A Esteban Ocon le gustan las bravas, los churros, la paella... Y también la Costa del Sol. El compañero francés de Fernando Alonso en Alpine, que ha ganado con épica la victoria en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, ha hecho que en Málaga se descorche champán, pues aquí se hunden las raíces de este joven piloto.
De abuelos paternos malagueños que emigraron a Francia, Ocon es uno de los pilotos con más proyección de la parrilla tras su desarrollo en Mercedes que le abrió las puertas de la casa Renault (ahora Alpine) donde comparte equipo con el asturiano Fernando Alonso en la vuelta del español a los circuitos.
Ocon ha reconocido en varias entrevistas su simpatía por Málaga, tierra de sus abuelos paternos, y por Barcelona, donde vive su primo. Está en consonancia con la cultura española y suele visitar el país cada vez que puede escaparse. Además de llevar a cabo entrenamientos en suelo español.
Nacido en la localidad normanda de Évreux en 1996, Ocon es reconocido dentro de la Fórmula Uno como un deportista afable y humilde cuya gran fortaleza reside en su inteligencia en carrera y su capacidad de aprendizaje y sacrificio.
El deportista con sangre malagueña chapurrea el español, aunque el que lo habla bien y con deje andaluz es su padre Laurent Ocon, el propietario de un garaje de coches que ha sido su gran mentor automovilístico. Los sacrificios de la familia del piloto de Alpine han sido decisivos para que en su palmarés ya cuente con un triunfo en un Gran Premio como el de Hungaroring.
Con su primera victoria en la F1, en la que ha sido providencial la ayuda de Alonso para defender a Hamilton, Ocon marca un nuevo hito en su corta carrera y gana más simpatía entre los aficionados españoles y malagueños que siguen sus hazañas al volante del monoplaza.