Recién estrenado octubre, los rayos del sol iluminaban la calle Nosquera para recibir al Señor de la Agonía a las cinco de la tarde. La imponente obra de Francisco Buiza iniciaba el recorrido de su procesión extraordinaria por su cincuentenario con las calles a rebosar desde San Julián, como antiguamente. Málaga tenía ganas de reencontrase con uno de los Titulares de la Hermandad de Las Penas y lo hacía por todo lo alto con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Esperanza.
Reconocido como uno de los crucificados más impresionantes de la provincia de Málaga, el Señor de la Agonía se está luciendo por las calles del Casco Histórico con un monte de corcho donde se pueden observar rosas rojas que están acompañadas de otras flores lilas como hortensias, lirios, cardos y orquídeas, entre otras.
Fue un sábado de lo más especial en lo cofrade, puesto que, además del Señor de la Agonía, también estarán en las calles malagueñas la Virgen de Lágrimas y Favores por su Rosario Vespertino y la Virgen de Mediadora, que ha salido por última vez de su parroquia en el Colegio Ave María. A partir del 12 de octubre trasladarán su sede canónica a la Iglesia de San Patricio, en Huelin.