Las nuevas generaciones de familias ilustres del Carnaval de Málaga arrasan en la Gran Final del COAC
Vencieron, en la modalidad de murgas, 'Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere; en cuartetos, El misterio del tiempo; en comparsas, La malagueñíssima ; y en cuarteto juvenil, A tres metros del suelo.
3 febrero, 2024 08:55Noticias relacionadas
Llegó el final. Si este artículo lo redactara un comparsista, ahora mismo estas letras se teñirían del color del papelillo y la serpentina que ha caído a lo largo de la Gran Final del COAC del Carnaval de Málaga. Después de horas sin dormir, de mucho trabajo, de una larga batalla de coplas, este viernes, o más bien este sábado, ante las intempestivas horas a las que ha acabado la final --el último grupo cantó a las cinco de la mañana--, el jurado al fin dictó su veredicto.
En comparsas ganó La Malagueñíssima, en murgas, Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere y en cuartetos, El misterio del tiempo se llevó el cabezón dorado y en juveniles volvió a lograr, un año más, el primer puesto el cuarteto A tres metros del suelo. Pero eso fue el final de la historia. La Gran Final fue larga, pero intensa y repleta de buenas letras. Al lío con el último análisis de este COAC 2024:
El último superviviente
Una auténtica lástima lo de estos vecinos del Centro. Aunque firmaron unas brillantes actuaciones en preliminares y semifinales, en la final se desinflaron. Cantar los primeros no les vino nada bien. Aunque arrancaron conectando con el público e hicieron una buenísima tanda de pasodobles, los cuplés fueron un bajón absoluto, sobre todo por todo lo que mascaron.
En los pasodobles recordaron, en el caso del primero, su paso por el concurso del año pasado, catastrófico, con Entre Algodones. En el desarrollo contaron que supieron sobreponerse del duro golpe hasta llegar a la Gran Final como uno de los claros favoritos.
En el segundo, le cayó a Francisco de la Torre el primer palo de la noche. Ese "Alcalde, vamo a escuchá" adelantaba lo que vendría minutos después. Los Malagüitas le pidieron una calle libre de horarios por carnaval para las agrupaciones. En ese momento sí estaba el alcalde de Málaga, pero escuchó pocos pasodobles desde el palco presidencial.
En los cuplés, el primero fue para el terraplanismo, "tener un huevo colgao y el otro lo mismo" y el segundo, donde se notó más que mascaron, que acabaron rematando con su ya memorable cántico "¡Qué vienen los guiris!".
En el popurrí, en la cuarteta del confeti metieron algunos cambios simpáticos, como que de una ventana saliera el personaje que interpretaban el año pasado apuntándoles con un cañón de confeti. Pese a todo, hay que decir que han hecho un fantástico concurso que les ha dado un tercer premio en su modalidad.
Los Incurables
Aunque creo que la mayoría de la prensa esperábamos que los de Juani vinieran con el inicio de la presentación cambiada tras pasar a la final, repitieron el mismo procedimiento que en pases anteriores, donde se escuchaba la voz de Toni Vertedor diciendo que no pasaban a la final y ellos decían que no pasaba nada, que al concurso había que venir llorado.
En la tanda de pasodobles, dedicaron el primero a Maxi, el pregonero, que este sábado dará el pregón en la plaza de la Constitución a las 20.00 horas, y que tan importante ha sido para este grupo. Así, en el segundo narraron lo que pasaron San Ciriaco y Santa Paula para rematar con la defensa de la prisión permanente revisable para que se "pudran" los criminales en las cárceles españolas.
Se pusieron más alegres en los cuplés. El primero, de pelo. El segundo, a Kiko Rivera, que se lo come "tó". El popurrí estuvo mejor ejecutado que en pases anteriores, pero siguió habiendo algunos descontroles. Creo que dejaron sin existencias de papelillos a Málaga entera.
Leyendas de pasión
Esta vez Manolito quiso ir a ver tronos vestido de nazareno, y los padres no dudaron en llevarle la contraria. Espectacular pase de los del Chino, que finalmente se han llevado un segundo premio en la modalidad de murgas.
Tras una presentación que entra por los ojos, al igual que el popurrí, pues los malagueños se ven muy reflejados en estos padres hartos de la Semana Santa, en el primer pasodoble cantaron a las mujeres y en el segundo a Jony, "el bajito de la primera fila", que deja las tablas. Fue la primera despedida de la noche, donde fueron sucediéndose varias. Le crearon una encerrona delante de todo el Cervantes en forma de pasodoble.
