De autodidacta en un pequeño pueblo de Huelva a impulsar la ciberseguridad del Gobierno de Islandia, la agencia de calificación crediticia Moody's o la cadena Starbucks. La historia de la startup Hermes Security Solutions, afincada en Málaga, es tan asombrosa como la de su fundador y CEO, Cristian Mateo: dejó los estudios tras el Bachillerato y ahora es una de las tecnológicas emergentes de la provincia que, desde la sombra mediática, está llegando a los estamentos más altos en siquiera un año de vida.
"Queremos cambiar el ecosistema de la ciberseguridad. Estamos haciendo algo chulo y nos están reconociendo el trabajo", expresa Mateo en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga: "Queremos ser innovadores y cambiar el paradigma de la ciberseguridad ofensiva. Quiero contribuir, como ya ha hecho otra gente en el sector tecnológico".
Este joven onubense se define como una persona "simple" y "llana" que ha logrado llegar a esta posición "por echarle horas": "Decidí confiar en mí y no estudiar ninguna carrera, y ha salido bien la cosa", afirma. Ahora, en el ecosistema tecnológico de Málaga al que se mudó hace tres meses, concretamente incubado en el BIC Euronova del Málaga TechPark, cree que ha encontrado su sitio y se encuentra feliz: "A mí de Despeñaperros para arriba me da depresión. Si me quitas Andalucía, su calidez y su gente..."
Pero ¿en qué consiste Hermes Security Solutions? Él mismo lo explica: "Somos una startup de ciberseguridad ofensiva. Atacamos las infraestructuras críticas de pymes y grandes corporaciones, incluso gobiernos", detalla. Entre sus clientes, algunos de los gigantes globales y gubernamentales ya mencionados, pero también pymes y startups: "Hemos desarrollado una inteligencia artificial muy innovadora: no es como Chat GPT, sino que toma decisiones y va descubriendo los fallos hasta averiguar la brecha de seguridad".
"Nosotros lo que hacemos es ponernos en la piel de los malos, pero sin ser malos", define Cristian Mateo, que resalta que la transversalidad del mercado de la ciberseguridad, "uno de los más grandes del mundo": "Hacemos un tipo de ataque preventivo y reparamos la brecha de seguridad. Generamos la solución y prevemos ese ataque de los ciberdelincuentes. Ahorramos miles y millones de euros".
La idea de crear su propia tecnológica nació hace menos de un año. Mateo ya trabajaba por cuenta propia en asuntos de ciberseguridad para empresas, pero no llegaba a todo lo que hubiera querido: "No daba abasto. De la falta de tiempo nace la necesidad de crear una inteligencia artificial que automatice el comportamiento de un humano real, casi replicarme a mí mismo. El objetivo es facilitar ese trabajo y poder profundizar en nuevos fallos para proteger más a los clientes".
"Lo creé de la nada, luego ya incorporé a gente [actualmente son siete personas]. He llegado a echar 25 horas de trabajo sin parar, pero a mí no me importa porque esta es mi pasión", se justifica: "No hay un día que me levante y diga que no tengo ganas de ir a trabajar. Para mí es un sueño hecho realidad y trabajo de lunes a lunes, le echo horas y horas. Estoy dedicándole mucho tiempo y mucho esfuerzo, es mucho sacrificio, pero ha dado resultados".
Y los resultados están: en su empresa ya ha entrado un fondo de capital riesgo con unas cifras que no puede compartir por confidencialidad, y asegura que ha rechazado a más inversores: "Yo nunca busqué inversión, nunca. Fue que en un concurso di un pitch de un minuto y a alguien le gustaría", relata: "Si buscas financiación, olvídate. Nunca te va a llegar o te va a llegar lo que tú no quieres. En vez de perder ese tiempo en buscar financiación, inviértelo en avanzar tu idea y tu método. Si lo tuyo vale, la financiación llegará sola".