Málaga

El grupo murciano Arde Bogotá es uno de esos fenómenos musicales que crecen como la espuma en muy poco tiempo y que tienen todos los mimbres para convertirse en uno de los grandes en España. Su directo es espectacular, sus letras son críticas, la personalidad del cantante sobre el escenario es arrolladora... 

Solo tienen dos discos en el mercado -el último lo han publicado en mayo- pero ya es uno de esos grupos que todos los organizadores de festivales y propietarios de salas de España quieren tener en su cartel. De hecho, ya tienen agendados más de 30 conciertos para los próximos meses y muchos más que están por cerrar, que se suman a los 86 que ya han hecho en los dos últimos años. 

En ese amplio listado de localidades por las que pasará el grupo este año está Marbella. Será el próximo 29 de julio en la primera edición del Bella Festival dentro del Oasisss Marbella Fest. Actuarán junto a Leiva, Dorian y Guitarricadelafuente.

Los organizadores de este festival nos han facilitado a EL ESPAÑOL de Málaga una entrevista con Antonio García, cantante de Arde Bogotá, que junto a José Ángel Mercader, Pepe Esteban y Dani Sánchez van a recorrer toda España para "pasarlo bien" y demostrar que el rock sigue atrayendo a las masas en tiempos de autotune y reguetón. 

Acabáis de sacar vuestro segundo disco, Cowboys de la A3, y ya tenéis casi medio millón de oyentes en Spotify. En septiembre del año pasado teníais la mitad de seguidores. ¿Esperábais este crecimiento tan rápido?

Desde luego que no. Además yo me intento mantener muy al margen de todo eso. La verdad de corazón es que no lo sabía. No sé, barbaridades, cosas que pasan con los números de la música actual que son un poco locos.

En los conciertos comentáis, con modestia, que sois un grupo de amigos que cantaba en un polígono en Cartagena. La diferencia con la situación actual es grande.

Total, total. Y muchas veces intento no perder esa referencia del polígono de Cartagena. Eso es lo que somos y lo que hay detrás del proyecto y supongo que donde residen las cosas buenas que han pasado. A veces es raro y es difícil, pero somos un grupo de amigos de un polígono y ojalá que esos cerca de 500.000 seguidores sean 500.000 amigos que se quieran venir al polígono también.

Todos no van a caber en el polígono. Tienen que ir empezando a buscar sitios más grandes para los conciertos.

El polígono es grande [se ríe].

Tenéis ya una treintena de conciertos programados para los próximos meses, tanto en festivales como individuales, y una de vuestras señas de identidad es que lo dejáis todo en el escenario. Incluso sueles mezclarte con el público. Vais a acabar reventados.

Sí que es verdad. Cuando termine esta entrevista me voy a ir a correr un poco porque si no estoy en forma no sé cómo voy a aguantar. Lo que hay detrás es que nos lo pasamos muy bien, nos divertimos mucho haciendo lo que hacemos. Si no nos lo pasáramos bien, supongo que la gente tampoco lo haría. Entonces, bueno, mientras lo disfrutemos, lo pasemos bien y hagamos de cada noche una fiesta yo creo que la cosa tendrá sentido.

Arde Bogotá. Mónica Figueras

Comentas que sois amigos, que lo pasáis bien sobre el escenario… Pero, ¿qué crees que os ha hecho diferentes respecto a otros grupos en tan poco tiempo? ¿Qué más hay detrás del éxito de Arde Bogotá?

No lo sé. Me gusta pensar que son las canciones, porque son 40.000 cosas las que nos han pasado. Entre ellas el factor suerte, por supuesto, el trabajo de la gente que nos rodea, el nuestro... Pero me gusta pensar que el ingrediente esencial de la ecuación es que las canciones digan algo que le importe a alguien. Hemos hecho unas canciones que para nosotros son importantes y para la gente que nos escucha ojalá que lo sean también y las manden a los amigos.

Ya lleváis mucha carretera a vuestras espaldas y este verano os vais a hinchar con la gira. Entiendo que es la historia del nuevo disco.

Sí. Ahora pienso que quizás nos apresuramos un poco hablando de eso, viendo el calendario que nos espera. Pero sí, esa es la historia. Nos cambió la vida de forma muy radical y el punto en común de todo ese cambio fue que nos puso en movimiento, siempre de camino a algo. Y esa reflexión es la que da origen al disco y lo entrelaza.

En Cowboys de la A3 tenéis baladas como La Salvación o canciones muy cañeras como Qué vida tan dura o Todos mis amigos están tristes. ¿Os ha salido un disco completo?

Bueno, ojalá [se ríe]. Sí que había interés por hacer un disco que fuera heterogéneo. Que tuviera canciones que fueran distintas entre sí, que pasaran cosas con matices muy distintos, que fuera un poco sube y baja. Y como teníamos canciones para elegir, nos parecía lógico que convivieran baladas como La salvación y canciones más punk como Todos mis amigos están tristes.

He escuchado muchas veces la canción pero no sé por qué todos los amigos están tristes. Seguro que el autor nos lo aclara.

Es verdad que solo hablamos de que están tristes pero no decimos por qué. Lo voy a explicar. Es porque en algún momento del final del confinamiento, cuando se levantaron las restricciones, cuando la gente empezó a salir, fue como que todo el mundo nos tiramos a recuperar el tiempo perdido. De repente tuve la impresión de que todo el mundo estaba triste, en plan de que todo el mundo estuvo jodido. A todo el mundo como que le había pasado por encima una hormigonera. También por eso creo que en la canción omití decir por qué estaban tristes. Porque ese no era el tema. El tema era que estaban todos tristes. No había un por qué claro, sino simplemente una sensación de impotencia, de decir “mierda, de repente todos están mal”. Y me acuerdo que mientras hacíamos la canción Jota [el batería] me lo preguntó. Me dijo, ¿tío, pero por qué están tristes? Y mi respuesta fue ¿tus amigos están tristes? Y me dijo, pues la verdad es que sí. Le dije, pues ya está.

