No eran ni las seis y media de la mañana y la plaza de San Pablo estaba a reventar, una estampa añeja, después de los dos años vividos. Almas que se aferraban a esa promesa en forma de clavel para Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad.
El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ofició la Misa del Alba, que tocó temas de actualidad como la guerra entre Rusia y Ucrania y, como era evidente, la pandemia. Esa que en 2020 hizo que los devotos trinitarios tuvieran que ver por televisión la Misa del Alba, para pedir salud al Cautivo y a la Trinidad. Esa que en 2021 limitó al mínimo el aforo de una plaza donde, precisamente, no reinaba la alegría que sí se está viviendo durante la jornada de este sábado, en la que la situación epidemiológica ha permitido a los cofrades salir a las calles con un sol brillante y los cielos despejados.
Ambas imágenes se mecían con su elegante paso en su camino al Hospital Civil con un sinfín de devotos a sus pies que trataban de perseguirlos para poder disfrutar de unos minutos más de mirada compartida con ellos.
Llegados al Hospital Civil, los hombres de trono, ataviados con traje y corbata negra y camisa blanca, cedieron los varales a las batas blancas, a los hombres y mujeres que, durante los primeros meses de la pandemia, se fueron a dormir a la habitación de al lado por miedo a contagiar a sus familiares, con el temor de no saber ni entender aún lo que supondría una palabra como Covid-19 en nuestras vidas.
Los facultativos acercaron el trono al interior del recinto hospitalario con motivo del 150 aniversario del Hospital Civil. Allí, los enfermos, bajo un toldo que les protegía del sol, recibían la imposición de medallas de la cofradía. Así, también se les cedió estampas que antes los médicos pasaron por la túnica del Cautivo y el manto de la Trinidad. Muchos de ellos se acabarán aferrando a ellas y estas acabarán reinando el cabecero de alguna que otra cama de hospital.
Pese a lo que están pasando, todos sonreían mirando al Cautivo y la Trinidad, al que se le cantó, como es habitual, una saeta. La intérprete, Isabel Guerrero. En el acto, también quiso tomar la palabra el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien aprovechó para agradecer a todos los facultativos su gran labor durante la pandemia y felicitar al hospital por el aniversario.
"Hoy estamos en un día de alegría y de esperanza. Alegría por ver al Cautivo y a la Virgen de la Trinidad paseando y meciéndose por las calles de Málaga. Alegría porque volvemos a reencontrarnos con nuestra Semana Santa y también esperanza para todas aquellas personas que desgraciadamente ahora se encuentran enfermas pero que tienen que saber que cuentan con magníficos profesionales sanitarios, que cuentan con el apoyo de la sociedad y con esa fe, que mueve montañas. Mucho ánimo, muchos pasos adelante y a luchar siempre contra cualquier enfermedad", ha expresado en su discurso.
Tras salir del Hospital Civil, donde durante la Cuaresma del año que viene volverán a retomar el acto habitual, sin aforos y algo más largo, Cautivo y Trinidad ya emprenden su camino hacia la casa hermandad, donde aguardarán hasta el próximo Lunes Santo, cuando, si el tiempo lo permite, bendecirán al pueblo de las calles de Málaga.