Cuando despertó, el dolor de espalda todavía estaba ahí. Tras un día duro, después de una noche en la posición incorrecta o como una manera de somatizar nuestras ansiedades; los problemas relacionados con la movilidad del cuerpo parecen estar cada vez más presentes. "Actualmente, el ratio de fisioterapeutas por persona en España está por debajo de lo recomendado por la OMS. En torno a un tercio de la población necesita un fisio, y por la falta de profesionales en los sistemas de salud no podemos atenderlos", explica en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga el jefe de operaciones (COO, por sus siglas en inglés) de Fisia, Miguel Jiménez.
Esta startup malagueña se dedica justamente a eso: intentar acercar esta disciplina al mayor número de personas posible mediante la digitalización y la inteligencia artificial. Lo hacen mediante una aplicación móvil para pacientes y una app web para los profesionales de la fisioterapia, mediante la cual puede generar planes de ejercicios personalizados apoyados en vídeos grabados. "Se los manda al paciente y él los puede ver en su aplicación", especifica Jiménez.
"Hay pacientes con lesiones importante que requieren de un proceso de rehabilitación. A lo mejor vas a la consulta dos o tres días y el fisio te manda ejercicios en un papel, pero no hay forma de que el profesional siga si la persona hace los ejercicios que le manda", continúa el COO de Fisia. Él mismo es fisioterapeuta de profesión, tiene experiencia clínica en el trabajo con pacientes y defiende la necesidad de "controlar y seguir sus progresos".
Miguel Jiménez tenía la inquietud de abrirse a la escalabilidad de los negocios digitales y por eso entró en el programa de aceleración de Demium en Málaga. Allí conoció a su actual socio y CEO de Fisia, Alberto Cárdenas, con experiencia en la dirección de empresas de salud. Ahora, están trabajando en la integración de la inteligencia artificial para llevar el producto más allá.
"El punto más innovador y disruptivos está en que la IA puede seguir el movimiento del paciente en tiempo real. Son modelos que te reconocen el cuerpo, te ponen un puntito en cada articulación y te sigue", desarrolla Jiménez: "No te hace correcciones, sino que va dejando datos de movilidad. Eso sí, crea un efecto de feedback con el paciente respecto a su movimiento, para que tenga una referencia visual de cómo ha sido".
El siguiente paso será utilizar esos registros de los movimientos para que el fisioterapeuta le pueda indicar a la máquina cómo quiere que el paciente haga los ejercicios y esta le corrija a tiempo real. Esto supone, subraya el COO de Fisia, una optimización muy relevante del proceso de recuperación. "Cobra especial sentido en sistemas saturados, como pueden ser hospitales públicos, mutuas y aseguradoras", argumenta el COO de Fisia: "Estamos ampliando el número de paciente a los que podemos llegar e influir positivamente".
"Yo vengo del sector de la salud y siento lo que mis compañeros. La idea de una máquina que tome decisiones por su cuenta es arriesgada; pero en este caso se trata de generar un sistema en el que todo fluya en función de la decisión que prescribe un fisioterapeuta o un médico, por lo que al final toma sentido", hace hincapié. Fisia actualmente tiene una ronda de inversión abierta y está centrada en sumar métricas para que su propuesta de valor sea aún más atractiva para el capital riesgo.
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