Una fiesta para el recuerdo. Ni un solo malaguista olvidará lo ocurrido en el estado del Nàstic, cuando su equipo, derrotado sobre el césped, se sobrepuso a la penalidad y fue capaz de, con épica, remontar el 2-0 que le tenía tumbado en la lona. Por eso, cuando Antoñito Cordero puso, in extremis, el 2-2 que permite al club de Martiricos regresar a la Segunda División, Málaga entera se desbordó.
Mientras cientos de aficionabas explotaban de alegría en las gradas del Auditorio de Cortijo de Torres, abriéndose paso en la conquista del Centro Histórico, buscando el reencuentro con la Fuente de las Tres Gracias, Sergio Pellicer se fumaba un puro en honor de toda la afición malaguista.
La masiva afluencia de malaguistas obligó al Ayuntamiento a cortar al tráfico el Paseo de Reding. Medida más que razonable para evitar problemas de seguridad hasta que el espacio invadido quede de nuevo liberado.
Será solo un impás en la jornada festiva, porque este domingo, previsiblemente a partir de las 18:00 horas, la plantilla del Málaga, con Antoñito, con Kevin, con Larrubia, con Pellicer..., recorrerá las calles de la ciudad.