Junto a los Leones, tuvieron la mejor tanda de cuplés, en ambos casos, de cupletinas, de la noche. La primera donde hablan en extranjero después de que el alcalde haya vendido la ciudad, estuvo simpática. También cantaron a Daniel Sancho, a camellos en La Palmilla e incluso a Daniel Sancho. En total, ocho cupletinas de bastante calidad que lograron hacer reír al público.
Insisto en que creo que el popurrí les ha dado, a falta de saber las puntuaciones desglosadas, casi la victoria, porque es de los mejores de este año. Encima en la final se han crecido. Felicidades, sobre todo después del año pasado tan complicado que tuvieron.
A tres metros del suelo
En esta ocasión, el cuarteto juvenil nos trajo el palco del Cervantes. En la parodia abordaron las actuaciones que iba a haber a lo largo de la noche, con alguna carguita a los grupos que llevaban, por ejemplo, tipos difíciles de entender. E incluso se rieron de cómo el público trata a las juveniles y dicen que se van a ir a cenar cuando ellas salgan.
En los cuplés, volvieron a bromear con el monaguillo que sale del bolso y en el segundo se metieron con el Morta, que se ha equivocado bastante a lo largo del concurso en la presentación de los diferentes grupos. Mejor esta tanda de cuplés que la de semifinales, sin duda.
En el tema libre, siguen en el Cervantes, comiendo, pero solo cuando está a oscuras. De un momento a otro aparece la dupla de Alberto Salas y Santi Torres, que dijeron que abandonaban la modalidad de cuarteto, pero ahí siguen enganchados gracias a las niñas. Interpretan al alcalde de Málaga y su guardia, que no es otro que Papelillo, otro icónico personaje del cuarteto.
Por allí se pasan ambos para saludar y liar el taco haciendo "clin, clin caja". Brillantísima actuación de estas grandes del carnaval, que se despidieron diciendo que no saben si volverán de juveniles... ¡Volved, pero plantando cara a los adultos!
La Malagueñíssima
Al fin llegó la Gran Final para estos niños, que se llevaron, nada más y nada menos, que el primer premio. Algunos de ellos llevan el apellido Gallego y han conseguido su ansiado primer premio con sus amigos, justo 30 años después de que sus familiares, esos que le inyectaron a ellos el veneno, también ganaran en 1994 con Caja de música.
La presentación entró sola en cada pase, pero es que en la final la interpretaron con una maestría alucinante y con una tranquilidad tremenda. Los pasodobles fueron, el primero a la abuela del autor, a la que quería sacar "dos lagrimitas" allá donde esté. Al acabar la interpretación, se pudo ver a David entre bambalinas lanzando un beso al cielo y a un miembro del jurado a lágrima viva.
El segundo fue el leñazo supremo de la noche a la clase política sin importar el color. Sin duda la mejor letra de la final. "El pueblo está todo el año tragando y tragando miseria y dolores, pero aquí llegó el bufón, les cantó y los arrojó... a los leones, a los leones".
En los cuplés, se acordaron de Carlos Pasky, aficionado ilustre de la fiesta, pero también de su mujer, que al final es la que siempre graba aunque él se lleve la fama y sea una "estrella". En el segundo se metieron con Paco de la Torre y su longevidad. "El gato era mortal, Pero el alcalde vivió y a la media hora se murió el gato", cantaron.
El popurrí es una pieza de museo. Impoluta. Enhorabuena por esta obra. Juan Carlos Aragón, de quien bebe el grupo entero como fuente de inspiración, estaría orgulloso allá donde esté. Merecidísimo.
Me tienes frito
Desde Roquetas, los de Norman volvieron a armar el follón. Saben ya lo que es una final del Carnaval de Málaga. Atesoran muchas a sus espaldas. Esta vez se han ido con un cuarto premio en su modalidad. Tras una presentación agotadora por el ritmazo que tiene, repleta de golpes, esta fritura comenzó su tanda de pasodobles, donde hablaron de un perro fallecido y lanzan un dardo a todos los colores políticos. Insisto, este año todos los pasodobles que han traído eran demasiado serios. Es difícil tragárselos con un tipo tan divertido, pero eso es cuestión de gustos.
En cuplés, el primero fue de pelo y en el segundo se quedaron con todo el teatro, al que pusieron en pie señalando con el dedo al cielo como si pidieran una ración en El Tintero, pero resulta que le dijeron al jurado que lo que estábamos pidiendo era a la fritura... de primero. Súper bien tirado y cantado. El popurrí también en la línea de los que traen, con mucha musicalidad y alegría e interpretando a muerte "aliñando la serpentina". Siempre gracias por venir.
