La pandemia llegó y puso el mundo patas arriba. Ahora que se ha acabado, por mucho que algunos no parezcan quererlo, la normalidad vuelve a su cauce poco a poco y la vida que se nos rompió en 2020 llega para reclamar lo que es suyo en pequeñas dosis, como el concierto que el compositor y pianista José Carra nos ofrecerá este viernes 22, a las siete y media de la tarde, en la sala Unicaja de conciertos María Cristina.
Previsto para hace dos años, el recital, titulado Las quince estaciones de José Carra se basa en reinterpretaciones de música sacra, obras propias y, sobre todo, fundamentalmente, de hecho, en las improvisaciones sobre temas religiosos basados en el Vía Crucis de Cristo que el joven músico diseñará en el mismo momento en total libertad.
"Ni yo mismo sé cómo se va a desarrollar el recital", asegura Carra, "cuando toco improvisando poso las manos en el piano y dejo que la música fluya. Preparar algo fijo es contraproducente, porque la improvisación depende de muchas cosas: del espacio escénico, del público y su respuesta… el contexto y la liberación son primordiales, tal y como yo lo entiendo".
Un maestro del jazz
Carra es uno de los pianistas más creativos de la nueva generación de músicos de jazz españoles. Su currículum es impresionante y sólo daremos unas pinceladas: en 2016 recibe el premio Muéstra-T Málaga como reconocimiento a su trayectoria como músico y por ser impulsor de la imagen de la ciudad de Málaga.
Además, fue semifinalista de los Premios MIN de la Música Independiente al mejor álbum de jazz con Verso y en 2017 recibe el Premio al Trabajo Discográfico de la Associació de Músics de Jazz i Música Moderna de Catalunya. Ya en 2018 es seleccionado junto con Bori Albero y Dani Domínguez por la Fundación SGAE para representar a España en el JazzEñe.
Además, Carra es un colaborador habitual en el programa Las tres puertas y participó en la gala de los Goya de 2021.
Su música está influenciada por la música clásica y el jazz, y hace referencia a muchos otros estilos como el rock, el pop, la electrónica o la música popular. La poesía también juega un papel fundamental en su música, creando un universo totalmente personal y reconocible.
"Lo más interesante de la interpretación es que no se sabe cómo se llega a donde se llega. Es un continuo, sin pausas, que se va enlazado sobre sí mismo; puedo apoyarme en piezas y puedo marcar hitos en el camino, pero es una senda que se transita en el instante, por primera y última vez", sentencia Carra.