Alessandra García y Violeta Niebla produjeron Mujer en cinta de correr sobre fondo negro de forma independiente y autogestionada. El proyecto se fraguó siendo una apuesta muy personal y valiente. Su obra, una defensa del desaparecido barrio de El Bulto y del ciudadano de a pie, consiguió llevarse el Premio Max a mejor espectáculo revelación en los máximos galardones de las artes escénicas de nuestro país.
Para la actriz malagueña, "llevar El Bulto a los Max es llevar lo invisible, lo que no se ve, la intrahistoria de este barrio, a otras personas". "Me siento orgullosa de mi barrio. Un lugar muy humilde donde esa comunidad, esa vecindad, era muy poderosa", reconoció en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga antes de asistir a la gala, celebrada el pasado seis de junio en Menorca.
El Teatro Echegaray repondrá la obra, flamante Premio Max, los próximos 2 y 3 de julio (a las 20:00 y 19:00 respectivamente). Este espacio fue el escenario donde se estrenó el divertido montaje, una pieza que conjuga reflexión y carcajadas y que lleva el sello de una creadora original e indómita, una malagueña de El Bulto que sabe escuchar el habla y el sentir de los barrios y volcarlos luego sobre la escena.
"Mujer en cinta de correr sobre fondo negro es la unión de estos pares: risa y pensamiento; marca y miseria; barrio y cultura; pija y merdellona; Adidas y Asidas; verde y naranja; El Limonar y la Palmilla; una familia numerosa y dos bolleras; un genio y un copión; Rufián y Ana Pastor; querer ser y ser", ha dicho la intérprete en más de una ocasión.
Identidad, espectáculo, capitalismo y falta de pensamiento crítico son los temas principales de la propuesta escénica de Alessandra García, una mujer que se encuentra más cerca del arte contemporáneo que del teatro y que aquí recorre la ciudad enfundada en Mike, Asidas, Dolgeen Gabana o Versache.
Mujer en cinta de correr sobre fondo negro, estrenada en enero de 2021 en el Echegaray en el marco del 38 Festival de Teatro de Málaga, es una pieza escénica que funciona a modo de radiografía del ciudadano de barrio humilde. La mujer reflexiona sobre la superproducción textil, el capitalismo, el entretenimiento, la cultura, los idiomas, el mote y el sector servicios. Pero, sobre todo, esta historia es risa y pensamiento.
La mujer ha escrito, ha dirigido e interpreta esta obra y lo hace con la ayuda de su alter ego merdellón. La mujer esgrime un discurso que señala con el dedo todo aquello que le habría llevado irremediablemente a ser así. Es como hacer un recorrido intelectualizado por su vida laboral y todos los espacios por donde ha pasado: barrio, iglesia, tele, hostelería y teatro dividido en tres cuadros.
Todo lo físico tiene un punto claustrofóbico. La escenografía bien podría ser un escape room del que no puede salir: una cinta de andar que no le lleva a ningún sitio, una cuerda de trepar que topa con el techo, una pelota gigante y un air dancer diabólico. Todo lo que está a punto de explotar es de color naranja.
Alessandra García dirige, interpreta y es la autora de los textos de Mujer en cinta de correr sobre fondo negro, un montaje producido por Dos Bengalas en el que coincide mucho talento nuevo malagueño: Ramón Gázquez es el responsable de la dramaturgia, Violeta Niebla la ayudante de dirección, Cruda Films ha creado los audiovisuales, Azael Ferrer firma la iluminación, Beatriz Ros ha diseñado el espacio escénico, Dela-Delos el vestuario y María del Mar Suárez la Chachi ha colaborado en la asistencia de movimiento.
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