Las consecuencias del turismo masivo en Málaga se han evidenciado en el último mes. La ciudad es el escenario elegido por muchos para celebrar su despedida de soltero y el permanente ruido en el centro no cesa. Incluso el Ayuntamiento ha pedido incluir como requisito para ofertar un piso turístico la instalación de medidores de ruido. La capital es vista por algunos como un paraíso sin límites para los extraños.
Rogelio López Cuenca reflexiona sobre eso de una manera muy acertada en su nueva exposición, abierta al público en el Rectorado de la Universidad de Málaga hasta el 30 de junio. El artista, muy crítico con turismo masivo en toda su obra, ofrece una muestra llena de lecturas esclarecedoras acerca del fenómeno de los viajes de ocio en relación con el capitalismo, el clasismo, el colonialismo y el machismo.
El título de la muestra, Fremdenverkehr, alude a un término alemán para definir el turismo. "Elijo esta expresión porque significa algo más amplio: tráfico de forasteros, tránsitos de extraños. Nos permite asociar el turismo a cualquier tipo de circulación masiva de personas: desde los movimientos migratorios a las masas de refugiados que huyen de la violencia y el tráfico de esclavos en el Atlántico durante tres siglos, y también la trata de personas destinada a la explotación sexual", explica el pintor.
La exposición recibe al visitante con una esclarecedora frase, escrita en árabe y atribuida al profeta Mahoma: "El paraíso es de los extraños". Al artista visual, nacido en Nerja, le pareció "una definición alucinante del turismo". "El paraíso es siempre una promesa, una experiencia transitoria. Si te quedas el paraíso se desvanece, se rompen los andamiajes del decorado", señala.
López Cuenca lleva más de tres décadas arremetiendo contra el turismo masivo y sus graves consecuencias en el entorno, en las relaciones sociales y en la vida de los ciudadanos a través de sus críticas obras. "La industria turística genera tantísimos beneficios para una élite determinada que procura encauzar que todas las investigaciones vayan en esa dirección", se lamenta.
Libertad sin límites
"Cada vez es más evidente el impacto que tiene en el medio natural, en la vida de los ciudadanos y en las relaciones sociales (cómo las destruye y las transforma). Sobre todo me interesa abordar el fenómeno del turismo desde otra perspectiva que es la construcción de imaginarios", reconoce el malagueño mientras se pregunta "hasta qué punto el turismo promete una libertad sin restricciones".
"Cuando vas de visita pierdes el decoro. Te vistes de una manera que no harías en tu casa. Armas ruido. Lo que promete la experiencia turística es una libertad sin límites, una desinhibición absoluta, que te permite todo tipo de abusos. Las élites crean un discurso que lo justifica", asegura.
Mujeres sexualizadas
La exposición está llena de imágenes sacadas de anuncios publicitarios, publicados en medios, donde la mujer aparece sexualizada y Andalucía es vista como un paraíso exótico e idílico. La campaña 'Andalucía te quiere' de la Junta tenía como protagonista a una mujer exuberante tumbada en la playa. El público también podrá ver postales con chicas semidesnudas dentro de una paella; o una campaña donde se anuncia la Costa del Sol con un trasero lleno de arena.
"Aquí prácticamente no hay ninguna imagen original. Hay sólo una pintura y se ha elegido porque la visión que se ha creado en esta ciudad acerca de la ciudad de los museos y del tipo de artistas radica en torno a la gran figura del genio creador Picasso. La mayoría de las obras son recontextualización de imágenes, extraídas de los medios de comunicación", aclara.
La reina de la corona en esta exposición es la instalación multimedia Las Islas, hecha en colaboración con la artista Elo Vega y producida por el Museo Reina Sofía. Ambos han recurrido al que podría ser considerado como uniforme del turista global. No el de las diferentes ropas que distinguen al personal de servicio –ujieres, policías, camareros, doncellas, cocineros– sino el que identifica al ocioso por antonomasia: la camisa hawaiana, la Aloha Shirt, como símbolo turístico.
"La industria turística piensa en ese varón depredador. En los estampados hemos introducido otras imágenes sobre el relato colonial. El turismo contemporáneo hay que entenderlo como una prolongación de la experiencia histórica del colonialismo. Margina y explota al otro en su condición de género, de raza y de interioridad ficticia cultural. Está ahí a disposición del varón europeo dominante", señala.
La pieza se completa con una pieza de vídeo donde el visitante podrá leer un párrafo de una carta privada de un navegante genovés. "Estando en la barca me llevé a una indígena que Colón me regaló. Quise gozar con ella'. Se trata del relato de una violación. Y la cuenta con humor. Ella se resistió. Al final dice: "Luego al final se domesticó tan pronto que parecía que había estado en la universidad de las putas", cuenta López Cuenca.
"No queremos dar una lección moral (con la exposición), sino fabricar una red en el que los visitantes se vean obligados a implicarse. No intentamos que sea una práctica artística autoritaria. Pedimos diálogo", deja claro el artista malagueño.
Su trabajo con Elo Vega le ha permitido añadir a su visión crítica sobre el mundo que me rodea la perspectiva crítica feminista. "La mirada turística es una mirada fundamentalmente masculina y patriarcal en el sentido de que excluye, explota e imagina a las mujeres y a otros grupos inferiores por condición de racialización o de clase. El turismo es otro de los nombres del poder", asevera.
La exposición también se enmarca dentro de una serie de actividades que han organizado dentro del proyecto de I+D de la UMA denominado Saturación turística en destinos costeros españoles. Estrategias de decrecimiento turístico. Una aproximación desde la dimensión social, cuyo investigador principal es el profesor Enrique Navarro. Así, se han organizado dos talleres.
El primero de ellos se celebró ayer bajo el título Transición Ecosocial de los destinos turísticos litorales. El segundo se desarrollará el próximo 16 de junio, y abordará el tema sobre capitalismo, turismo y patriarcado desde una perspectiva integrada en la Casa Invisible.
"Cuando Rogelio me llamó por teléfono porque quería hacer una exposición y quería apoyarse en el proyecto, nos sentimos plenamente orgullosos. Primero porque el proyecto que llevamos es multidisciplinar. Hay geógrafos, economistas, abogados, arquitectos. Luego, la universidad debe ser crítica con el turismo. También podemos proyectar otro tipo de turismo. La exposición va a plantear reflexiones sobre el movimiento de personas y lo que repercute a nivel global y local", explica Navarro.
Las imágenes de un turismo idílico chocan constantemente contra las de refugiados en el mar, o siendo recogidos por las autoridades en las costas españolas. Unos son naturalmente bienvenidos en alfombra roja y otros llegan son abandonados en cayucos a su suerte en el Mediterráneo.
"Queremos hacer una alusión a la circunstancia muy especial en España y en Andalucía de que somos un país exótico. Nosotros somos a veces turistas de nosotros mismos y exóticos. Se ha creado una imagen erotizada, exótica y sexualizada de cuerpos femeninos en el paisaje", reflexiona.
El proyecto se centra en destinos del Mediterráneo como Málaga. Tratamos de debatir sobre los elementos de poder, y cómo el turismo influye en la naturaleza, en el capital económico y en el patriarcado o en la manera de vivir ese turismo, capitalismo y patriarcado", cuenta.
Fremdenverkehr es una recopilación de trabajos que Rogelio López Cuenca lleva desarrollando desde hace más de treinta años, lo que concede al artista el título de visionario a la hora de abordar este tema, y que además ha contado con la colaboración del también creadora Elo Vega. En definitiva, arte crítico y reflexivo muy necesarios en tiempos de turismo masivo, apartamentos turísticos y descontrol incívico en las calles.