El Costa del Sol Málaga disputa este sábado la vuelta de la final de la Copa EHF con el reto de voltear los cuatro goles de renta del Rocasa Gran Canaria, un partido que puede marcar un hito para el balonmano nacional por la gran asistencia de público que se espera en el Carpena, alrededor de 7.500 espectadores, según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga.
Malagueñas y canarias tienen una gran cita con la historia este sábado y no están dispuestas a desaprovecharla: el Costa del Sol Málaga tiene el reto de la remontada frente a un rival exigente como el Rocasa Gran Canaria, que consiguió minimizar el talento ofensivo de las locales en el primer partido en Telde (21-17).
Será un encuentro muy simbólico, “una fiesta del balonmano”, como califica la jugadora madrileña del Costa del Sol Silvia Arderius, ya que se esperan unas de 7.500 personas en las gradas del Palacio de los Deportes del Carpena, lo que supondría superar el récord de asistencia a un partido de balonmano femenino, que se estableció en el pasado marzo con el España-Hungría disputado en Santander.
El Rocasa Gran Canaria ha sido campeón de la European Cup en dos ocasiones y en la ida supo rentabilizar la intensidad con la que salió de inicio y que supo alargar hasta el final, mientras que el Costa del Sol es vigente campeón y busca su quinto título en cinco finales disputadas en año y medio.
Las malagueñas se han entrenado este viernes por primera vez en el escenario de la vuelta de la final, que había estado ocupado por Unicaja hasta el pasado miércoles.
Desde el club se promueve también un recibimiento a las puertas del Martín Carpena por parte de la afición. Y para esta final también se ha promovido el apoyo de personalidades de la sociedad malagueña, que a través de las redes sociales han hecho llegar su mensaje de apoyo a las 'panteras'.
Con todo, ya solo falta que llegue la hora del choque para intentar una machada que queda marcada en el calendario del deporte malagueño.