Brutal. La banda de rock británica Muse era el principal reclamo de la primera edición del Andalucía Big Festival en Málaga y puso anoche el broche de oro. Los fans se lo pasaron de lo lindo, gritando y saltando cada una de sus canciones como si no hubiera un mañana, olvidando por completo la pandemia, la inflación y todos los malos ratos pasados o venideros. Se iba a disfrutar y el grupo encabezado por Matt Bellamy hizo que así fuera, dándolo todo desde el primer minuto.
Fue tal su entrega, ritmo y fortaleza que hasta los que no eran seguidores de Muse -ayer actuaron en el festival una quincena de grupos- hoy sí lo serán o, al menos, los recordarán con una sonrisa cada vez que salga una canción suya en la radio, la televisión o lo escuchen en Spotify.
Estaba todo vendido -unas 25.000 entradas- y se notó. No cabía un alfiler en el concierto de Muse. Supermassive Black Hole o Won’t Stand Down rugieron con fuerza de un Bellamy que recorrió varias veces la pasarela principal, brincó, se puso una chaqueta de luces, una especie de brazo robótico y no dudó en envolverse en la bandera de España, Andalucía y Ucrania que le lanzaron desde el público. Pero uno de los guiños más sonados a Málaga fue el tatuaje (entendemos que temporal) que se hizo con el nombre de Picasso en el brazo y que fue oportunamente ampliado y mostrado por la realización del concierto ante los aplausos del personal.
El espectáculo fue además completado con emisiones de fuego o el lanzamiento inesperado de serpentinas ante los acordes de la guitarra, dándole un toque mágico.
Muse era la guinda, pero el pastel de ayer sábado también tenía otros buenos ingredientes. Justo antes de Muse actuaron Years&Years tocando alguno de sus hits como Take Shelter o King. Hasta hicieron una version de It´s a sin de Pet Shop Boys.
Previamente le había tocado el turno a Los Planetas, que también llenaron la pista del escenario principal de espectadores. Clásicos como Un buen día o Santos Que Yo Te Pinté fueron cantados a coro por los presentes. Aunque era el Andalucía Big Festival, su cantante dijo que "estaba encantado de tocar en la Feria de Málaga", que fue en agosto. Las cosas de Jota.
Otro clásico granadino, 091, ocupó un par de horas antes el mismo escenario y, pese al calor, también había miles de fans incondicionales procedentes tanto de Málaga como de otros puntos de Andalucía y España. No faltó su gran éxito La vida qué mala es.
María José Llergo, ganadora de un Goya a mejor canción original por Te espera el mar para la película Mediterráneo o la hipnótica cantante noruega Aurora fueron aclamadas por el público, que también asistió con notable interés a los conciertos de Silverpoopy, Adiós Amores, Niña Coyote eta Chico Tornado, Gus Dapperton, Spiritual Cramp, Nikki Hill o Instituto Mexicano del Sonido.
Un momento especial de la jornada fue cuando nueve aviones en formación, de los que participaban en el espectáculo aéreo de Torre del Mar, saludaron a los presentes rodeando el escenario. De hecho, todo el público, que en ese momento estaba escuchando a 091, se dio la vuelta, sacó su teléfono móvil, grabó a los aviones y aplaudió agradeciendo el gesto.
Andalucía Big Festival ya ha terminado. Han sido tres intensos días de conciertos en los que han destacado las actuaciones de Muse, C. Tangana, Franz Ferdinand, Jamiroquai, Vetusta Morla o Los Planetas, entre muchos otros. La organización ha sido perfecta y, pese a la inmensa cantidad de público, no ha habido altercados ni problemas dignos de mención en el interior del recinto. Otra cosa es el alto volumen de las actuaciones, que ha provocado miles de quejas de vecinos durante los tres días del concierto ya que se ha escuchado en numerosas partes de la capital malagueña hasta los dos de la mañana.