El partido más importante de la temporada. Así lo calificó Sergio Pellicer y así tiene que ser porque nada de lo hecho hasta ahora vale. Lo de esta tarde en La Rosaleda es una final, o así se lo tiene que tomar el Málaga CF en el duelo que lo medirá al Celta Fortuna buscando una plaza en la eliminatoria definitiva por el ascenso a Segunda División. Ni lo bueno ni lo malo contará hoy.
La vuelta de las semifinales del playoff de ascenso de Primera RFEF se juegan esta tarde a partir de las 19:30 horas en el estadio de La Rosaleda, que vivirá un ambiente de gala para intentar aupar a los suyos a la siguiente ronda. Se ha vendido todo el papel para un partido que tendrá una previa con la afición arropando al equipo a su llegada al estadio con recibimiento que puede ser de los que hacen malaguismo.
El Málaga CF llega a la cita tras el 2-2 de la ida que dejó malas, o preocupantes, y buenas noticias, por cómo se dio la tarde en Balaídos. De lo positivo se puede extraer la reacción de los blanquiazules a la ventaja que tomaron los de Fredi Álvarez, aunque dio la sensación de que se pudo ir a por más y dejó vivo al filial celeste, que asestó la estocada final. Lo que le tiene que preocupar a los blanquiazules es la batería ofensiva del conjunto gallego, que además de los dos goles, de mucha calidad ambos, dejaron varias ocasiones claras y un larguero que pudo haber sido el 2-0. No lo fue y al final el Málaga se trajo en el avión de vuelta la eliminatoria para rematarla ante su gente.
No hace falta explicar, porque el malaguismo se lo sabe de memoria, que el Málaga cuenta con la ventaja de si, la eliminatoria acaba en empate después de que se llegase a una prórroga, no harían falta los lanzamientos de penalti y los de Pellicer estarían en la final.
No se espera que el Celta especule, es un equipo con una apuesta clara por el fútbol de posesión que obligará al Málaga a afinar atrás, especialmente por el lado izquierdo del ataque visitante, donde Puga sufrió de lo lindo en la ida, especialmente con las llegadas y el buen pie de Alfon. Por tanto, el Málaga sabe lo que se puede encontrar.
El once
No se esperan grandes novedades en el once que disponga Sergio Pellicer, aunque Roberto se haya pasado toda la semana entre algodones todo apunta a que será de la partida. Quizás, el único cambio puede llegar en el lateral derecho, donde Gabilondo ocupe el puesto de Puga, que se vio desbordado por momentos en Balaídos. Aunque el vasco ha perdido a final de temporada la confianza de Pellicer, al menos eso se deduce de las alineaciones.
Los cambios en el partido de ida empeoraron la versión que se estaba viendo del equipo, por lo tanto, no se prevén sorpresas con Herrero; Puga o Gabilondo, Nelson, Juande, Víctor García: Genaro, Manu Molina; Larrubia, Dani Lorenzo, Ferreiro; y Roberto formando 1-4-2-3-1 ya que empieza a ser nombrado de carrerilla.
El rival
Hará falta repasar poco de un rival que demostró hace sólo siete días de lo que es capaz, con jugadores de ataque como Alfon o Raúl Blanco con muchísima calidad. o el killer Pablo Durán, que empató el duelo de ida en el descuento.
Destacará la presencia en La Rosaleda del malagueño Javi Rueda, natural de Alozaina, en un filial que llega algo enrabietado por el arbitraje del partido de ida, según los ecos que llegan desde Vigo.
Para ello, Carlos Muñoz Muñoz, del colegio aragonés, intentará pasar desapercibido en su dirección de la contienda, que el Málaga aspira a que sea su penúltima batalla, la que lo deje a un paso de ganar la guerra para abandonar la Primera RFEF y regresar al fútbol profesional.
Pero para eso queda un mundo, antes que dar el traca matraca este sábado en La Rosaleda.