Llegó el último día de mercado al Málaga CF de Primera RFEF y tardó en tener continuidad en el equipo. Pero cuando se hizo con el sitio se convirtió en la brújula del equipo. Lo sigue siendo en Segunda División, donde ya tenía mucha experiencia. Es uno de los líderes del equipo, en el césped y dentro del vestuario, donde dicen las malas lenguas que es el rey de los memes. Llegó a La Rosaleda en un punto de madurez óptimo y de momento no hay quien lo mueva del once de Sergio Pellicer. Junto a Alfonso Herrero, es el único que ha jugado todos los minutos. Es Manuel Antonio Molina Valero, 'Manu Molina' (Huelva, 1991), y atiende a EL ESPAÑOL de Málaga antes de recibir al Huesca en Martiricos este sábado a partir de las 18:30 horas. Antes, analiza el empate en Córdoba.
¿Qué pasó en Córdoba, Manu? Dijo el míster al final del partido que no fuisteis vosotros mismos.
De estos cuatro partidos no fue nuestro mejor encuentro. Ellos venían de una situación de los últimos tres partidos malos, de esa derrota en Elche y, al final, jugando en casa sabíamos que iban a salir a morder, que iban a salir a apretar para sacar esos tres puntos. Y sabemos lo que es el Córdoba, lo conocemos del año pasado. Hace muy bien la presión arriba uno para uno, no te deja salir con el balón jugado y te transita muy rápido... Lo que dijo el míster y yo también comenté, no fue nuestro mejor partido, sobre todo con el balón. Que sí que es verdad que en los otros tres estuvimos muy bien con el balón, jugando a lo que nosotros queríamos. Estos partidos se van a dar durante el año. Y cuando se te dan esos partidos que no estás acertado con el balón y no tienes ese dominio, pues hay que defender como defendimos, que defendimos todo el equipo espectacular. Aunque ellos tuvieron sus ocasiones, defendimos con alma. Como siempre digo, este equipo tiene alma, y supimos jugar ese tipo de partidos. Esto es la Segunda División. Cuando uno no está bien te toca agarrarse los machos y defender como hicimos en Córdoba y sacar ese punto.
Independientemente de que la de Córdoba fuese vuestra peor tarde hasta el momento, ¿cómo estás viendo al equipo en este arranque de liga? Habéis competido los cuatro partidos. ¿Esperabais rendir tan pronto al nivel que requiere la categoría? ¿Te ha sorprendido este rendimiento que está dando el equipo?
Somos un grupo que nos conocemos del año pasado, estamos el 80%, diría, del año pasado. Los jugadores nos conocemos y conocemos el estilo que tiene cada uno y eso ayuda mucho. Aunque sea una categoría superior, tener el mismo bloque y saber las características de cada uno no es como en muchos equipos, que firman a 12, a 13 jugadores nuevos y tiene que ir haciéndose el bloque. Eso nos da mucha ventaja. Y se ha visto en estos cuatro partidos, en Ferrol, en casa contra Mirandés y Albacete y se ha visto en Córdoba. Tenemos gente joven que debuta en la categoría, gente que se está adaptando, gente que ya llevábamos tiempo y eso es lo bueno, Y tenemos un míster que nos conoce a la perfección y eso es lo que más se está viendo en estos partidos. Tenemos que seguir. Hemos hecho un arranque muy bueno, no hemos perdido, tenemos seis puntos de doce. Ahora jugamos en casa con el Huesca y nosotros tenemos que seguir haciendo lo mismo. Nos tenemos que hacer fuertes en La Rosaleda y el sábado salir a por los tres puntos.
"Contra el Huesca sabemos que jugamos en La Rosaleda, que vendrán 27.000 o 28.000 personas y tenemos que ser nosotros mismos".
A pesar de esa continuidad del proyecto, ¿se está viendo ya ese Málaga que quiere Pellicer?
Sí, yo creo que se ha visto por momentos. En los tres primeros partidos se vio un Málaga que es el que quiere el míster. Atacar, ser un equipo ofensivo, dominar el partido teniendo el balón… Al final el partido de Córdoba es un matiz, porque los rivales también juegan y eso no es lo que queremos nosotros. Pero la verdad es que sí, desde pretemporada tenemos una filosofía de tener balón, de tener la iniciativa en todos los partidos, juegues contra quien juegues. Pero lo que la gente ve es que este equipo tiene alma, tiene ilusión, tiene ganas, tiene trabajo y tiene un plan. Al final eso es súper importante. Es lo que nos transmite el míster. Aunque somos los últimos en llegar y eso se tiene que notar. Es verdad que somos el Málaga, llevamos un escudo que pesa mucho, que sabemos que tenemos que salir todos los partidos a ganar, pero lo importante es lo que se está viendo del equipo, que tiene humildad, trabajo, constancia y que tiene muchísima alma.
Y ahora viene el Huesca, que fue líder hasta la jornada cuatro aunque eso sea anecdótico todavía. ¿Qué te esperas del partido del sábado, Manu?
