No hay semana tranquila en la enfermería de La Rosaleda. Esta frase se ha convertido esta temporada, para desgracia del Málaga CF, en un axioma. De nuevo, problemas para Sergio Pellicer en el centro del campo, donde esta semana han caído dos piezas, una de ellas habitual, Juanpe. La otra, Manu Molina, se retiró lesionado el pasado domingo en mitad del partido contra el Ibiza. Las lesiones musculares están siendo una plaga en el conjunto blanquiazul. Los dos no llegan para el choque del domingo a las 16:00 horas en el estadio El Palmar contra el Atlético Sanluqueño.
En el minuto 62 del partido del domingo contra el Ibiza, Manu Molina abandonaba el campo con la camiseta blanquiazul tapándose la cara, haciendo gestos de contrariedad. Ahora que se había hecho dueño y señor del centro del campo malaguista, tenía que volver a parar, justo en mitad de uno de los días clave y en el momento en el que cualquier fallo te condena. Los gestos eran preocupantes, pero Pellicer mandó un mensaje de tranquilidad en la sala de prensa Juan Cortés. En el club creen que no sería grave.
El martes llegaba el comunicado del club: "Las pruebas diagnósticas confirman que Manu Molina sufre una sobrecarga en el abductor izquierdo. El jugador queda pendiente de evolución". En cuando se lee pendiente de evolución, en el Málaga hay que echarse a temblar. Todas las lesiones tienen una evolución lenta.
El centrocampista onubense no ha pisado el césped en lo que va de semana y su concurso se antoja casi imposible para la cita del domingo, donde enfrente estará un Sanluqueño de autor, Abel Segovia, que quiere la pelota por encima de todo. Uno de los que la puede retener en el Málaga es el ’12. Todo apunta a que no estará.
El parte de bajas se amplió este miércoles. Después del entrenamiento, un nuevo comunicado del club a los medios de comunicación: "Juanpe sufre una contractura en el abductor de su pierna izquierda. Hoy ha trabajado al margen y queda pendiente de evolución".
Sergio Pellicer tiene ahora sobre la mesa varias opciones para armar el centro del campo contra el Atlético Sanluqueño. Genaro en el pivote y Dani Lorenzo en la media punta parecen fijos. Las alternativas son Sangalli o Izan Merino para acompañar a Genaro en el doble pivote. El riesgo con el centrocampista vasco es que es otro de los que está teniendo una salud de cristal esta temporada. Contar con él supondría darle carrete después de seis partidos fuera del equipo, aunque lleva dos semanas entrenado con normalidad. Pero ya se actuó así después de un largo periodo ausente y recayó.
Si el elegido es Izan Merino, el perfil del equipo sería más defensivo, con más industria en el centro del campo.
También está la posibilidad de incrustar a Dani Lorenzo en el doble pivote, alejándolo del área donde ahora está brillando, y recomponer el frente de ataque dando entrada a jugadores como Larrubia o Juan Hernández. La opción de Dani Sánchez en la izquierda por delante de Víctor García es otra alternativa.
Rizando el rizo, pero que no sorprendería viniendo de Sergio Pellicer, está la baza del joven Aarón Ochoa, que ya ha sido titular esta temporada, aunque ahora ha perdido protagonismo. Igual que Antonio Cordero.
Además, estas dos bajas se unen a la de Roberto, que ya se ha perdido dos partidos tras su lesión en un entrenamiento posterior al choque contra el Recreativo de Huelva. No estuvo ni contra el Alcoyano ni el Ibiza.
Este jueves, los tres entrenaron al margen del equipo “por precaución”, según el club.
Por lo tanto, si se llega al domingo con estas bajas, Pellicer ya se ha tenido que manejar en estas circunstancias toda la temporada. No será una novedad.