Si tienes entre veinte y treinta años seguro que has escuchado alguna de sus canciones en los 2000. Q, tal, Escúchame mujer, Ojalá o El Misterio fueron algunos de los temas de la banda sevillana Fondo Flamenco que no faltaban en los mp3 de los millenials andaluces.
Con Fondo Flamenco se han enamorado, han llorado, han reído y hasta han saltado como un resorte del sofá en una casa rural con amigos, recordando viejos tiempos, puesto que el grupo lleva casi diez años de silencio. Sin embargo, hace unos meses, anunciaban algo que revolucionó a sus seguidores: su gira La última cita. Un tour con el que podrían "saldar esa deuda que teníamos con los que no seguían", según relatan a EL ESPAÑOL de Málaga los tres componentes del grupo: Astola, Antónimo y Rafa Ruda.
Por Málaga pasarán esta misma noche. El grupo se reencontrará con el público malagueño en el Auditorio Cortijo de Torres. "Se van a encontrar música, música y más música. Vamos a decir 'Hola, Málaga, qué bella eres' y a cantar. Son un total de 27 temas", explican. La gira acabará el 23 de julio en Badajoz y han hecho sold out en varias ciudades pese a sus diez años de silencio. Nadie les ha olvidado.
¿El inicio de este reencuentro? Un directo de Instagram en el confinamiento donde se unieron y que hizo a sus fanes enloquecer absolutamente. "Vimos al público al otro lado de la pantalla y nos entraron ganas de volver a sentir lo mismo, pero frente al escenario, aunque fuera por última vez juntos, momentáneamente", reconoce Astola.
Antónimo, por su parte, cree que "puede que la pandemia haya tenido algo que ver". "Yo creo que había tantas ganas de ver otra vez conciertos, todos juntitos, que hasta nos hemos unido nosotros. No sé si ha tenido mucho que ver el Covid, pero sí que creo que ha sumado a la energía de querer volver", añade Rafa Ruda.
Sobre el perfil del público que acude a los conciertos, les ha sorprendido mucho. Hay muchos menores de 18. "Son personas que han escuchado nuestra música en Spotify, después de acabar nuestra carrera. Ellos vienen a nuestro primer concierto", relatan.
Comenzaron en la música como un juego. De hecho, Astola y Rafa, como quien no quiere la cosa, se conocieron el Día de la Música, Santa Cecilia. "No podemos ser más peliculeros", bromean ambos. Y a Antonio lo conocimos en la feria, "algo muy peliculero y andaluz también, sí", relatan entre risas.
"Fue el flamenco lo que nos unió. Yo tocaba la guitarra y Astola se interesó mucho. Ya después llegó Antonio, otro que era muy flamenco, cantando todo el día por Camarón de la Isla. Y así surgió", dice con algo más de seriedad Ruda.
Los recuerdos que tienen del inicio de Fondo Flamenco los comparan con los recuerdos que el resto de los mortales tienen de su infancia. "Algo muy vivo en algunos momentos, pero que se nubla en otros. Nos molesta cuando se nos olvidan cosas importantes que nos han pasado. Surgió todo de una manera muy natural, éramos unos quinceañeros y fuimos formándonos con el paso de los años", relatan. Rafa, por su parte, añade entre risas: "Yo lo que sé es que fuimos disco de oro, pero en la puerta de El Corte Inglés, en el top manta. Luego el fan no entraba. Éramos los reyes del pirateo".
Destacan que lo mejor de su carrera ha sido que no ha surgido "ningún juguete roto", "ningún Joselito". Todo ello, creen, que gracias a no haber tocado a la puerta de ninguna discográfica. "Por eso ha sido más divertido aún. Fue todo como un juego. De Málaga nos hemos recorrido todas y cada una de las ferias de sus pueblos", apuntan.
El adiós a Fondo Flamenco llegó porque "era algo que ya tenía que ocurrir". "Lo sabíamos todos", dicen a la vez. "El público nos pidió que hiciéramos algo que no nos apetecía. No hacíamos las cosas obligados. Como el público se puso tonto, decidimos seguir nuestro camino, que teníamos las cosas muy claras, por separado, pero haciendo cosas a la vez. No pasaba nada, seguíamos siendo amigos y, cuando nos ha salido del alma, nos hemos juntado, aunque sea un rato", zanjan.
Aún quedan entradas disponibles para el concierto de esta noche aquí.