Alegría, color, palmas, damasco y música. Cualquier cofrade tiene entre uno de sus primeros recuerdos la llegada de la procesión de la Pollinica. Cornetas y tambores, la cruz de guía y la ilusión de la primera cofradía en la calle. Eliminar el sonido a esta escena es, para una gran mayoría, mutilar esos recuerdos. Sin embargo, sacar de la ecuación la música cofrade, una de cuyas señas de identidad es la percusión, ayudaría a acercar las procesiones a grupos de personas que no pueden hacerlo.
La Pollinica ha anunciado este jueves que una parte de su recorrido será en silencio. Con este gesto, según relata Daniel Ortega, teniente hermano mayor de la cofradía, "muchas personas que tienen sensibilidad auditiva" podrán acercarse a la hermandad. Ortega afirma que hay personas cercanas a la Pollinica que tienen este tipo de dificultades y gracias a brindar esta oportunidad podrán disfrutar de la salida procesional.
Esta iniciativa que se ha hecho pública para la Semana Santa de 2022 "estaba prevista para 2020, pero la pandemia nos dejó sin la posibilidad de hacerlo entonces", indica Ortega. Así, la iniciativa parte del teniente hermano mayor y el albacea general, ambos profesores de Educación Especial: "Tenemos una inquietud especial por estos niños y en su momento vimos que una cabalgata de Reyes se hizo sin música".
La noticia de aquella celebración muda, habitualmente ruidosa, despertó la curiosidad de los pollinicos que automáticamente se pusieron a trabajar en esta posibilidad: "Aquel gesto en la cabalgata estaba centrado, sobre todo, en niños autistas. Sin embargo, hay muchos grados de autismo y no a todos les molestan los ruidos o las músicas altas. Por eso nosotros hablamos de personas, niños y adultos, con sensibilidad auditiva".
El tramo desde Puerta de Buenaventura, donde se encuentra la Librería Proteo, hasta la plaza del Teatro se realizará totalmente en silencio: "Ya está hablado con las bandas, cuando lleguen al lugar indicado, tanto la de cabeza como las de los tronos, dejarán de tocar". Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de pasar al son de las cajas chinas o de marchas con poca percusión, finalmente, será en absoluto silencio. Esto supone también un reto para toda la procesión: "Los dos tronos han ensayado el andar sin tambor", indica Ortega.
En la Pollinica, la cofradía de los niños de Málaga, han querido dar forma a esta inquietud que había entre algunos hermanos. Lo han hecho, además, con la ayuda de Francisco Pomares, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga y mayordomo de uno de los tronos de la Pollinica: "Ha hablado con algunas asociaciones. En un primer momento incluso hablamos de acotar un espacio, pero eso sería señalar a las personas con sensibilidad auditiva y lo que queremos es que estén con todo el mundo en la calle. Por eso, Paco (Francisco Pomares) ha hablado con algunas asociaciones y estarán allí" esperando el paso de la cofradía.
"En la hermandad tenemos a un joven que es familia de una persona histórica de la Pollinica que tiene autismo. Claro, nunca ha podido bajar a ver a su cofradía, porque tiene mucho miedo a los ruidos fuertes, y cuando lo comentamos, se emocionaron", indica Ortega. Así es como la Pollinica, la cofradía de los niños de Málaga, enmudecerá durante un tramo para acercarse a más personas. Un gesto con mucho sentido.