Lo que nace en el sur siempre es de calidad. Desde el Rincón de la Victoria, llega un nuevo músico al panorama andaluz que trae un sonido, al mismo tiempo, innovador y tradicional. Desmelenao es el nombre artístico que envuelve a Samuel Sarrión, joven de 21 años que hace un mes lanzó su primer álbum: El niño ciego y alado. En este último proyecto demuestra su talento y capacidad creativa, producto de luchar desde que era un crío por su sueño: ser el artista que represente a Málaga.
Desmelenao se encuentra este año más cerca de cumplir sus objetivos, ya que ha puesto música a la nueva campaña de Turismo Costa del Sol, con una canción de su último disco: Queriendo flojito.
En una entrevista con El Español de Málaga, Desmelenao se abre para hablar sobre su disco y la temática que lo rodea: la historia de Don Juan, personaje de la obra de José Zorrilla, pero que en este caso regresa al siglo XXI desde una perspectiva contemporánea y humana.
¿Quién es Desmelenao?
Desmelenao es el nuevo pop malagueño. Mi música tiene una fuerte carga letrística, además mi mensaje va dirigido para todo el mundo, cualquiera se puede sentir identificado.
Has lanzado un álbum hace muy poquito: El niño ciego y alado. ¿Por qué ese título?
Con lo de “El niño” me refiero a la figura de Cupido. Él va volando con su arco y si te atraviesa con una flecha, te enamoras perdidamente de otra persona. Cupido al ser ciego no sabe a quien dispara, por eso se dice el amor es ciego. Todo el disco orbita en torno a la figura del amor y la masculinidad.
¿El amor es ciego?
Sí. En realidad esa es una pregunta del disco. ¿Hasta dónde llega el amor?, ¿dónde empieza el amor y dónde termina el puro deseo?
Hablas mucho sobre la figura de Don Juan en tus canciones, ¿qué es para ti ese concepto?
Don Juan, al igual que todos los mitos clásicos, habla de algo muy humano. Para mí, Don Juan Tenorio fue un redescubrimiento, porque lo leí en el instituto y en primero de carrera. Cuando era adolescente no me pareció tan relevante, pero en la segunda lectura vi que habla sobre temas muy actuales, a los que ahora llamamos: relación abierta, monogamia, poligamia, cuernos… Don Juan explora ese mundo bastante bien. Tuve un conflicto gordo conmigo mismo y leer la obra de José Zorrilla me ayudó a entenderme, desde mi postura de hombre, desde la masculinidad. ¿Qué cosas son inherentes en mí y cuáles son impuestas por mi entorno?, a raíz de ahí pensé: “Quizá debería hacer un disco”.
La figura del Don Juan nace con Zorrilla. Ha pasado más de un siglo y medio. ¿Crees que se ha actualizado a los tiempos presentes?
Sí, 100%. De hecho, creo que está más ahora que hace 50 años. Don Juan es alguien muy español, un dandi que va por ahí ligando con todo lo que se mueve. Es muy fácil que en una situación de fiesta te hayas encontrado a un personaje de este tipo. La pregunta que me hago es: ¿hasta qué punto esas actitudes son instauradas en nuestra cabeza? Siento que tu valor como persona depende mucho del número de gente a la que hayas sido capaz de conquistar, no sólo en las relaciones heterosexuales, sino en general. Existe una mercantilización de los seres humanos peligrosa.
¿Cuánto de Don Juan hay en ti?
En todo el mundo hay un poquito de Don Juan y un poquito de Doña Inés, sobre todo en los jóvenes. Conforme he ido enseñando el disco, me he dado cuenta de que estas temáticas le tocan directamente a mucha gente, ya sea porque piensan igual que Don Juan o porque vivan su mismo conflicto. Aunque entiendo que algunos odien a este personaje. Hay quien se identifica con Doña Inés, al fin y al cabo ambos son una dualidad que está siempre en todos cuando nos relacionamos.
¿Piensas que la figura del hombre mujeriego es machista?
Sí. Evidentemente, hay una connotación bastante machista. Pero, a día de hoy, este término se ha extendido a los hombres heteros, mujeres, colectivo queer... de hecho, yo que pertenezco a ese colectivo, he visto esa idea de que todas las noches tienes que ligar con alguien distinto. Liarte con el mayor número de gente posible es considerado una hazaña y logro. Conozco más de siete personas que tienen una lista de gente con la que se han liado, esto me parece algo un poco cuestionable.
¿Nunca lo has hecho?
Nunca. No he tenido tanta vida sexual, por lo pronto.
