El pasado mes de diciembre tres vecinos de Marbella subieron al pico de La Concha, a 1.215 metros de altitud, con el objetivo de colocar un azulejo en homenaje al malagueño Pablo Ráez junto al banco solidario que se colocó, por iniciativa de un bombero, en honor a las personas que padecen una enfermedad rara llamada 'Piel de mariposa' y que muchos consideran "el banco más bonito del mundo".
Uno de los chicos que ascendieron el pasado mes de diciembre es el que realizó el cuadro de cerámica, donde podía verse al joven junto a un texto que rezaba "En homenaje a Pablo Ráez, por su ejemplo de vida, lucha y superación". Ráez falleció en febrero de 2017 a causa de una leucemia. Su muerte conmocionó a un país que, gracias él, acabó concienciándose de la importancia de donar médula.
Sin embargo, esta semana, la imagen del azulejo totalmente destrozado ha conmocionado a todos. Hasta el momento se desconoce la identidad de las personas que puedan estar detrás de este acto vandálico.
"Romper su azulejo ya no puede herirle", afirma Esther Ráez. Se ha enterado de que lo habían destrozado a través de un amigo. Precisamente La Concha no es un sitio de paso, sino uno de los lugares más visitados por deportistas. Pablo hasta sus últimos días fue un gran deportista. El marbellí llegó a hacer ejercicio hasta estando ingresado en su habitación del Hospital Regional.
Los jóvenes realizaron este gesto para promover el ascenso de La Concha por parte del municipio marbellí para recordar a Pablo, que nunca será olvidado en Marbella por todo lo que consiguió mientras luchaba contra la leucemia.
En 2016, año que el joven divulgó acerca de la importancia de donar médula, se llegó a los 11.201 nuevos donantes de médula ósea en la provincia de Málaga, una cifra impensable hasta entonces (+1.300% respecto al año anterior).
"Lo que más lamento es que siempre haya alguien que necesite expresarse en términos de destrucción porque dentro de sí no sepa albergar amor", expresa Esther intentando entender que, por mucho que su hermano pudiera haber molestado a alguien, algo casi inentendible, estos actos "solo refuerzan la oscuridad de quien agrede".
Además de dañar el cuadro de cerámica, también han sido pintados los bordes del cuadro de colores rojo, azul y amarillo. El uso de estos colores ha generado polémica en un post de Instagram de la cuenta de activismo social 'Marbella se queja', donde cientos de marbellíes se citan diariamente para dar su opinión sobre la actualidad del municipio.
Muchos de ellos culpaban a personas extranjeras de haber dañado el homenaje porque los colores usados podrían corresponder a los de las banderas de Bolivia, Colombia o Venezuela, entre otros. Sin embargo, Esther ha sido clara al respecto y ha hecho hincapié en que lo que más le entristece es que alguien tenga que romper algo por "no albergar amor, sea de la nacionalidad que sea". Solo pide respeto para su familia y, sobre todo, para su hermano.