Para un futbolista, regresar de una grave lesión es como volver a nacer. Es un proceso complejo, gris y con más sombras que luces. Una batalla con uno mismo que parece que no va a tener final. Pero siempre llega. O al menos, la reaparición termina produciéndose. Es el caso de Pablo Chavarría, que este domingo volvió a sentirse futbolista después de 243 días en el dique seco. Casi nada.
El delantero argentino fue la gran sorpresa del once de José Alberto ante el Real Oviedo y fue la cara de un partido que salió cruz y que deja la resaca de un Kevin maltratado otra vez. Una persecución que no tiene protección. Los rivales le han tomado la matrícula al extremo malaguista y no dudan en atacar con dureza cada acción suya. Sin embargo, los golpes no reciben castigo. Ya hay queja malaguista al respecto una vez más, pero de momento cae en saco roto y el joven blanquiazul es duda para medirse al Sanse (Real Sociedad B) este jueves.
El que sí estará será Chavarría. Y es que aunque en la previa se comentó que cada vez estaba más cerca de reaparecer, su puesta en escena se esperaba más entrando desde el banquillo para ir cogiendo ritmo de competición poco a poco. Pero el técnico asturiano debió de verlo en condiciones óptimas para aportar desde el inicio tras un partidillo de entrenamiento durante la semana donde incluso llegó a marcar un buen gol. Finalmente, su protagonismo en los 45 minutos que estuvo sobre la pista fue escaso, aunque esa es harina de otro costal.
Y es que Chavarría aguantó la primera mitad. No está claro si estaba pactado o si el entrenador blanquiazul quería darle un giro de tuerca a su equipo, que ya estaba perdiendo al descanso. Pero lo cierto es que el ’12’ estuvo muy aislado, lento en algunos movimientos lógicos por la inactividad y sin ninguna ocasión de gol, ya que el Málaga fue nulo en ataque en los primeros 45 minutos.
"Fue mucho tiempo el que estuve fuera y estoy contento por volver. Llevo mucho trabajo, pasé por momentos muy duros y ahora estoy viendo la luz al final del túnel", explicó el delantero al término del partido. "Quiero seguir avanzando y ayudar al equipo en los minutos que me toque estar", continuó.
En cualquier caso, Chavarría ya es uno más y si ha sumado 45 minutos de golpe, es previsible que comience a contar en los próximos compromisos. El siguiente, sin ir más lejos, será este jueves a partir de las 21.15 horas en La Rosaleda contra el Sanse. Un partido que puede ser ‘propicio’ para que el argentino vaya tomando más ritmo competitivo. Todo ello además con la baja de Sekou, que aún estará varias semanas más en el dique seco y que su hueco puede ser cubierto por Chavarría.
Pendientes de Kevin
Casi sin tiempo para digerir la derrota en Oviedo que se gestó en los últimos minutos de juego, el Málaga ya mira al duelo de este jueves contra el filial donostiarra. Será un partido donde los de José Alberto intentarán hacer valer su factor campo y habrá que esperar el parte de bajas del duelo contra el Real Oviedo, que dejó a algún jugador tocado, como Kevin. El extremo malaguista está siendo objeto de faltas continuas que están lastrando su rendimiento.
Precisamente de ello se quejó el entrenador malaguista en sala de prensa al término del partido. "Kevin está mal, un jugador al que le están cosiendo a palos en todos los partidos es difícil que pueda recuperarse. En la Selección Española tenemos grandes jugadores de posesión, pero no tenemos regateadores y al final nos vamos a quedar sin ellos. A los jugadores con esas características hay que protegerlos un poco", lamentó José Alberto, que no es la primera vez que alza la voz por el acoso que está recibiendo el talentoso jugador del barrio de La Trinidad.
Kevin acabó con el tobillo hinchado por los golpes. Es una constante y está lastrando su juego, cada vez menos explosivo por culpa del acoso de los rivales y de la nula protección arbitral. El Málaga estará muy pendiente de la evolución del jugador malaguista, que tiene complejo llegar al duelo, más si cabe cuando el domingo visitará Cartagena el conjunto blanquiazul en otro duelo de suma importancia.