El descenso del Málaga CF a Primera Federación no solo trasciende a lo deportivo. De forma indispensable, el cambio de categoría afectará a las arcas del club, como ha reconocido la propia institución tras anunciar un expediente de regulación de empleo (ERE) "en aras de garantizar su futuro".
"El Club debe adaptarse a un nuevo escenario fuera del fútbol profesional, lo que obliga a tomar medidas dolorosas", reza el comunicado difundido por el organismo que capitanea ahora Kike Pérez y que no oculta que la institución "vivirá en los próximos meses un proceso duro".
De hecho, el director general de la entidad ya había aludido a la necesidad de aplicar esta fórmula para remodelar el club a su nueva realidad, pero no ha sido hasta este jueves cuando ha tenido lugar la comunicación a los representantes del personal laboral y el anuncio oficial. En los próximos días, comenzará el periodo de negociación.
Se desconoce, por el momento, qué magnitud tendrá el ERE ni a cuántos trabajadores del club afectará. La fórmula ya fue utilizada en mayo de 2020, cuando todavía Abdullah Al Thani estaba presente y el descenso era ya una amenaza.
En el comunicado difundido este jueves, el club "reitera su agradecimiento a toda la plantilla por el esfuerzo y la profesionalidad que muestran cada día, y a la afición por su incondicional apoyo pese las difíciles circunstancias actuales".