En los videoclips de tu álbum pones algunas imágenes de Julio Iglesias. ¿Cuánto te ha inspirado su figura para hacer este proyecto?
Muchísimo. Julio Iglesias me parece el ejemplo perfecto de Don Juan. Me hace mucha gracia que la gente joven lo vea como alguien súper añejo y desfasado, porque no lo es. Iglesias está muy metido en la cabeza de todos como referente y los mismos que lo ven como alguien súper asqueroso, por ser un hombre mayor, hacen exactamente lo mismo que él, solo que quitando lo ibérico, macho o varonil.
¿Hay muchos Julios Iglesias en la actualidad?
Muchísimos. Hay un poco de Julio Iglesias en toda la gente joven.
En muchas canciones de tu álbum afirmas: “Soy un cabrón”, ¿lo eres?
Ahora no, pero lo he sido. Quizás este disco me haya ayudado a no serlo. He sido un cabrón muchas veces con personas a las que quiero y que, evidentemente, no se lo merecían. Creo que ese es uno de los puntos claves de Don Juan: la redención. Al final Dios lo perdona, o no, en cada una de las iteraciones hay un final distinto, en mi disco hay otro, no lo voy a decir, escuchadlo y veréis cómo termina su historia.
¿Dirías que Don Juan tiene, lo que ahora podríamos llamar, masculinidad frágil?
Totalmente. A él no le gusta sentir que se ponen en duda sus capacidades como conquistador. De hecho, hay una cosa muy interesante: el componente numérico de Don Juan. Él es una persona muy matemática, lo que decía antes, ¿cuánta gente has podido conquistar?, dependiendo de lo que me digas te voy a considerar de una forma u otra.
¿Es un virus que está presente en esta sociedad?
No creo que sea un virus, sino algo humano. Ahí está la duda en realidad. ¿Cuánto de humano tiene? Yo veo un poco de Don Juan en mí, hay un punto que es adquirido, pero también siento que hay otro que es natural. A la mayoría de la gente le gusta gustar, es raro que la gente no disfrute de eso, y por ello creo que hay un poco de Doña Inés y de Don Juan en todos nosotros. También se habla del tema de los celos, si alguien te gusta no disfrutas de que el resto la desee de la misma manera que tú, ese es precisamente uno de los dilemas del poliamor.
¿Crees en el poliamor?
No soy nadie para ponerlo en duda. Yo igual dentro de cinco años me veo en una relación así, aunque ahora mismo no lo creo. La gente que se cierra en banda a eso, o que lo intenta suprimir, me parece igual de reaccionaria que un mitin político de Vox. Creo que la monogamia está demasiado blanqueada. Hablar mal de la poligamia me parece un discurso muy peligroso. Además, todo es súper cíclico, hace diez años atrás se veía al poliamor como: “guau”, “genial”, “el movimiento hippy a tope”, y ahora en cambio veo a la gente de mi edad opinando bastante lo contrario.
¿En serio?
Sí. Yo veo a la gente moderna o bohemia con mucha más tendencia a la monogamia.
Pero tú eres monógamo.
Ahora mismo sí.
Estarías de acuerdo con la canción del grupo Veintiuno que dice: “El poliamor son los cuernos de siempre”.
La conozco. Me parece hasta graciosa, pero no estoy de acuerdo. Adjudicar los cuernos al poliamor es como negar que estos no llevan existiendo toda la historia de la humanidad. O sea, culpar al poliamor de tu poca capacidad de compromiso me parece ridículo.
¿Qué son para ti los cuernos?
Cuando has engañado a tu pareja. La confianza es lo primordial. Si tú y yo establecemos tener una relación poliamorosa tenemos que poner nuestros límites y si tú te los pasas, evidentemente, me estás engañando o poniendo los cuernos, como quieras llamarlo. Lo mismo para una relación monógama y convencional. Creo que es algo súper sencillo de entender, no comprendo por qué la gente no termina de verlo claro.
Al final del videoclip de Hierro y miel dices que la mitad de tu álbum es gracias a una tal Alba. ¿Nos puedes hablar de ella?
Ella es la mitad del proyecto. Alba, mi pareja, es una de las grandes cabezas pensantes de este disco. Sin ella no se podría haber construido. Es una artista multidisciplinar, lleva la escenografía, performance, dirección de arte… Ya te digo, un 50%.
¿Cómo es trabajar con tu pareja?
Es muy guay, porque al final la persona con la que comparto el día a día es la persona que mejor me entiende. Evidentemente, igual que tienes una discusión de trabajo con un compañero, la tienes con tu pareja. Lo bueno es que diferenciamos bastante el trabajo de nuestra relación.