Los dioses
Y tras el descanso y la entrega del Pito de Oro a título póstumo a Álvaro Siles 'El primo', llegó el turno para Los dioses, de la Comparsa de Alhaurín, que lo dio absolutamente todo sobre las tablas de principio a fin en su ofrenda al dios Febrero.
Vinieron más recatados que en pases anteriores en lo vocal. Sonaron más bonito que nunca. En la presentación, que es muy potente, añadieron nuevos efectos de luces, que parecían truenos. Muy llamativos y acertados.
En el primer pasodoble hicieron un repaso antológico por los dioses de nuestro carnaval que quedará para los anales de la historia. Una auténtica belleza. En el segundo piropearon a Málaga en prácticamente todo el desarrollo hasta el final, donde critican la gestión que se está haciendo con la ciudad. En semis, Dede se arriesgó a no llevar pasodobles malagueños, pero guardaba artillería.
Los cuplés fueron en la línea deportiva. En el primero cantaron a cómo un malaguista puede rozar los límites del sacrificio y el masoquismo y en el segundo hablaron del Mundial 2030, en el que La Rosaleda albergará algún que otro partido. Los alhaurinos bromean con que el alcalde propone llevar el metro a La Rosaleda para ese momento... y la FIFA dice que no tiene prisa... Y cambia el mundial para 2050. La historia interminable.
El popurrí me ha ido enamorando cada vez más conforme lo he ido oyendo. Es una preciosidad y en la final lo he disfrutado aún más.
Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere
Y los 'leoncitos' también lograron su ansiado primer premio con una historia que no puede ser más real, Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere. Desde el primer día ya se comentaba que la idea era "un 1", como se suele decir en el argot carnavalero, pero , pase a pase, han ido haciendo aún más méritos para consolidarse como los dignos ganadores.
En la tanda de pasodobles destaca el que le dedican a Antonio León 'El Canío'. Con él, la segunda despedida de la noche, aunque realmente es la tercera, pues Juani ya anunció en semifinales que se marchaba. En el caso de Antonio León, lo hace tras cuatro décadas haciendo carnaval junto a su familia, que ya es toda una institución en la fiesta. Se emocionó muchísimo. El segundo lo interpretaron con garra contra los políticos, a los que pidieron que pongan el carnaval en el lugar donde se merece dentro del panorama cultural.
La tanda de cupletinas les hizo llevarse, sin duda, el gato al agua. Una de ellas, en concreto, por su rigurosa actualidad, sobre la polémica con el Romaluz, el equipo del barrio de La Luz que ha tenido de patrocinador de un partido a un club de alterne. "A partir de ahora será... RomaLUCES de colores", remataron. La mayoría fueron en clave local/metacarnaval y calaron de lleno en el público.
Y como si no hubieran hecho ya suficiente, en el popurrí metieron una cuarteta nueva marca de la casa con la que hicieron que el público se activara. Ritmazo, alegría, tradición de la murga malagueña... Merecidísimo primer premio para estos Leones.
El misterio del tiempo
Los dos feriantes viajaron en la Gran Final durante la parodia a la II Guerra Mundial, con todo lo que eso conlleva. Allí se encontraron a dos soldados italianos que estaban componiendo el clásico Bella Ciao. Intentan salvarlos de las bombas viajando en el tiempo, pero en vistas de que solo conocen Sevilla de Andalucía, deciden que la historia siga su curso. La tanda de cuplés la cantaron con Franco, Mussolini y Hitler. Ahí es nada. En cuanto arrancó la guitarra, ninguno tenía cara de malos amigos, aunque tocar el pito les costó algo más.
El primer cuplé que cantaron fue de pelo y el segundo, sobre cómo la Fundación sigue igual pase el tiempo que pase. En el tema libre van al momento en el que se construye la catedral para hablar con Diego de Siloé (hicieron el chiste con que "sí lo es"). El público se quedó un poco sorprendido ante diferentes cameos que hubo, que sacaban un poco de la historia.
El circo del sol
Con el pase de esta comparsa y el concurso en general tengo sentimientos encontrados. En primer lugar, su pase de la Gran Final comenzó con unos segundos de tensión-sufrimiento-duda, pues se abrió el telón y todo estaba a oscuras y el show de José Mari Valenzuela no empezaba por algún fallo técnico. El tiempo pasaba y una sufría la angustia de que se les fuera el tiempo, pero todo empezó a rodar y los gladiadores pudieron salir a interpretar la presentación, que interpretaron, pese a todo, con la garra que merece.
