El Málaga CF no sabe remontar. Después de quince partidos disputados en Liga y uno en Copa del Rey, queda demostrado que los blanquiazules son incapaces de voltear el marcador cuando este se le pone en contra. En total, han sido doce los encuentros en los que los malaguistas han empezado detrás en el marcador, en ninguna de ellas han conseguido la victorias.
De esas doce ocasiones, tan solo en tres el Málaga CF ha podido empatar el partido, dos en liga y otra en la primera eliminatoria de Copa del Rey contra la Peña Deportiva. En este caso, ni con la prórroga el conjunto de Pepe Mel pudo terminar de voltear el marcador. Hubo otros partidos que los blanquiazules igualaron en el luminoso, pero acabaron cayendo.
Este es uno los problemas que está teniendo este Málaga, tal y como apuntó este jueves Luis Muñoz en rueda de prensa. "Muchas veces, esa ambición de querer ponernos por delante en el marcador o por querer nos puede penalizar".
Lo cierto es que el Málaga se ha puesto pocas veces por delante. Solo dos. Aunque en esas dos ocasiones, el equipo ha sacado los tres puntos. Contra el Mirandés en la tercera jornada, y contra el Lugo ya con Pepe Mel en el banquillo.
Necesita el Málaga de esa seguridad en el marcador para conquistar las victorias, porque de lo contrario, el equipo se bloquea o, como se ha comprobado en alguna ocasión, acusa demasiado el golpe y es incapaz de reaccionar, como en los casos de Oviedo, Leganés o el Eibar en La Rosaleda.
El Málaga CF empezó perdiendo los duelos contra el Villarreal B y el Sporting de Gijón en La Rosaleda. En ambos choques, con Pepe Mel en el banquillo, el equipo fue capaz de igualar el marcador. Contra los amarillos, casi de manera inmediata gracias a un gol de Rubén Castro, haciendo méritos después para ganar.
Contra el Sporting, cuando ya se rumiaba una nueva derrota, un error de Mariño le dejó en bandeja el empate a Juande. En este caso, el Málaga había estado noqueado desde que a la media hora se adelantaran los asturianos. No hubo arreón ni nada por el estilo.
Ha habido otras dos ocasiones en las que los jugadores blanquiazules empataron el partido, pero finalmente no pudieron sacar los tres puntos. Fue en Tenerife, el último partido de Pablo Guede en el banquillo, cuando Gallar igualó el tanto canario. Después vinieron una expulsión de Bustinza y, sobre todo, el polémico penalti contra el Málaga que condenó al equipo a una nueva derrota.
El otro caso fue en Cartagena, con uno menos tras la expulsión de Esteban Burgos los locales se adelantaron en el marcador. Ahí el Málaga, en la adversidad, supo reaccionar y empató por medio de Cristian. Pero fue incapaz de resistir tanto tiempo con uno menos y acabó cayendo 2-1 contra un Cartagena que luchaba por los puestos de ascenso.
De una forma o de otra, los blanquiazules han sido hasta ahora incapaces de sobreponerse a un gol en contra. Esta otra de los factores del juego que tiene que trabajar este Málaga si quiere sacar la cabeza de la zona baja.