Bhagwan Karamchand y Manju Bhagwan abrieron el Bazar Kirpa en el número 84 de la calle Carretería en 1982. El matrimonio indio consiguió, a base de mucho esfuerzo y amabilidad, afianzar una clientela fija. La familia pasó de vender relojes y consolas como la Sega Megadrive a tener móviles inteligentes de última generación y todo tipo de tecnología en su tienda. Hace cuatro años, la subida del alquiler motivó el cierre del veterano comercio y la jubilación anticipada de la pareja.
Su hijo, el director Rakesh Narwani (Ceuta, 1981), decidió entonces explorar sus raíces orientales y rodar un documental sobre la familia. "Te preguntas de dónde vienes, pero nunca terminas de encontrar la forma de investigar sobre tu identidad. Cuando llegó la carta donde se avisaba del cambio en el precio del arrendamiento en el centro (de 1.200 euros a 2.500) vi que había una historia que contar", reconoce durante una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
El realizador ceutí criado en la capital visitó la India antes, justo al acabar Comunicación Audiovisual, y grabó bastantes planos. Sin embargo, atravesaba una crisis de identidad y no tenía muy claro por dónde empezar. "Poco a poco se fue fraguando la idea de que la India que yo conocía estaba en Málaga, en calle Carretería, en el bazar de mis padres", asegura el artista.
El negocio se organizaba como una tienda de comerciantes indios. "Hay un Ganesh, la deidad de la suerte, la cual le da la bienvenida a los clientes. Los sistemas de precios y de códigos se hacen con nombres en indio. Hay una serie de consejos que pasan de padres a hijos (como tratar a tus clientes como si fuesen de tu familia y cuidar especialmente bien del escaparate)", explica Narwani.
A su padre, conocido como Paco entre los clientes y perteneciente a la colonia hindú (en particular a la de los sindhíes), le descubrió los secretos del oficio su hermano cuando se trasladó a trabajar en el bazar Marisol de Ceuta. "Hay un manual no escrito sobre los consejos del buen comerciante indio sindhi. Eso podía hilar la historia guiada por la búsqueda de la identidad. Ese viaje errático a la India sirve para entender que la India que buscaba estaba en Málaga", destaca.
Una carta de amor a sus padres
El público podrá ver El bazar de mis padres, una emocionante y personal carta de amor a sus raíces sindhíes y a su familia, este jueves en el cine Albéniz. Habrá una primera sesión de estreno a las 19:30 y una segunda a las 20:30. Tras el pase de la cinta, el equipo de la película ofrecerá una charla coloquio donde establecerán un diálogo con los asistentes.
El cortometraje documental retrata la particular diáspora de una familia de comerciantes indios que se enfrenta, tras cuatro décadas, al cierre del Bazar Kirpa (significa bendición de dios), mítico comercio situado en el centro de la capital malagueña.
"La familia ocupa un lugar muy importante en culturales tradicionales como la india o la china. El respeto a los mayores es fundamental. La dificultad era cómo romper con las tradiciones familiares de manera respetuosa. El documental se mueve en esos dos extremos. Entiendo la preocupación de mis padres. Hemos venido desde la India aquí, hemos montado un negocio, funciona y yo quiero empezar de cero con una productora. Ellos se preocupaban por mí", se sincera el artista.
Narwani acabó la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga en 2009, en plena crisis económica. "El sector audiovisual está bastante mejor ahora. En Málaga se han rodado muchas series. Ahora hay más necesidad de crear contenido para redes sociales. Tienes más probabilidad de trabajar en esto", afirma.
Inmigrantes en busca de un porvenir
El padre del director de cine pertenece a la colonia hindú, en particular la de los sindhíes. Su abuela de hecho le decía que sindhis siempre tienen que estar preparados para huir en cualquier momento. En el documental, Narwani habla de los inmigrantes indios que llegaron a ciudades como Ceuta, donde se estableció primero Bhagwan, en busca de un porvenir.