En los pasodobles me sorprendió que Guti no llevara nada a Málaga. El primero lo dedicó a la salud mental y el segundo fue una crítica voraz a la izquierda, que ya no sabe si es más "facha" que la derecha. No fueron malas letras para nada, pero no acostumbra esta agrupación a algo así en una final.
En el primer cuplé jugaron, esta vez sí, con la Málaga romana. Ya en ese momento estaba De la Torre como alcalde. En el segundo se van al futuro y rematan con que seguramente Benji, uno de los componentes del jurado y murguista, siga de jurado, pues lleva varios años.
Como me pasó con Alhaurín, el popurrí de El circo del sol va entrando cada vez más conforme lo escuchas. Es adictiva la cuarteta del "tumbaíto". Particularmente quiero hacer mención especial a Negro, Samuel y, sobre todo, Curri Romero, por su grandísima interpretación. Curri ha sido sin duda un fichaje estrella. No ha fallado ni una en todo el concurso.
Cuando decía que tengo sentimientos encontrados es que quizá lo del uso de la base electrónica no ha sido buena idea, aunque se agradece, a su vez, esas ganas de innovar para hacer crecer nuestro carnaval.
Esta misma noche me dio la sensación de que los problemas técnicos los desconcentraron a todos de inicio. Fue un "Argh, qué rabia" en toda regla. Eso sí, hay que decir que tiene mucho mérito lo que han hecho, pues requiere muchísimo ensayo y coordinación para ir al ritmo de la base electrónica y que todo suene bonito. Felicidades, más allá del premio, por el trabajo que habéis hecho.
La cuenta, que nos vamos
Y si a las cuatro de la mañana servidora no podía más con su alma, ahí estaba Merchán para aparecer desde el cielo antes de cantar la presentación. Una presentación que de inicio se cambió ante la ausencia del Mesías en la mesa. Así, esta noche en vez de cenar, lo que hicieron fue irse de botellón. Ya era demasiado tarde y todos habían comido. Mucho arte. Mucha guasa. Merchán en estado puro.
En los pasodobles, Merchán cargó contra lo que denominaron la rebelión del papelillo, ese movimiento de carnavaleros que se unió en su día para sentar las bases de un nuevo carnaval. Critica que su murga y él fueron juzgados como Judas por no seguir el mismo camino. En el segundo, llegó la última despedida de la noche. A este paso los periodistas vamos a tener que animarnos a sacar una agrupación. No va a cantar nadie.
En la tanda de 'milagros', esta vez se pasó el juego. Le dijo al público que Jesús estaba en todos lados y se empezaron a iluminar diferentes zonas del teatro donde aguardaban otros 'representantes' de Jesús. Brutal.
Sin embargo, en los cuplés pincharon bastante, el primero contra Sevilla, un poco básico. En el segundo, tras cantar a Maxi, el pregonero, la murga se le ofrece como grupo en vista de que su capitán se marcha. No pudieron recrearse mucho en el popurrí porque tardó en bajarse de los cielos. Para el que no lo sepa, Merchán trabaja en altura, por lo que no pasó vértigo. Aquí hablamos de su profesión.
La tripulación del señor iluso
Y la última de la noche, pero no por ello menos importante, fue La tripulación del señor iluso, una de las comparsas más bellas que ha traído la Comparsa de Almería desde que nos visitan. Es tierna, dulce... Y siempre ha estado afinadísima. Tanto es así que ha logrado un tercer premio.
En los pasodobles hablaron de los abusos de la Iglesia y de la Desbandá. La forma de cantar el segundo es muy bonita. Lo hacen como si lo contaran a un niño, como si aquello de las vidas que se perdieron fueran solo un juego. Súper bonito.
Cuplés a las operaciones estéticas, un tema que se ha repetido bastante este COAC y el segundo a cómo las niñas se pasan el día haciéndose fotos en el baño frente al espejo. Trajeron un nuevo estribillo, aunque ambos eran toda una delicia. Con este, se atan a tierra con sus coloridos cables. Demasiado hicieron para cantar a las cinco de la mañana. No sé cómo pudieron afinar tanto. A esa hora tenía el doble de mérito. Por cierto, creo que van a poner las pompas de moda en los finales de popurrí. ¡Cómo lucen!
Y hasta aquí llegó nuestro COAC. Si Momo quiere, nos volveremos a ver en la ESAD y el Cervantes el año que viene. Mientras tanto, nos vemos en las calles. Gracias por estar ahí un año más.