Tres meses después de que se celebraran las elecciones a hermano mayor en la cofradía del Rescate, el culebrón parece llegar a su fin. El Obispado de Málaga, tras cambiar de parecer hasta en tres ocasiones, ha decretado la nulidad de unos comicios que se resolvieron a favor de Antonio Sastre (frente a Luis Bustos) por un ajustado margen de diferencia, 229 votos frente a 207.
El recurso interpuesto por un grupo de hermanos de la candidatura perdedora, alegando un error en las papeletas, hizo que la Iglesia anulara dicho cabildo. Sin embargo, tras varias entrevistas con todas las partes implicadas, acabó rectificando y legitimando los resultados... Hasta ahora.
En esta ocasión, el texto del obispo, Jesús Catalá, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, recoge que "debe decretarse" la nulidad de todo el proceso, volviendo al momento previo a la convocatoria de las elecciones y quedando sin efecto todas las manifestaciones producidas en este tiempo.
"Entendemos que es más beneficioso para todos los implicados decretar la nulidad, ya que se han observado demasiadas circunstancias no conformes con las normas aplicables", recoge el texto eclesiástico. ¿Qué es lo que ha ocurrido para llegar a este punto?
El problema principal sobre el que ha oscilado este baile de documentos ha sido, como se ha comentado, un error en la impresión de las papeletas. Sin embargo, el 12 de enero Luis Bustos y su equipo presentaron un nuevo escrito asegurando que en la candidatura de Antonio Sastre había dos divorciados, un elemento sobre el que no se había dejado constancia hasta entonces y fue corroborado por los afectados.
Estos hermanos venían ocupando los puestos de primer y segundo teniente hermano mayor (uno de ellos había participado como fiscal durante las últimas dos mayordomías, según fuentes consultadas). Ante estas nuevas aportaciones, se permitió a Sastre que presentara las alegaciones oportunas, manifestando el cofrade que el criterio de la Iglesia "tiene que ser favorable a la integración" de estas personas.
Sin embargo, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha matizado esas palabras, afirmando: "Entendemos que lamentablemente confunde dos circunstancias, la vida pública y la vida privada (...). Es obvio que la Iglesia no puede aceptar como miembro de una candidatura de una asociación pública de fieles a personas divorciadas que han vuelto a contraer matrimonio civil con otra persona". Igualmente, apunta a que el derecho canónico solo reconoce la unidad y la indisolubilidad como propiedades esenciales del matrimonio.
Tras un proceso de alegaciones, Palacio ha concluido que se han llevado a cabo actuaciones no acordes con las normas ni con los estatutos por parte de ambas candidaturas.
Además, la Junta de Gobierno deja de estar en funciones hasta la nueva convocatoria del cabildo general de elecciones (que deberá celebrarse entre la quinta semana de Pascua y la solemnidad del Corpus Christi). Esto supone que el actual equipo que rige la corporación del Martes Santo, con Joaquín González a la cabeza, será el encargo de sacar a la calle la procesión.
Hermanos mayores divorciados
Cabe señalar que este caso no es nuevo en el seno de la Iglesia malagueña. Ya en 2014, el Obispado llamó al orden al que por aquel entonces era hermano mayor de la Estrella, Antonio Villaba, debido a su condición de divorciado. Mismo desenlace tuvo el entonces máximo dirigente del Cautivo. Juan Partal abandonó el cargo pocos meses después debido a las presiones de Palacio y para evitar la intervención de la cofradía, según manifestó a los medios de comunicación hace nueve años.