Sergio Pellicer volvió a meter mano en el once del partido que el Málaga CF en Granada el pasado lunes y que se le fue en el minuto 90 por otro error individual de los blanquiazules, que acumulan casi pifia por partido. Y casi le sale bien, de no ser por ese fallo. Su principal apuesta fue la de un doble pivote con dos hombres en paralelo, Escassi y Genaro, que ayudasen a tener juntas todas las líneas del equipo. Y la coordinación de ambos, en la colocación, en la salida a la presión, fue casi perfecta. Ese equilibrio se rompió cuando el paleño, que no está al cien por cien tras salir de una lesión, tuvo que salir del campo.
Lleva ya cinco partidos en el banquillo del Málaga en su segunda etapa Sergio Pellicer y no ha repetido la fórmula en ningún momento en el centro del campo. Entre otras cosas, porque hasta el choque contra el Granada no pudo contar con uno de los hombres de la plantilla en los que más confianza tiene depositada el entrenador malaguista, Alberto Escassi.
Con el paleño recuperado de una lesión que lo ha tenido fuera varias jornadas, Pellicer lo juntó en el centro del campo con Genaro, que las veces que ha jugado de pivote con el de Nules lo ha hecho en solitario. Y además, los colocó en paralelo, con los jugones escorados a las bandas, Fran Villalba y Aleix Febas. Y en esa situación, ambos intentaron cerrarle los caminos por dentro al Granada, especialmente los que llevaban a Callejón, incrustado entre el doble pivote y los centrales y al que no le llegaron muchos balones 'limpios' en todo el partido. De hecho, fue sustituido en el 80' con el marcador en empate.
Tanto Escassi como Genaro salían a la presión de manera escalonada para impedir que los nazaríes avanzaran líneas con claridad, una labor bien ejecutada especialmente en la segunda mitad hasta que también el 80' el paleño le dejó su sitio a Luis Muñoz. El equilibrio entonces se rompió. Muñoz fue más ambicioso y fue más arriba.
De todas las probaturas que ha hecho Pellicer para la medular, con nombres como N'Diaye, Jozabed, Luis Muñoz o Febas, también Genaro, y con jugadores más escalonados en las líneas del campo, la de Los Cármenes es la que parecía acercarse más a la idea de equilibrio que el de Nules busca imprimirle al Málaga, para que sea un equipo difícil de batir.
Pero una pérdida de Genaro en el centro del campo cuando el Málaga guardaba el punto como un buen botín dio al traste con un trabajo bien hecho hasta ese momento. Habrá que esperar al domingo contra el Racing de Santander para ver si la idea tiene continuidad.