La figura del hombre de trono ha experimentado una evolución constante en las últimas décadas. Los antiguos pagaos le cedieron el testigo a una generación de jóvenes que poco a poco empezaron a incorporarse a los varales. Un cambio radical que transformó por completo la manera de relacionarse con el aluminio. No solo por el vínculo afectivo con la corporación en cuestión; también por la mentalización que se ha ido desarrollando en las promociones presentes.
El doctor en Educación Física, José María Hinojosa, fue la primera persona que habló sobre la preparación de los portadores en una tesis. Han pasado 22 años desde que publicara su ensayo, en la que analizaba el esfuerzo físico de los portadores debajo del varal. Una semilla que plantó en el año 2000 y que poco a poco ha ido dando sus frutos. Con la mirada puesta en la próxima Semana Santa, Hinojosa recuerda qué le motivó a centrar su investigación en este aspecto cofrade: "El primer año que saqué un trono hice todo lo que no tenía que hacer y me tuvieron que sacar con una lipotimia, por lo que a partir de ahí comencé a trabajar para que a nadie más le pasara", explica.
Poco tiempo después, se compró un primer pulsómetro y comenzó a recoger aquellos valores que nacen del esfuerzo aplicado bajo los kilos: "La gente no se da cuenta de que la devoción es importante, pero que una actividad física como esta requiere una preparación previa". Aunque esto último no se extienda a todos los participantes: "Muchas personas no hacen nada de deporte durante el año y el día de la procesión se pegan una paliza tremenda. Sin embargo, poco a poco va calando y veo que un número importante de compañeros hacen caso de estos consejos", subraya.
En los últimos años, la profesionalización en el mundo de las hermandades ha sido una tónica constante. También en los tronos. Hinojosa destaca que antes no se tenía en cuenta "nada": roces, postura, dosificación... "La idea era que aguantaras como pudieras y luego tenías un año para recuperarte. Lo que he intentado influir es que no se quede solo en el día de la salida, sino que los hábitos saludables se mantengan durante todo el año", destaca el profesor de Educación Física y mayordomo del Nazareno del Paso.
Como prueba de esta evolución, relata que fue uno de los primeros que incorporó el Acuarius y las bebidas isotónicas en los tronos: "Me trataron como a un loco; hablamos de una época en la que todavía iban las latas aliñadas y los botijos con aguardiente. También era habitual beber copas antes y durante, algo heredado de los antiguos. Eso está desapareciendo, ahora ves a la gente con barritas energéticas en vez de bocatas de chorizo", cuenta. Insiste en que es importante "ser consciente" del lugar en el que estamos y lo que se está haciendo.
¿Cómo prepararse?
A través de su blog, José María publicó unos planes específicos adaptados a los diferentes niveles de forma de cada uno: "A los que llevan una vida más sedentaria se le pide que haga alguna caminata de vez en cuando, compaginándolo con ejercicios de resistencia". Estos cuadrantes son especialmente recurrentes en cuaresma, porque la gente tiene unos objetivos visibles. Junto al entrenamiento, Hinojosa subraya la importancia de tener bien protegida la espalda: "Es una manera de aumentar la vida útil del hombre de trono".
Después de la experiencia vivida en la Magna del pasado octubre, es posible que para la próxima Semana Santa las mascarillas sigan siendo necesarias. Por ello, recomienda que estos ejercicios se hagan con ella puesta: "El cubrebocas no es tan hermético como para evitar que entre el oxígeno, pero sí que origina cierta sensación de agobio. Lo ideal es irnos habituando a ella. En mi caso, siempre uso un pañuelo, porque es la forma de acostumbrarme después a la faraona. Hay que buscar la misma sensación que en una procesión".
A partir del Miércoles de Ceniza, José María Hinojosa recuperará la lista de 40 consejos en 40 días; una iniciativa que desarrolla cada Cuaresma a través de un hilo en su cuenta de Twitter @etohombredtrono: "Que tu cuerpo no sea un límite a tu devoción", asegura.
La alimentación del fondista
Pocos minutos después de la entrega de premios del Open de Australia, Rafa Nadal se fue directo al vestuario y comenzó a pedalear sobre una bicicleta estática. Allí recibió a Rod Laver y a su equipo, con quien celebró haber ganado su 21º Gran Slam. La imagen acabó dando la vuelta al mundo, convirtiéndose en una definición clara de lo que significan palabras como esfuerzo, trabajo, valor, y también, forma física. Ha sido tan trascendental que ha llegado hasta los hombres de trono de Málaga gracias a Juan Jesús Martín.
Este preparador físico utilizó la fotografía del tenista español como referencia en la última reunión de portadores celebrada en la casa hermandad del Rocío. ¿El motivo? Comenta que, además de la preparación previa, es fundamental realizar un trabajo de recuperación: "Si no lo hacemos, estamos prologando la fatiga". La clave para lograrlo está en la alimentación y en lo que él ha llamado la dieta del fondista. Unas tablas en las que se recogen los valores nutricionales que debes adquirir antes de la salida: "Los primeros días de la semana previa come algo con hidratos (180 gramos de arroz) y el resto, proteínas. Conforme avancen los días, equilibra ambas referencias y finalmente, en las últimas jornadas, incorpora los hidratos en cada una de las comidas que hagas".
Según explica Martín, con este método se llenan los músculos de glucógeno y por tanto aumentan las posibilidades de que la fatiga tarde más en llegar. Junto a esto, también defiende un buen calentamiento, con estiramientos, y un nivel de hidratación constante durante la procesión.
Una vez encerrado el trono, hay que tener cuidado con ir al día siguiente al fisio: "Es mejor esperar unos días a que se descongestione el músculo y drene mejor. Además, es bueno dejar pasar unos días para identificar posibles lesiones, ya que en los primeros momentos el músculo estará hinchado". Como recomendación, añade que poco a poco se empiece a recuperar la actividad física, favoreciendo el flujo de la sangre y la activación del cuerpo. Quien quiera llegar al día señalada en buena forma física, está todavía a tiempo de lograrlo.