En un verano similar a este, con apreturas económicas aunque ahora son menos, con un club controlado judicialmente, llegaron al Málaga CF once fichajes de una tacada para armar un equipo que a la postre subió a Primera División. Entre ellos, de los más desconocidos, un mariscal que acabó convirtiéndose en leyenda: Weligton. Fue el último líder de la defensa blanquiazul.
Desde la marcha del central brasileño que llegó del Grasshopper suizo de la mano de Juan Ramón López Muñiz en el verano de 2007, han pasado multitud de centrales por el conjunto blanquiazul. Ninguno ha sido capaz de alzarse en líder del equipo.
Weligton dijo adiós en el curso 2016-2017, aunque esa temporada la pasó inédito a causa de una lesión que lo tuvo fuera toda la temporada. Un dato. En la primera temporada sin el brasileño, el Málaga CF bajó a Segunda. Y ahí sigue.
Dos nombres destacan por encima del resto en las cinco temporadas transcurridas desde que el brasileño dejara el club: Luis Hernández y David Lombán.
El primero llegó directamente de un equipo de Champions League como el Leicester, pero en La Rosaleda es difícil de olvidar su rendimiento el año del descenso, señalado en muchas ocasiones, y que ya no pudo revertir.
En el caso del Lombán, que llegó un año después, en un proyecto construido para ascender a Primera y que acaba de despedirse del club tras finalizar contrato, al asturiano le ha faltado continuidad en las cuatro temporadas que ha militado en el Málaga, sin llegar a redondear una temporada. Aun así, ha acabado siendo el capitán del equipo y su gesto cuando el club se vio inmerso en un ERE bajándose el sueldo lo convirtió en un jugador muy respetado por la afición. De hecho, el Málaga le ha ofrecido una calurosa despedida en sus medios oficiales.
Otro de los nombres que destacó en el centro de la zaga malaguista fue el de un jugador llamado a cotas mayores: Pau Torres. El central, indiscutible para Luis Enrique en la selección española, llegó cedido del Villarreal C. F. y, salvo tres jornadas, disputó todos los partidos de la temporada en la que el Málaga cayó en el playoff de ascenso. Su rodaje en La Rosaleda le sirvió para convertirse directamente en un defensa de élite europea.
En estos años, ha habido nombres que no han cuajado en Martiricos o, directamente, han pasado desapercibidos. Son los casos de Diego González, Mikel Villanueva o Ignasi Mikel, que estuvo cedido medio año en la temporada del descenso. También pasó por el Málaga Paul Baysse, central francés que estuvo la primera mitad de la temporada 2017-18 y llegó a jugar 15 partidos.
La última aparición en el centro de la zaga blanquiazul fue la de Juande, que irrumpió con fuerza desde la llegada de Sergio Pellicer al banquillo en mitad de la 19-20. Se hizo con el puesto, pero una lesión que lo ha dejado fuera casi toda la segunda vuelta de este curso ha dejado al Málaga sin ese ansiado mariscal que levantara una fortaleza delante de la portería blanquiazul.
En las dos últimas temporadas ha alternado el centro de la defensa con el medio del campo Alberto Escassi. Aunque el rol que ocupe en el nuevo Málaga sí puede ser el de líder de la zaga, ya que Pablo Guede lo utilizó ahí en los ocho partidos que ha dirigido al equipo.
Entre otras cosas por su falta de confianza en Mathieu Peybernes, muy desafortunado durante toda la pasada campaña y puesto en el mercado por dirección deportiva.
Con la llegada de Unai Bustinza, que ha firmado nada menos que por tres temporadas y que está en treintena, la etapa de madurez plena de los futbolistas, quién sabe si el Málaga puede tener el ansiado mariscal de la defensa.