Málaga

¿Qué tienen en común María Rosa de Gálvez, sor Juana Inés de la Cruz, Rosalía de Castro, Ernestina de Champourcín y Carmen Conde? Las cinco fueron deslumbrantes escritoras y mujeres adelantadas a su tiempo. La malagueña Antonia Contreras las ha reunido ahora en su nuevo disco, Femenino singular. En él, la cantaora premiado con una Lámpara Minera ha adaptado sus versos a palos como la rondeña o la zambra.

El álbum se remonta a un homenaje a mujeres poetas encargado por la Bienal de Málaga en 2019. "No es fácil adaptar nuevas letras al flamenco, pero me puse manos a la obra y me encantó la experiencia. Pensé que tenía que dejarlo grabado para que la gente pudiera disfrutarlo", cuenta la artista. Dicho y hecho. El trabajo, registrado en 12 Pulsos Studios (Benalmádena), se publicará a principios de febrero y probablemente lo presente un mes después en Málaga.

Femenino Singular, una producción de la propia Contreras, ha contado con la ayuda de los productores Juan Ramón Caro y Andrés Cansino. Antes de grabarlo, la artista tuvo claro que usaría "poemas escritos por mujeres, por muchas de las que a lo largo de los años no tuvieron la consideración ni la presencia que merecían, ya que eran los poetas hombres los que figuraban", explica.

Otra de las cosas que tuvo en cuenta es que fueran poemas que no se hubiesen cantado antes por palos flamencos. "Me encontré verdaderas joyas y me encantan los retos. Sin ser textos escritos para el flamenco he tratado de darles alma y sentir flamenco, cuidarlos y mimarlos como las obras de arte que son. Fácil no ha sido, pero ando constantemente renovando las letras de mi repertorio", cuenta.

La malagueña está muy orgullosa de su segundo y nuevo disco. "He tenido la suerte de rodearme de un equipo extraordinario con el que he trabado muy a gusto. Puedo decirte que tal vez el poema más complicado a la hora de cantarlo ha sido el de sor Juana Inés de la Cruz, porque son textos en castellano antiguo", recuerda.

En Singular Femenino rinde homenaje a sor Juana Inés de la Cruz, exponente del Siglo de Oro. De la autora le impactó que, siendo monja y en pleno siglo XVII, escribiera de los varones como lo hace en Hombres necios que acusáis donde expone claramente la desigualdad y la injusticia de la que son víctimas las mujeres.

El poema La voz del viento de Ernestina de Champourcín, una de las autoras más destacadas de la Generación del 27 (aunque olvidada si no llega a ser por el rescate de documentalistas y editoriales hace años), también lo ha adaptado. "Es el primero que elegí cuando pensé en el proyecto. Lo encontré hace bastantes años y me interesé por saber quien había escrito algo tan hermoso. Me encontré con que su autora era la poeta más desconocida de la Generación del 27", reprocha.

Contreras también ha buscado inspiración en la malagueña María Rosa de Gálvez, la escritora más destacada del siglo XVIII y una dramaturga de éxito en la corte del rey Carlos IV. "Tenía interés en que apareciera una poeta de la tierra y encontré a esta mujer. Me quedé impresionada cuando leí su biografía. No ha sido tarea fácil adaptar A la luz del sol al cante por rondeñas, pero estoy contenta del resultado", reconoce.

La voz de Adelfa Calvo

La cantaora tampoco se olvida de Rosalía de Castro, una figura indispensable en la literatura femenina del siglo XIX. La autora gallega sale por partida doble en el disco: en el cante por zambra y en otro poema que recita la actriz Adelfa Calvo. La intérprete ha puesto voz a dos poemas en su disco. "Eso no tiene precio. Adelfa no solo es muy buena intérprete, sino también una mujer maravillosa en todos los sentidos", destaca.

La artista, premio Goya a la mejor actriz de reparto por la película El autor, también ha prestado su voz para otro poema (esta vez de Carmen Conde). "Un día paseando por Cartagena, a donde había viajado para una de mis actuaciones, me encontré una estatua de una mujer sobre un banco con un libro en sus manos. Me pareció una señal, busqué información suya y decidí incluirla", cuenta. Se trataba de una escultura homenaje a Conde, la primera académica de número de la RAE.

"La poesía me ha ayudado en muchos momentos porque a pesar de no tener estudios ni carrera universitaria, siempre me gustó mucho leer y eso me salvó un poco la vida", reconoce emociona la cantaora, que cuando empezó a ir a la escuela ya sabía leer un poco porque su padre le enseñó. "Me decía: "Lo más bonito que hay en el mundo es saber leer, porque si sabes leer siempre, sabrás por donde vas". Y es cierto. En el arte no solo encontré refugio, sino respuesta a muchas preguntas", confiesa.

-La industria de la cultura y sus trabajadores lo han pasado muy mal esta pandemia. ¿Cómo lo ha pasado usted particularmente? 

-Llevamos dos años muy duros. Pasamos de tener la agenda llena de actuaciones a perder todas las fechas. Lo hemos pasado mal, pero nos ha ayudado no perder nunca la esperanza ni la ilusión por nuestro trabajo. Cada tarde improvisábamos un escenario en el salón de nuestra casa. De ahí salieron cosas muy bellas, pero eso lo guardamos para el próximo disco.

La malagueña ganó la Lámpara Minera del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión en 2016. Gracias al reconocimiento se abrieron muchas puertas y pudo grabar por fin su primer disco (antes no se lo había podido costear). "Me siento bien, contenta y satisfecha con mi trabajo de los últimos años. Sigo aprendiendo cada día", se despide.

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