Antes de salir cada día hacia la sede del torneo, el equipo de la Asociación de Debate Universitario de Málaga (ADUMA) bailaba un TikTok y lo pasaba al grupo de Whatsapp con todos los miembros de su club de oratoria, que les animaban desde Málaga. Al ritmo de "Maletero-tubo de escape-puerta-puerta-maletero-tubo de escape", estribillo del siempre infravalorado Kiko Rivera, Aduma se ha proclamado campeona de la Liga Española de Debate Universitario (LEDU).
"Ha sido un fin de semana muy supersticioso", relata en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga Jesús Henares, expresidente de ADUMA y uno de los miembros del equipo triunfador. No obstante, al entrar en materia sobre cuál es realmente el secreto de su victoria, la receta está clara: "Esto no es magia. El truco es trabajar".
Desde su análisis, "la oratoria es una disciplina, y como tal hay que trabajarla". "Si la entrenas, la mejorarás; si no, no la mejorarás. Para eso solo hace falta constancia y perseverancia", argumenta este malagueño, estudiante del Máster de Abogacía de la UMA.
Es con esa receta con la que ha llegado —junto con sus compañeros Silvia Escaño (alumna del grado de Trabajo Social), Belén Osorio (Máster de Abogacía), Andrea Zurera (Máster de Abogacía), Elena Hermana (Máster en Innovación, Emprendimiento y Liderazgo) y el formador-capitán Agustín Noya (Máster en Sociología Aplicada)— a alzarse este domingo en Zaragoza con el título de la más prestigiosa competición de oratoria de España.
"Es un reconocimiento a muchos años de esfuerzo. Ganar este premio tampoco significa nada, simplemente llegar a esa final y competir es un premio. No es cosa de tener suerte un año y ganar un torneo, somos gentes con muchos años en el debate", subraya Henares.
En la final, se enfrentaron a la Universidad de Vigo discutiendo en torno a esta pregunta: ¿Se verá afectada la democracia por la virtualización de la sociedad?. El jurado fue liderado por Alberto Rivera, expresidente de Ciudadanos, y contó con expertos en oratoria y directivos de importantes empresas que, en su juventud, fueron participantes de esa misma competición.
"La LEDU tiene una peculiaridad: la gran mayoría de los jueces son participantes de la antigua Liga Nacional de Debate Universitaria (una competición desaparecida en 2002 y que el propio Rivera ganó). Eso quiere decir que la mayoría no son jueces en el circuito habitual español, por lo que no es el mismo criterio. Son jueces que han visto otra manera de debatir, más espectacular, con más golpes de efecto, introducciones más grandilocuentes... Tratamos de interactuar más con el entorno, de dar una versión menos técnica y más apelando al pathos de Aristóteles", señala Jesús Henares.
Es así como han mejorado su puesto de semifinalistas del año pasado hasta el triunfo en esta edición. El propio Rivera les felicitó y expresó su sorpresa: si a él y su equipo de debate la Universidad Ramón Llull le pagaba los viajes en los que representaban a la entidad, no ha sido así con el equipo de la UMA. Seguro que los 6.000 euros de premio por quedar campeones les ayuda a recuperar algo la inversión.