José María Souvirón, el escritor malagueño que anticipó la monarquía en España hace 50 años
El Centro Cultural Generación del 27 publica el cuarto volumen de su diario inédito donde prevé la implantación de este modelo tras la muerte de Franco y habla de su relación amorosa con la viuda de Leopoldo Panero.
23 noviembre, 2021 05:00Noticias relacionadas
José María Souvirón fue coetáneo y amigo de malagueños del 27 como Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y José María Hinojosa. Su producción poética también lo enmarca dentro de esta generación formada por mentes brillantes. El novelista participó activamente en la aparición de la revista Ambos, precedente de Litoral, y ganó el Premio Nacional de Literatura en 1967 por su ensayo El príncipe de este siglo.
Sin embargo, el autor malagueño es uno de los grandes olvidados de su generación. Los expertos lo achacan a su posible vinculación con el bando franquista y su larga ausencia en España. El Centro Cultural Generación del 27, con la ayuda de la Diputación y la Fundación Unicaja, ha puesto en valor su legado en los últimos años. A la exposición de 2018 se suma la publicación de sus diarios inéditos donde se observa ante todo a un escritor adelantado a su tiempo.
El centro cultural con sede en calle Parras ha publicado este mes el cuarto volumen de su diario, formado por los cuadernos noveno y décimo de los doce que dejó escritos. El décimo cuaderno refleja un año exacto (1968) mientras que el noveno abarca hasta veintiséis meses. En él, un clarividente Souvirón anticiparía la instauración de una monarquía en España tras la muerte de Francisco Franco.
"Aun siendo la mejor solución la monárquica, hay tantas monarquías como españoles, lo que no es óbice para que la monarquía, si viene, como debe venir, para todos los españoles, sea una buena solución", señaló en sus escritos hace ya medio siglo. Javier La Beira, uno de los editores del diario junto a Daniel Ramos López, resalta la "atinada intuición que mostró, frente a otras especulaciones en boga, al prever la implantación y el desarrollo de una monarquía democrática".
"Era uno de las posibilidades para cuando el caudillo se muriese, claro, pero había otras muchas, y en ese tiempo no era la que parecía más probable que ocurriera. Hay que tener en cuenta que Franco ya había nombrado o había anunciado que iba a nombrar a Juan Carlos como rey sucesor", recuerda el director de la Biblioteca del Centro Cultural Generación del 27 a EL ESPAÑOL de Málaga.
Un testimonio veraz
En cada página del cuarto diario quedan reflejados con una alta dosis de sinceridad, infrecuente en el género, los comportamientos, pasiones, dichas, zozobras, angustias, exaltaciones, arrepentimientos y hasta luchas de conciencia que experimenta el autor entonces. "Es un testimonio veraz de la intimidad del escritor malagueño y también una extraordinaria y formidable crónica mental, social, política y cultural de la España de la época", destaca La Beira.
El lector deducirá que Souvirón se hallaba integrado casi plenamente en la misma, si bien se siente rara avis al no considerarse, pese a la fe católica que practica, "ni conservador ni tradicionalista", y tampoco hallarse a gusto, pese a la preocupación social que declara, "entre el liberalismo confortable y de oposición", cuenta el editor acerca del testimonio literario donde se recogen las dudas del autor acerca de cómo y cuánto tiempo después de su muerte se podría publicar este Diario.
La otra cara (la cruz) de la moneda de las especulaciones la constituye su tan errado pronóstico sobre los rumbos que emprenderían las vidas y personalidades de los tres hijos de Leopoldo Panero y Felicidad Blanc: Juan Luis, Leopoldo María y Michi.
Su relación con Felicidad Blanc
La relación amorosa que mantendría con la desemparada viuda de su gran amigo y poeta también ocupará bastantes líneas. "Su acercamiento a ella lo estimula amorosamente y sexualmente al tiempo que anímicamente lo perturba. Un primer plano del interés narrativo lo ocupan los encuentros de ambos, aderezados con la descripción pormenorizada del impacto sentimental y cerebral que le causan", desvela La Beira.
"Llegó Feli muy elegante y bella, joven con cabellos grises. […] Me gustaba verme allí, acompañada de una mujer interesante, y me gustaba que nos vieran. Creo que "a simple vista" formamos una pareja de cierta originalidad. Ella es mona, atractiva, original; yo no sé lo que soy, pero me siento bien equiparado junto a ella", cuenta Souvirón en mitad del diario.
La vida literaria española también es otra de las protagonistas del volumen. Además de relatar los avatares del mundillo, el autor continúa dando sus opiniones y valoraciones sobre los escritores con los que entabla o mantiene relación. "En esta época aparecen numerosas referencias y encuentros con autores de la generación del 27, como Dámaso Alonso, Emilio Prados (su recuerdo), Jorge Guillén, Vicente Aleixandre. De algunos, como el caso de los dos últimos, rectifica la consideración negativa que tenía en el pasado", hace hincapié el editor.
Un segundo episodio, este de condición trágica y perteneciente al ámbito familiar, lo zarandea en el otoño de 1966, lo precipita a viajar a Chile y lo obliga a desatender durante dos meses el Diario. Se trata de la única laguna temporal en el transcurso de este volumen.
Un regalo de dios
Al igual que ocurre en cuadernos anteriores, Souvirón habla de las novedades de su obra. "Tras un confesado desánimo a causa del escaso eco crítico de su obra a principios de 1967, su ensayo El príncipe de este siglo obtiene el Premio Nacional de Literatura ese mismo año. La profunda satisfacción que le causa ese reconocimiento eleva su ánimo y lo impulsa a idear nuevos proyectos", celebra La Beira. Del galardón escribiría el propio autor: "Es un regalo de dios que me estaba, creo, haciendo falta".
El recorrido que iniciaron las tres instituciones en 2018 (en realidad fue en 2017 cuando Javier La Beira y Daniel Ramos López comenzaron a trabajar en él), continúa superando todas las dificultades y los retos propios de un proyecto de envergadura y largo recorrido, con el añadido de la actual pandemia. "La aparición de cada libro nos proporciona una satisfacción enorme, al tiempo que un formidable impulso para seguir adelante", señaló el propio La Beira en la presentación del libro.
También les ha animado "la acogida excelente, tanto por parte de un numeroso conjunto de lectores ya fieles a cada entrega como por parte de críticos y especialistas en el género, quienes han destacado que el Diario de José María Souvirón "está destinado a ser una de las piezas capitales de la literatura autobiográfica española", pues se trata de "un documento excepcional para el conocimiento de la época", acaso "el testimonio más importante de la cultura del franquismo".