Edificio del rectorado de la UMA.

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Educación

La UMA aprueba su presupuesto para 2025: 321 millones de euros y el reto de la sostenibilidad financiera

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La Universidad de Málaga atraviesa uno de sus momentos más complejos a nivel financiero. Tras hacer frente a un importante recorte de su presupuesto anual, ya traza nuevas medidas de ahorro para frenar la deuda. El Consejo de Gobierno ha dado ya luz verde al presupuesto de la institución para el ejercicio 2025, el cual deberá será remitido este próximo viernes al Consejo Social para su aprobación definitiva.

Según señalan a través de un comunicado, el presupuesto 2025 de la UMA superará ligeramente los 321 millones de euros, con un incremento del 2,9% respecto al ejercicio anterior. Los ingresos por transferencias corrientes alcanzarán el 69% del total, experimentando un aumento del 3,6%, principalmente por el incremento de fondos derivados del nuevo modelo andaluz de financiación. Los ingresos patrimoniales, aunque representan solo el 2%, registrarán un incremento significativo del 296%.

Estas son las primeras cuentas anuales elaboradas por el actual Equipo de Gobierno, liderado por el rector Teodomiro López, quien asumió su cargo el pasado enero tras su elección en diciembre del año pasado. El nuevo presupuesto sucederá a las cuentas prorrogadas de 2023, con las que la institución ha desarrollado su actividad durante el presente ejercicio.

En su intervención, previa a su presentación, el rector ha destacado las constantes reivindicaciones de las universidades públicas andaluzas en relación con la infrafinanciación de estas, "un asunto que siempre hemos compartido todos los rectores y la rectora en el contexto de la AUPA, y una prioridad absoluta para la UMA".

Durante la sesión, la gerente de la UMA, Rosario Gómez, presentó las principales líneas de un presupuesto que incluye un Plan de Estabilidad Financiera 2025-2027, aprobado por la Junta de Andalucía. Dicho plan recoge un conjunto de medidas orientadas a garantizar la sostenibilidad de la institución, basadas en la mejora de los ingresos, la racionalización del gasto y la optimización de los recursos de la universidad.

"Fue un requisito previo para que se pudiera formalizar recientemente un préstamo de hasta 48,5 millones de euros, destinado a financiar infraestructuras clave para la Universidad", ha recordado Gómez. La gerente ha señalado que el presupuesto se ve "fuertemente condicionado por la grave situación financiera heredada de los ejercicios 2022 y 2023".

En este contexto, ha explicado que uno de los principales factores del desequilibrio fue la expectativa del anterior equipo económico de obtener un préstamo de 24,8 millones de euros, "que finalmente no llegó a concretarse", y que se tradujo incluso en un déficit mayor, cercano a los 27 millones.

Asimismo, ha informado que la institución acumuló pagos pendientes por un importe aproximado de 18 millones de euros. "De esa cifra, siete millones ya han sido cubiertos con cargo al presupuesto de 2024, mientras que los once restantes continúan pendientes de liquidación", ha detallado.

También señalan que otro factor determinante en el desequilibrio es la reducción de la participación de la UMA en el reparto de fondos asignados por la Junta de Andalucía a las universidades públicas. Si en 2012 la UMA recibía el 15,1% de la financiación, en 2024 solo recibe el 13,8%, con una aportación por estudiante inferior a la media de las universidades andaluzas.

"Si analizamos las cifras, esta reducción en el período 2012-2024 ha supuesto una pérdida acumulada de 216,54 millones de euros en ingresos para la institución", detalla la gerente. Durante la defensa del Presupuesto, ha explicado la filosofía que guía la planificación económica para 2025, estructurada en tres ejes principales.

Contención del gasto

En primer lugar, se priorizará la contención del gasto, con el objetivo de garantizar una gestión eficiente de los recursos. En segundo lugar, se apostará por la generación de nuevos ingresos propios, centrados especialmente en la explotación de los recursos patrimoniales de la Universidad. Por último, se reforzará el compromiso con la calidad de la docencia y la investigación, mejorando la financiación destinada a centros y departamentos.

En el capítulo de gastos, los costes de personal alcanzarán los 220,6 millones de euros, lo que supone cerca del 70% del total del presupuesto, con un aumento del 3,3%. Atendiendo al Plan de Estabilidad Financiera, los gastos corrientes se reducen en un 1,8%. En este capítulo, las partidas correspondientes a los vicerrectorados disminuyen un 8,4%, mientras que las de centros y departamentos experimentan un incremento de un 22,1%.

También se incorporan medidas de alivio en los gastos corrientes generales, destacando un fuerte ahorro por consumos energéticos, y una mayor racionalidad en las ayudas propias, mejorando su progresividad y evitando duplicidades.

En cuanto al cierre del ejercicio 2024, Gómez ha destacado que "se espera una notable reducción del déficit ajustado en comparación con 2023, pasando de casi 27 millones a una cifra en torno a los tres millones de euros".

Respecto a la previsión de ingresos, a partir de las cifras del Proyecto de Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía se estima que la UMA recibirá en 2025 con cargo al modelo de financiación unos 238 millones de euros, lo que supone un incremento de 7 millones respecto al año anterior.

Entre las medidas destacadas en este capítulo, se prevén varias actuaciones coordinadas por el Vicerrectorado de Infraestructuras, que aumentarán los ingresos patrimoniales de la Universidad, algunos con impacto presupuestario importante en 2025, como es el caso de la construcción y explotación de una nueva residencia de estudiantes.

Plan estratégico 

El Consejo de Gobierno ha aprobado, en la misma sesión, el V Plan Estratégico 2025-2030 de la UMA. Este documento, que se remitirá para su debate y aportación al Claustro universitario el próximo mes de enero, establece las líneas fundamentales de acción de la UMA durante los próximos cinco años, señalando nuevas metas en los ámbitos laboral, social, académico, internacional, de investigación, innovación, transferencia de conocimiento, modernización de sus estructuras y sostenibilidad, entre otras.