidentemente, no puedo negar que mis canciones son melancólicas. Me gusta más usar esta palabra que triste. Así, creo que se crea un prejuicio hacia mi persona, cuando no soy para nada así.
La gente se cree que soy una persona apocada o introvertida. Quizás sí he sido algo más tímido al principio de mi carrera, lo que potenciaba esa imagen, pero la realidad es otra. Siempre hay gente a la que no eres santo de su devoción, pero hay que estar preparado para ello y quedarte con todo el cariño que te dan tus seguidores.
Lo que tengo que dejar claro es que yo no reniego ni renegaré nunca de mis canciones porque estoy orgulloso de mi trabajo.
Después de 20 años de carrera, ¿Qué sueño o que meta le queda por cumplir?
Quedan muchas por cumplir, pero yo soy de ampararme al refrán 'Virgencita, déjame como estoy'. Me conformo con seguir viviendo de la música, que sea mi medio de vida, tocar canciones y compartir momentos con personas de todo el mundo por seguir viajando de un lado para otro. Crecer, disfrutar de mi familia y amigos, tener salud y ya está. Que el destino me lleve al lugar donde me tenga que llevar.