-¿Qué opina de los discursos xenófobos de Vox?
-Los veo apartados de la realidad que se vive en Andalucía o en Ceuta, la ciudad donde yo nací. No tiene sentido. La comunidad india en Ceuta es súper querida. En los años 70, cuando llegaron mis padres, tenían numerosos bazares allí. Dieron trabajo a mucha gente. Envidio esa ciudad. La cultura india, musulmana y española está integrada de una manera impresionante. En Málaga tengo una empresa de producción y cuando curramos damos trabajo a 40 personas. La realidad de Vox yo no la vivo. Compañeros de mi colegio en Málaga con el paso del tiempo se acuerdan de mí al ver una película india y ver que hay diferentes culturas que conviven. Este tipo de realidades son posibles. Hasta el momento que estas comunidades no estén presentes en el cine español esos discursos de Vox tendrán más cabida.
-Su documental también refleja el cambio en el centro de Málaga con la subida de los alquileres y el cierre de negocios locales. ¿Qué ocurre cuando chapan lugares así?
-Ver esos negocios en una ciudad es como cuando vuelves a tu pueblo: soy de aquí y me reconozco en ellos. Es como una estrella. La ves y te reflejas en ella. Me causa mucha ternura y me hace reflexionar. Si voy por una ciudad donde los negocios cambian constantemente me da la sensación de que es un lugar más inhóspito.
La huella de Carla Simón
El documental, presentado en la 24 edición del Festival de Málaga en la sección Ayudas a la Creación, ha recibido el tercer premio en el Festival Mecal de Barcelona y ha sido seleccionado en el prestigioso Festival BlackStar de Filadelfia (el Sundance Negro). A los reconocimientos se suma la tutoría de la directora Carla Simón, ganadora del Oso de Oro por Alcarrás y quien acompaña a Narwani en el desarrollo de un largometraje de ficción con el corto documental como punto de partida.
Para el realizador, ha sido "una suerte, un regalo y un orgullo" trabajar con ella. "Me encantó su primera película. Ella ha trabajado mucho desde la experiencia personal para hacer cine. En mi caso es igual. No podría tener una tutora mejor que ella. Aprender de ella es súper enriquecedor. Trabajar con Carla es impresionante. Es muy natural como su cine. Con ella los viajes son más largos y profundos. Y conseguiré una película más coral", subraya emocionado.
"Alcarras tiene mucho que ver desde un punto de vista narrativo y de temas que trata con El bazar de mis padres. Es una familia de agricultores que se enfrentan a su última cosecha, y en mi caso se trata de una familia de comerciantes indios que se enfrentan a los últimos días de su negocio", hace hincapié.
Inspirado por Lulu Wang y Gurinder Chadha
Narwani adelante que para noviembre de este año tendrán la primera versión de la película. Ya tienen seleccionados a algunos actores y a bastantes productoras interesadas. "Mi idea es rodar un cine como el que hizo en su momento Lulu Wang con The Farewell o Gurinder Chadha con Quiero ser como Beckham. Quiero contar historias de inmigrantes y de choque generacional desde España; de personas que como yo viven entre dos culturas, intentan ser respetuosas con su cultura de origen y a la vez conviven y es un ciudadano más en su cultura de acogida. En España no se ha explorado este tipo de cine", asegura.
Entre las conclusiones a las que ha llegado el director tras rodar el documental es que por ser hombre pensaba que la tradición no iba con él. "No me había dado cuenta, pero la tradición pesa sobre mis espaldas. Siempre se ha primado el deseo y los objetivos del hombre. También acercarme a mi madre a través de esta película y ver cuál eran sus sueños cuando vino aquí es algo que nunca me había planteado. He conocido mejor mis raíces y mi familia. Es un proceso catártico. Se descubre la esencia de cada persona", admite. Un viaje a la India sin salir de Málaga donde se visibiliza al fin la comunidad hindú en España.