"Pecamos de exceso de confianza". Con esas palabras, el hermano mayor del Mutilado, Manuel Sánchez, explica la situación que la corporación está viviendo en los últimos días. Después de que el Cabildo les prohibiera salir de la Catedral el próximo Sábado de Pasión, día en el que está previsto que realicen la estación de penitencia, la cofradía del Sagrario se encuentra buscando una posible solución a un problema que "no esperábamos".
En conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, Sánchez cuenta que la decisión "no ha sentado bien": "Llevábamos mucho tiempo trabajando en ello, y era conocido por todo el mundo el cambio tan profundo que habíamos experimentado, haciendo sacrificios y esfuerzos para llegar al lugar en el que estamos", explica.
En los últimos años, la hermandad había actualizado sus estatutos, incorporado a la titular mariana, y restaurado al Cristo, incorporándose las piernas y cambiando la antigua advocación por una mucho más próxima a la Pasión de Jesús: Clemencia. Además, cabe señalar que la cofradía del Mutilado tiene su sede canónica en el Sagrario de Málaga, aunque actualmente se encuentran en la Catedral debido a las reformas del templo. Con estos antecedentes de modernización y convivencia constante con el Cabildo, todo parecía indicar que no habría contratiempos.
Sin embargo, no ha sido así: "Pensábamos que íbamos a recibir la autorización correspondiente porque la Catedral había vivido una apertura hacia el fenómeno cofrade, algo que antes no existía excepto en honrosas situaciones". Argumenta que, en la actualidad, la basílica de la Encarnación es el epicentro de la Semana Santa, tal y como se vio en la Magna o con la apertura de la segunda puerta en 2019.
Sánchez insiste en que en ningún momento pensaron que pudiera haber algún problema: "De hecho, no creemos que sea un inconveniente para la iglesia, ya que existe el precedente de cortejos partiendo desde el interior como el Carmen o la Victoria", subraya. Estaba previsto que la corporación celebrara mañana el Cabildo de salida, pero ha quedado aplazado con el objetivo de que la junta de gobierno pueda analizar las circunstancias, evaluar las opciones y estudiar las alternativas: "Está sobre la mesa la opción de que no podamos salir", afirma con contundencia el máximo responsable del Mutilado.
El problema reside en las dimensiones del trono, que había sido restaurado con el objetivo de que el Cristo pudiera volver a salir a la calle casi después de 50 años: "Hablamos de un trono de 3,10 de ancho por 6,5 de altura. Es como un palio de alto. Con estos números, las opciones se reducen. Llevamos varios días midiendo media Málaga", expone.
Una de las principales alternativas es Santo Domingo, aunque no es tan sencillo. El tamaño de las bóvedas interiores es inferior a la puerta, por lo que habría que modificar el sistema de sujeción de la cruz y la estructura superior del trono: "Estamos muy limitados, porque el tiempo de acción es muy reducido. Ojalá podamos salir, pero si no se puede posible, encontraríamos la solución para el año que viene".