La Rosaleda lucía igual que siempre esta temporada, con aspecto de lleno en sus gradas. El césped estaba recién sembrado, en buenas condiciones. El equipo seguía tercero, más cerca del líder que en anteriores partidos. Pero el que no llegó al nivel fue el Málaga CF, que rescató un punto de mucho mérito teniendo en cuenta todo contexto del partido. Pero al que los últimos rivales que han visitado Martiricos le han cogido la matrícula.
El partido contra el Córdoba hay que contextualizarlo en la plaga de lesiones que ha castigado al equipo de Sergio Pellicer en las últimas semanas y al cansancio de jugar entre semana un partido de 120 minutos con muchos de los futbolistas titulares el domingo. Su rival no tuvo ese desgaste al no participar en la Copa del Rey.
Pero el Málaga fue superado en su estadio por segundo partido consecutivo como local. Fue mejor el Real Madrid Castilla y fue mejor el Córdoba. Ambos conjuntos perdonaron la vida al Málaga. La buena noticia es que los blanquiazules salieron vivos.
Lejos quedan los arranques explosivos de los primeros partidos en La Rosaleda, las cataratas de ocasiones en inicios de los partidos… Al bajón de la segunda mitad contra el Melilla, de lo más débil que ha pasado por el estadio blanquiazul este curso, se le suman dos partidos en los que a los de Pellicer lo han tenido contra las cuerdas, los han minimizado con la pelota y han hecho inútil la presión arriba en otras ocasiones tan efectiva.
El Málaga no ha sabido imponerse en su estadio cuando han llegado rivales de mayor nivel como los dos últimos. Contra el Castilla la producción ofensiva fue prácticamente nula. Contra el Córdoba, no disparó a portería en toda la primera mitad. Sí tuvo dos ocasiones muy claras antes del empate en las botas de Larrubia y Dioni. Entremedias, los de Iván Ania pudieron ajusticiarlo en varias ocasiones. Faltaron centímetros en algunas ocasiones (a Álvaro Rodríguez del Castilla y a Simo casi los mismos), ajuste del punto de mira en otros, y se produjo el milagro de Alfonso Herrero que a la postre supuso el tanto del empate blanquiazul.
Dioni recibe siempre lejos del área. Kevin lleva dos partidos en Martiricos en los que sólo ha desbordado una vez, el domingo cuando ya estaba su relevo esperando en la banda, el equipo llega con menos efectivos a las cercanías de la portería rival -se nota aquí la baja de Sangalli-.
Pero a pesar de estas dos malas actuaciones, de ser superado con claridad por el rival, en el caso del Córdoba un señor equipo, los de Pellicer se han mantenido en pie y con una actitud intachable se mantienen invictos en su estadio. Contra los blanquiverdes nunca perdieron la fe en el empate pese a que el Córdoba era un peligro cada vez que atacaba,
Con la lección de no tirar la toalla, con el sostén de Herrero y con el empuje de los más jóvenes, el Málaga viaja ahora a Ibiza para medirse al segundo clasificado. Tiene el librillo para sobrevivir en escenarios complicados y no tendrá la presión de La Rosaleda.