Cuando alguien es prácticamente un niño y llega muy sucio a casa, las madres siempre recurren a eso de "estás de barro hasta los ojos". Pues ahora mismo es la expresión que mejor define la situación del Málaga CF. Y no por la suciedad con la que se encontró el público sus asientos, que también, sino que es que ha vuelto a perder y no se aleja del descenso. Este domingo tocó el Huesca (0-2) y parece que puede llegar un regional mañana lunes que también pasaría por encima de los blanquiazules. Han perdido el alma, el corazón y parece que también las ganas de jugar al fútbol. Otra vez la misma imagen. Otra vez. De barro hasta los ojos.
Esta victoria era absolutamente vital. La Real Sociedad B, equipo que marca que delimita la línea del descenso, sumó un punto en el empate contra el Ibiza. El Amorebieta también acabó con el partido en tablas y el Fuenlabrada sí que perdió. La oportunidad perfecta para ganar y coger cierta ventaja, pero como viene siendo habitual... el esperpento se hizo dueño del partido. Ya no son siete puntos de distancia, son seis. El Málaga CF volvió a perder y volvió a hacerlo en casa. Otra vez delante de su afición y otra vez sin crear peligro. El público volvió a marcharse de un partido sin saberse el nombre del portero rival y ya van...
Natxo González le dio un giro muy importante al once inicial. Andrés Caro pasó a ser el lateral derecho y Escassi pasó a ser central atrasando su posición. El planteamiento de este sábado se pareció más a un 4-2-3-1. El doble pivote estuvo formado por los tradicionales Jozabed y Febas. Mientras que la línea más adelantada estuvo compuesta por Jairo, Paulino y Vadillo, los tres con mucha movilidad entre sus posiciones. Sin embargo, la gran novedad llegó en la punta. Esta vez fue titular Roberto y no Brandon. Ningún efecto tuvo.
El partido empezó sin excesivos sobresaltos. Un pie mal puesto o un pase en la dirección equivocada era un riesgo excesivo para un equipo prácticamente obligado a ganar. No hubo grandes acciones para nadie. Fue el Huesca el que dominó el juego sin peligro alguno. La relación que sí corre peligro es Paulino-afición, ya que se llevó varias pitadas en acciones donde perdió el balón. Más allá de eso, la primera ocasión con peligro llegó en el minuto 19 con un taconazo de Roberto que cogió dirección, pero no fuerza.
Sin embargo, el Málaga CF no se libra de las malas noticias con las lesiones ni en el transcurso del partido. Jairo, en un intento de robar el balón, sintió un tirón en la parte posterior de su pierna y se tuvo que marchar para dar entrada a Hicham. No obstante, siguió sin tener suerte para convertir sus oportunidades. Tuvo algunos centros muy peligrosos de Vadillo, un disparo a bocajarro de Roberto, pero poco más. Aun así, el equipo se fue viniendo arriba con el paso del tiempo y empezó a encontrarse más cómodo en ataque. Quizás el descanso llegó en el peor momento.
Cataclismo
A pesar de esos 45 minutos sin tener que mostrar una defensa muy exigida, el inicio del segundo tiempo fue una historia completamente distinta. Dani Barrio, en una acción sin aparente peligro, fue a capturar un balón raso que se le escapó y acabó en los pies de Marc Mateu para marcar con comodidad (0-1). Ese gol acabó con todo lo que el Málaga CF había construido durante la primera parte. Es más, todo lo confirmó ese tanto de Seoane que se coló entre Lombán y Jozabed para rematar a placer (0-2). Un desastre.
Natxo González se vio obligado a mover el árbol. Brandon y Antoñín sustituyeron a Vadillo y Paulino. Sin embargo, el equipo se partió en dos y lo evidenció el propio Febas cuando perdió un balón en campo rival y no bajó a presionar. Ni él ni ninguno de sus compañeros atacantes. Así que al Huesca le bastaba con hilar dos pases para plantarse. La Rosaleda se hartó. Pitó, señaló a los jugadores cuando se excedían con el balón y gritó. Los futbolistas prácticamente andaban y el público pasó a cantar eso de "jugadores, mercenarios".
Es más, la pena pudo ser mayor. Mikel Rico tuvo en sus pies el 0-3 con un disparo bastante liberado, pero usó más potencia que colocación. Ya nadie corría hacia atrás, bajaban a defender prácticamente cinco jugadores y eso la afición nunca lo perdona. Y con razón. El partido no tuvo ninguna oportunidad de cambiar las tornas. No dominó, no llegó con peligro a la portería y se fue de vacío en otro domingo calamitoso. ¿Cuántas veces van ya? Y parece que cambios... no se ven.
FICHA TÉCNICA
MÁLAGA CF: Dani Barrio, Andrés Caro, Lombán, Escassi, Cufré; Aleix Febas (Ramón, 77') y Jozabed; Jairo (Hicham, 35'), Paulino (Antoñín, 60'), Álvaro Vadillo (Brandon, 60') y Roberto (Chavarría, 77').
SD HUESCA: Andrés Fernández; Valentín, Insua, Ignasi Miquel, Florian Miquel; Pablo Martínez (Escriche, 46'), David Timor, Pedro Mosquera (Mikel Rico, 75'); Jaime Seoane (Juan Carlos, 80'), Darío Poveda (Joaquín Muñoz, 46') y Marc Mateu (Lago Júnior, 72').
GOLES (0-2): Marc Mateu (47') y Seoane (57').
ÁRBITROS: Trujillo Suárez. Ocón Arráiz (VAR). Amonestó con tarjeta amarilla a Florian Miguel (42'), Jozabed (50'), Andrés Caro (53'), Cufré (73'), Joaquín Muñoz (88') y Mikel Rico (92').
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga SmartBank en La Rosaleda ante 15.573 espectadores.