Pablo López llevaba tan solo unos minutos subido al escenario de la plaza de toros de La Malagueta cuando el pequeño Mike, que apenas tiene seis años, se asomó entre los huecos de la barandilla que dibujaba una de las zonas del tendido.
El niño, que solo tiene 6 años, vestía la camiseta verde y morada del club de baloncesto que adora, el Unicaja. Con sus manos sujetaba una pancarta que había pintado con unas acuarelas. "Tu bandera, por favor", rezaba el cartel. Anoche, Mike acudió a la plaza de toros a ver a Pablo López de la mano de su madre, Consu, y de su padre, Stefan, así como su hermano, Toño y sus abuelos. Todos querían que López interpretara el himno del equipo de sus amores para que apareciera una gran sonrisa en su rostro.
La grada estaba muy oscura y la posición en la que se sienta Pablo al piano sobre el escenario no ayudaba a que el artista viera la pancarta que con tanto cariño había pintado Mike junto a su hermano. No había forma. Su padre trataba de ayudarles, algunas personas en la grada se la iluminaban, pero nada.
Entonces, algunas personas empezaron a gritar "¡Canta el himno del Unicaja, Pablo!", "Tu bandera", "¡Unicaja, Unicaja!" y aunque pareció que el cantante estaba ignorando las peticiones del público en un momento, en otro instante en el que no estaba cantando, se le escapó la risa al ver cómo casi la totalidad de la plaza insistió en pedirle el himno. Sabe que el público es soberano, más aún en la tierra que le vio nacer, así que cedió, sobre todo, por el momento tan importante en el que se encuentra el club, que debe ganar en Murcia esta tarde para continuar en los playoff de la liga ACB.
"¿Remontamos o no?", se preguntó el cantante de Fuengirola, antes de entonar el himno. El pequeño Mike no podía creérselo. Lejos de saltar o bailar al escuchar que lo había conseguido, se quedó embelesado, mirando al escenario, de nuevo con su cabeza entre los barrotes. Su hermano le felicitaba a su lado y su padre le sacaba fotografías y vídeos, feliz por ver contentos a sus niños.
Según cuenta el propio Mike a EL ESPAÑOL de Málaga, él se interesó por el baloncesto por su amigo David, que le "inspiró" y le enseñó a amar la camiseta verdimorada. Así, cuenta, su seño Laura tiene un abono en el Carpena y es una "súper fan" y su abuelo era árbitro de baloncesto en Arjonilla, en Jaén.
"Mike es boquerón, pero yo soy inglés y su madre española, llevamos solo siete años en Málaga", prosigue su padre, quien ya se siente malagueño, aunque su rostro y su acento expongan sus raíces británicas. Respecto a su hijo pequeño, cuenta la familia con una sonrisa, "habla boquerón y un inglés nativo".
Además de por el Unicaja, Mike estaba anoche en La Malagueta por el propio Pablo López, le encanta la música. Además, como el de Fuengirola, él también sabe tocar el piano, estudia en la Escuela de Música Hayarte, en el Cerrado de Calderón. Cuando va a algún sitio y se encuentra un piano, no duda en interpretar Tu bandera, que se sabe al pie de la letra. ¡Incluso en mitadd de un aeropuerto! Sin duda, pequeños como Mike suman para convertir a la marea verde en la mejor afición de España.