Arcángel, nacido con madera de artista. A los 10 añitos se subió a un escenario por primera vez, sin ninguna conciencia de lo que estaba haciendo, para él cantar era (y sigue siendo) su juego favorito. “De pequeño era yo quien tiraba de mis padres para que me llevaran a las peñas a cantar”, confiesa el cantaor. Hoy, a sus 46 años, es todo un referente en el flamenco.
El arte no viene de la cuna, sino que de algún lugar más profundo. Él llegó al mundo con la misión de transportar su música a todos los rincones. Al otro lado del charco, Arcángel ganó en 2018 un Latin Grammy, pero antes ya había dado un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
¿Siente el calor del público también fuera de su tierra?
Sí, por supuesto. La gente, a los artistas, nos muestra un respeto y un cariño muy bonito. Esa quizás es una de las cosas que hace que nunca perdamos la ilusión. El público lo da todo y te carga las pilas.
¿Es más cómodo cantar en Andalucía?
Yo creo que al contrario, es más incómodo. Lo digo porque en España existen más eruditos y entendidos en la materia. Pueden mirarte con lupa. Pero, Andalucía es mi tierra, la amo profundamente y adoro cantar aquí.
Arcángel es también el nombre de otro músico que se dedica al reggaeton. Nada tienen que ver ambos artistas, pero alguna vez las redes sociales han jugado malas pasadas para el cantaor. “Una vez este hombre dijo algo sobre las mujeres. Yo no sé qué, pero me pusieron a caer de un burro”, revela el onubense entre risas. Lo que sí tiene muy claro Arcángel es que jamás se planteó cambiar su nombre artístico por ello: “Este es mi primer apellido, me acompaña desde que existo, es imposible que renuncie a él”.
Ha colaborado con grandes artistas como Andrés Calamaro (pop rock). ¿Aunque predomine el flamenco, se considera versátil al integrar otros géneros?
Yo soy cantaor. Aunque tengo inquietudes musicales que me llevan a explorar otros géneros. También es posible que colaborar con otros artistas amplíe mi abanico de públicos, puedo captar la atención de gente que no sea tan amante del flamenco. La magia de la música reside en encontrar un sonido que nos una a todos.
¿Qué peculiaridad tiene su música entre el abundante catálogo de artistas flamencos que hay en España?
Hablar de mí mismo es muy complicado. Diría que intento aplicar mucha rigurosidad en lo que hago, partiendo siempre desde el respeto, el conocimiento y la tradición; hacia donde la creatividad me lleve. Me encanta explotar mi libertad expresiva, ese es mi fuerte.
El 28 de febrero estará en Ronda (Málaga) y el 13 de abril en el Teatro Cervantes. ¿Qué espectáculo nos espera?
Presentamos mi último disco: Hereje. Este es un proyecto donde he tenido la suerte de que artistas -como Juanes, Vanesa Martín, Andrés Calamaro, Vetusta Morla, Rozalén y Leiva-, que provienen del indie y el pop, hayan compuesto una canción para mí. Yo soy un mero intérprete, pero lo imprimo con mi sello y matiz flamenco. El único que aparece también cantando es Andrés Calamaro, en el tema que da título al disco.