El Málaga CF está en el ecuador del tercer bloque de los cuatro en los que dividió Sergio Pellicer el calendario después de caer derrotado en La Rosaleda contra el Racing de Santander, un partido que dejó a los blanquiazules a once puntos de la permanencia en Segunda División y abrió de par en par las puertas de la realidad de esta temporada. Aquello era puerta grande o enfermería, y salió lo segundo.
Asimilado el varapalo, casi el funeral, Sergio Pellicer se propuso retos a corto plazo. Quedaban doce jornadas por delante, un mundo, y el técnico de Nules explicó que ahora dividía el calendario en cuatro bloques de tres de partidos, para sacar en cada uno de ellos el máximo de puntos posibles. Ahora está en la mitad del tercer bloque, el Huesca es el segundo de los tres partidos, y en los dos anteriores en ninguno ha hecho pleno, pero las sensaciones han mejorado, el Málaga ha empezado a ganar, y se han recortado seis puntos con la permanencia desde entonces.
El primer bloque era el más complicado sobre el papel. Los rivales eran dos candidatos claros al ascenso a Primera División y además tendría que medirse a ambos fuera de La Rosaleda, con unos números desastrosos como visitantes. Las Palmas y el Levante, sumando al Leganés, conformaban el primer bloque. En total, el Málaga sumó cinco puntos tras los empates con los 'gallitos', a dos en Las Palmas y a cero en Valencia, y la victoria en La Rosaleda contra el Leganés, al que además se le ganó el goalaverage. La primera etapa se pasó con éxito. Cinco puntos de nueve.
El segundo mini-reto llegó con otros dos partidos de visitante consecutivos. Empezó con una decepción que hizo mella, por el resultado y, sobre todo, por la imagen. El Málaga cayó 1-0 en Andorra con un planteamiento fallido en el que no tiró a puerta y no olió la pelota en noventa minutos. Después llegaron dos victorias consecutivas. La primera en La Cerámica contra el Villarreal B por 1-2, y en La Rosaleda 1-0 contra el Cartagena. Seis puntos de nueve.
Ahora, el Málaga está en la mitad del tercer bloque de partidos. En ninguno ha conseguido el pleno, pero este lo empezó de la mejor manera en Lugo con la victoria 0-2. Lo siguiente será el partido del próximo lunes contra el Huesca, que hasta ahora está rodeado de toda la energía positiva posible, salvo la lesión de Ramón, que estaba siendo clave en la resurrección del equipo. Con el cartel de 'No hay billetes' y otro recibimiento preparado al autobús del equipo, el Málaga espera encarrilar este tercer bloque para intentar un nueve de nueve.
Si el Málaga consigue un pleno en este bloque, que se cerrará el domingo 7 de mayo contra la Ponferradina en El Toralín, será señal de que el equipo es un ciclón y que estará cerca de conseguir casi un imposible. Para ello, tiene por delante todavía un bloque y medio.