En la tarde de este lunes, en un parque de la ciudad, había niños, y algún mayor, con camisetas del FC Barcelona (Memphis y De Jong), de la Juventus de Turín (Cristiano Ronaldo), del Manchester United (también Cristiano Ronaldo), del Real Madrid (Benzema), del PSG, del Betis, alguna del UD Mortadelo, club cercano, y también una del Málaga CF, con el número 10 y de nombre 'Guerrero'. Por la mañana, el administrador judicial de la entidad blanquiazul, José María Muñoz, anunciaba que el Málaga ya había pasado los 14.000 abonados, pero al mismo tiempo lamentaba que no hubiera ya 22.000 malagueños abonados al equipo de la ciudad. Lo que estaba lamentando, eran las camisetas que esa tarde iba a haber en el parque.
Muñoz situaba la cifra de los 22.000 abonados como necesaria para ampliar el límite salarial y emprender dos fichajes más que eleven el nivel de la plantilla, mejorada notablemente con respecto a la temporada pasada, y que permitan al equipo aspirar con más firmeza al ascenso a Primera División.
¿Cómo influyen los abonados en los límites salariales establecidos por LaLiga a cada uno de los equipos? Ese límite se calcula con la diferencia entre ingresos y gastos estructurales de los clubes. Entre esos ingresos estructurales están las cuotas de los abonados, según los criterios de la patronal que organiza el campeonato.
A pesar de la ambición de José María Muñoz aspirando a superar los 20.000 abonados, la cifra actual es motivo de felicitación entre los responsables del club. Antes de los numerosos movimientos que ha protagonizado el Málaga CF en el mercado, el ritmo de la campaña de abonados, quemados con el resultado de la temporada anterior, era preocupante.
Pero una vez la plantilla se ha configurado, a falta de algún refuerzo más, y se ha instalado el mensaje del ascenso dentro del vestuario, con refuerzos de nivel, el malaguismo le ha dado un empujón a los abonos vendidos de cara al curso siguiente y ya se han superado los 13.500 de la 2021-22.
Hay tiempo por delante y habrá que esperar a los resultados de los partidos que le quedan a los hombres de Pablo Guede por jugar en la pretemporada y al arranque del campeonato para comprobar la respuesta definitiva de la ciudad, y la provincia, al equipo que pasea el nombre de Málaga por toda España, para conocer cuál es el verdadero 'amor a lo propio', como reza el eslogan de la cuestionada campaña de abonos.
El Málaga estaba instalado por encima de los 20.000 abonados o cerca de ellos justo antes de la pandemia provocada por el Covid-19. Pero el parón del fútbol y la situación tanto del equipo como de la entidad supusieron un rejonazo a la cifra de socios de la temporada pasada.
Los números estaban siendo similares, pero los Rubén Castro y compañía le han dado un impulso que falta ver la fuerza que tendrá.
Tiene el Málaga CF como entidad la tarea de volver a enganchar a la ciudad, de instalarse como mínimo por encima de esa cifra de los 20.000, y de que en los parques de los barrios las camisetas del equipo blanquiazul sean mayoría.