Hay fogonazos de luz en la tiniebla del Málaga CF. Resulta difícil de ver tras el jarro de agua fría que ha supuesto la chilena en el último minuto de Okazaki, pero los hay. Son pocos y parece que insuficientes para conseguir la victoria. Sin embargo, lo cierto es que hay buenas noticias a las que acogerse de cara a las finales que están por venir. Natxo González no ha conseguido aún su primera victoria desde que llegara al banquillo blanquiazul. Aunque en cada partido toca una tecla que funciona y va acertando con el paso de los días.
La situación es delicada. El descenso ha pasado a estar siete puntos, uno más que la jornada anterior por la derrota del Amorebieta. Aunque más que mirar a la clasificación, el equipo puede estar sufriendo un importante bloqueo más mental que futbolístico de acuerdo con los últimos resultados. No obstante, parece que hay dos realidades vigentes: el Málaga CF sigue manteniendo su peor racha en Segunda División, pero el partido contra el Cartagena ha reflejado una serie de mejoras.
Natxo González apostó de inicio por un centro del campo formado por una base con Escassi y Jozabed, mientras que Febas pasó a ocupar una posición más adelantada en la mediapunta. Algo más parecido al 4-2-3-1 que al 4-4-2 utilizado hasta el momento. Y esa fue la clave. Ahí encontró el equipo la llave que había echado tanto en falta: la posición del balear entre líneas para generar con espacio y abrir otros a sus compañeros de ataque. Llegó en segunda línea y fue un guerrero más en la lucha por encontrar el gol.
El centrocampista cedido por el RCD Mallorca fue protagonista en su mejor partido desde que forma parte de la entidad de Martiricos. Peleó, metió la pierna y distribuyó con acierto. Trazó dos pases al hueco a Brandon y a Vadillo que pudieron terminar siendo algo más que dos controles malos. Febas casi que jugó a su antojo, tuvo dos disparos a puerto antes de que llegara el primer gol del partido y estuvo participativo. Dio lo que se esperaba de él cuando llegó para reforzar el eje del timón. El siguiente paso será encontrar la regularidad. Por lo pronto, Natxo González ha encontrado su hueco.
Que el mallorquín jugara en una posición más adelantada conllevo un atraso de Jozabed. El sevillano fue el responsable de dar salida al balón y de construir desde atrás. Se asoció muy bien con su compañero, aunque se espera algo más de un jugador al que le sobra calidad. Quizás sufrió con que fuera el Cartagena el dueño de la posesión (65%). No obstante, también tuvo oportunidad para rematar a puerta en el disparo que precedió al tanto de Brandon.
Sin embargo, el encaje de bolillos no acaba aquí. Natxo González ha acertado con las piezas de este lunes, pero tendrá que hacer cambios para la final en Amorebieta. Escassi se perderá el encuentro tras ver amarilla y tendrá que cumplir sanción por el ciclo de tarjetas. Por lo que el Málaga CF vuelve a verse en otro partido sin un centrocampista defensivo. Así que el técnico tendrá que acertar de nuevo sin tocar demasiado los aciertos, pero sabiendo que ha perdido al eje puntal sobre el que edifica el equipo.
Jairo y Vadillo
Sin embargo, no fueron los únicos aciertos posicionales en el partido. Jairo y Álvaro Vadillo, más que aciertos posicionales, fueron recuperaciones de jugadores que necesita como el comer esta plantilla. Paulino, Antoñín y Kevin no atraviesan, ni de lejos, el mejor momento de la temporada. Los que hasta ahora habían sido fijos han pasado a ser cuestionables a la hora de plantear el once. Por lo que aparecen nuevas oportunidades para aquellos que por rendimiento no habían sido tan utilizados.
Jairo es un jugador que viene protagonizando más decepciones que alegrías. Después de este buen partido, más incisivo y protagonista en la primera parte, puede hacer dos malas actuaciones y hacer olvidar cualquiera de sus cualidades. Lo cierto es que no tuvo un partido fácil. El equipo focalizó el peligro por la banda izquierda. Aunque de las dos ocasiones que tuvo para desbordar sacó peligro: una falta y un pase a Brandon en un control orientado que acabó en un tiro.
No obstante, una de las grandes noticias que se puede rescatar de esta dura jornada tiene el nombre de Álvaro Vadillo. El jugador cedido por el Espanyol no ha contado con muchas oportunidades y tampoco ha gozado de regularidad. Llegó para ser fundamental y este ha sido su primer partido como titular. Empezó tratando de engañar al árbitro con una caída sin contacto y acabó poniendo un balón preciso a la cabeza del goleador de la noche para marcar. El peligro fue suyo y respondió a la exigencia que cayó sobre sus hombros tras la baja de Paulino.
Son buenas noticias, pero no han sido suficientes para sumar tres puntos a la clasificación. El domingo habrá que visitar Amorebieta y más vale volver con la victoria o la vida se complicará… más de lo que ya está.