Tenéis veintitantos años y en vuestras canciones mostráis claramente la situación difícil por la que atraviesan los jóvenes. Sobre todo en canciones como Tijeras o Millennial. Me recuerda un poco a la canción protesta de los años 70, pero en otro contexto histórico, en el siglo XXI y en versión rock. ¿Era esa la idea?

Sí, sí, total. Bueno, no sé, hablamos de las cosas que nos pasan y la verdad es que intentamos hacerlo con la mayor honestidad posible. Y eso nos lleva a hablar de la situación en la que estamos y de algunos problemas sociales y políticos a los que nos enfrentamos por tener la edad que tenemos. Si alguien se ve reflejado supongo que será por eso, porque nos pasan cosas que le pasan a todo el mundo, que tenemos contratos laborales precarios, situaciones laborales complicadas y eso también le pasa a mis amigos, los que están tristes.

Habéis conseguido conectar no solo con los jóvenes sino también con gente de mayor edad. En vuestros conciertos hay mucho cuarentañero.

Sí. La verdad que es otro fenómeno curioso, que viene a vernos gente que a lo mejor a priori tienen poco en común entre ellos. Hay gente de todas las edades. Creo que eso es súper positivo y creo que esto también se debe a las canciones. Las cosas de las que hablamos permiten a mucha gente muy distinta empatizar y encontrar ahí algo. No sé, me gustaría pensar que es por eso pero, como ves, no tengo ni idea de a qué se debe ni tengo ninguna clave [se ríe]. Entonces intento limitarme a disfrutar del fenómeno sin tener ninguna capacidad de análisis.

Arde Bogotá. Mónica Figueras

En un mundo musical con tanto reguetón y autotune sale Arde Bogotá, un grupo de rock con una voz potente como la tuya, que además es lo primero que llama la atención la primera vez que se os escucha. ¿Cubrís un hueco que estaba algo vacío en España?

No lo sé. Dentro del ejercicio de hacer canciones sobre lo que nos pasa, también creo que hacemos el ejercicio de hacer canciones que nos gusten a nosotros. Y la música que hacemos se parece mucho a la música que escuchamos. También nos gusta el reguetón, claro, pero cuando nos sentamos a hablar de si nuestros amigos están tristes o cosas así, la forma que tenemos de expresarlo es con la música que en realidad nos gusta y nos emociona, que tiene guitarras, que tiene baterías, que tiene este tipo de cosas. Y que suena parecido a lo que nosotros intentamos hacer. Entonces bueno, de ahí viene la elección del género y si hay algo de originalidad también viene de ahí.

He leído que tenéis como referente a Foo Fighters o Artic Monkeys. Bajando a escala española, ¿cuáles son vuestros referentes?

Los grupos con los que compartimos cartel o escena de festivales como Viva Suecia o Second. También nos gusta mucho Supersubmarina o León Benavente. Hay cosas de La M.O.D.A de las que también hemos aprendido. También es cierto que somos una banda que en lo sonoro hemos mirado mucho fuera, hemos intentado aprender mucho de las cosas que hacían las bandas de Inglaterra que nos gustan y así, pero bueno, evidentemente, de todos esos compañeros de escena hay muchísimo en lo que hacemos seguro.

Hablabas de Second o Viva Suecia. No sé qué bebéis o coméis en Murcia pero están saliendo muchos grupos punteros de esa región.

No sé, supongo que la cercanía, el compañerismo, ver que a tu vecino le va bien te da energía para decir pues yo también puedo. No sé, ha habido como un efecto de contagio positivo que ha sido posible también porque Second y Viva Suecia son muy buena gente. No sé nosotros qué tal seremos, pero ellos sí son muy buena gente y han ayudado mucho a los que hemos venido después.

Second, además, ha anunciado que se retiran este año. No sé que sensaciones os provoca.

Sobre todo somos fans y admiradores. La verdad es que es muy fuerte. Ojalá que no se fueran nunca. Intento hacer un ejercicio de empatía por ver por qué han podido tomar una decisión así. Cuando una gente que hace discos que te gustan dice que no van a hacer más es doloroso, pero bueno, ahí queda la música y estará para siempre.

Sois una banda de rock pero os habéis lanzado a la música disco con esta versión que habéis hecho de Los perros. ¿A qué se ha debido?

Muy poquito después de sacar la canción apareció un remix que lo hizo el DJ Andrés Campo de forma autónoma. O sea, él cogió la canción, la mezcló y la ponía en las fiestas a las que iba y en las sesiones que hacía. Y el remix nos moló tanto que hicimos el ejercicio de decir “tiempo, vamos a sacarlo bien”. Démosle los materiales a este chico para que pueda hacer bien la mezcla, que no tenga que sacar la canción como pueda y la publicamos porque el remix mola. Así ha sido y la verdad es que muy guay.

Entiendo que es solo como experimentación o colaboración. ¿O vais también a apostar por esa línea en algún tema?

Yo no sabría hacerlo [se ríe]. Creo que eso es lo interesante del asunto, que ese tema puede existir como existe como remix porque hay gente al otro lado que sabe cómo hacerlo, pero yo no sabría.

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