Ellos vienen con esas tres victorias y una derrota. Tienen un bloque con el mismo entrenador que llegó el año pasado y los salvó. Saben a los que juegan también. Tienen muchísimos jugadores del año pasado. Juegan con un 4-4-2 o un 5-4-1 a la hora de defender. Es un equipo que lleva bastante tiempo en la categoría, que sabe a lo que se juega. Nosotros tenemos que mirarnos a nosotros mismos. Sabemos que jugamos en La Rosaleda, que vendrán 27.000 o 28.000 personas y tenemos que ser nosotros mismos. Demostrar lo que hemos demostrado en los dos últimos partidos en casa. Contra el Mirandés creo que fuimos mejores, contra Albacete incluso con 10, fuimos mejores. Llevamos el peso del partido y contra Huesca tenemos que hacer lo mismo. Sabemos sus virtudes y tenemos que contrarrestarlas con nuestro fútbol, llevando la iniciativa, sabiendo que somos el Málaga y tenemos la exigencia que nos impone el míster de poder llevar el peso del partido, que eso es súper importante. Pero vamos a tener un equipo enfrente que sabe a lo que juega, que tiene las cosas muy claras.
Has hablado antes de la Rosaleda. ¿Qué sientes cuando sales a la Rosaleda y ves el ambiente que se vive? ¿Has vivido antes algo similar? ¿Te sorprende la respuesta de la afición?
Desde que llegué el año pasado, a pesar de haber bajado de categoría, ya sabíamos cómo iba a responder. Y al final, entre todos, nos ganamos ese respeto de la afición, de los socios que hubo el año pasado, de los veintitantos mil que venían cada fin de semana, que disfrutaban con su equipo. Y este año se ha visto con los abonados, con la gente que ha esperado en cola para hacerse el abono, y se ve todos los fines de semana. Por lo que me comenta la gente, esa comunión entre nosotros, los jugadores y la afición, se ha revivido de los años anteriores aquí en Málaga. Y eso es súper bonito para nosotros. Especialmente para mí también, cuando salgo al campo. Saber que tenemos ahí 27.000, 28.000 personas y no sé cuántas más viéndonos desde sus casas y animándonos. Tenemos que morder en el verde. Y este año tenemos que disfrutar con ellos. Sabemos que nos van a apoyar hasta el último minuto, pase lo que pase. Saben que somos un equipo que tenemos mucha alma y que nos vamos a dejar siempre el cien por cien en el campo. Yo creo que eso ellos lo saben y eso a nosotros nos encanta. Nos encanta escucharlos. Que cuando hay mal momento ellos nos animan y eso es súper importante para los jugadores.
¿Y ese empuje influye en los rivales? Un buen ejemplo fue el Celta B en el playoff.
Sí, por supuesto que sí. Aunque ahora en Segunda División hay muchos jugadores que han jugado en muchos estadios con mucho aforo y están acostumbrados. Pero el año pasado el Celta B era un filial y no estaban acostumbrados. Y eso nos ayudó. Pero para el rival, saber que juegan en La Rosaleda, donde todo el mundo quiere venir a jugar, a un estadio de 30.000 personas que sabe que va a haber un ambiente espectacular… Es un estadio muy bonito para jugar. Yo cada vez que venía a jugar contra el Málaga me encantaba, por el estadio, por la afición. Y eso, como futbolista rival, te gusta. Pero sabemos que cuando empuja La Rosaleda es el número 12. Y a nosotros nos da un plus más dentro del campo y te salen cosas que a lo mejor jugando fuera de visitante no. Jugar en la Rosaleda es impresionante. Te da esa energía y la afición, como siempre he dicho y siempre lo diré, es para quitarse el sombrero.
Manu, tú eres uno de los más veteranos de la plantilla. ¿Son normales tantas lesiones musculares como está sufriendo el equipo? ¿Te ha pasado alguna vez en otro vestuario?
Sí, sí que pasa. Al final te toca y no puedes hacer nada. Nosotros nos cuidamos, con la nutrición, con el gimnasio… pero eso toca y toca. Ahí no podemos hacer nada. Eso es lo peor para un futbolista. La lesión, da igual que sean dos semanas, tres, cuatro o cinco días. Un futbolista nunca se quiere lesionar. Y si eso pasa, no queda más que recuperarse. Ahí no hay ningún tipo de problema de nada, no pasa absolutamente nada. Nosotros entrenamos a tope, entrenamos al cien por cien y al final pasa en todos los equipos. Y a nosotros también nos está pasando. Tenemos que convivir con ello. Son gajes del oficio, lo que nos toca a los futbolistas.
Lesiones
"Nosotros nos cuidamos, con la nutrición, con el gimnasio… pero eso toca y toca. Ahí no podemos hacer nada".
Se te ve muy a gusto en Málaga. Y además como uno de los líderes del equipo, con mucha confianza en el campo. Como que estás en un lugar que puede ser tu sitio.
Yo siempre lo dije. El año pasado firmé con un objetivo, que era ascender a Segunda División, que era mi mayor reto profesional, y lo he conseguido. Me siento muy a gusto en el club, con la gente del club. Al final lo que mandan son los resultados, el nivel que nosotros damos, porque al final el fútbol va así, y hay que dar el nivel para poder seguir aquí. Pero yo estoy encantado, yo siempre lo he dicho, yo por mí encantado de poder seguir aquí muchos años. Pero bueno, como todo el mundo sabe, eso no depende de mí. Lo único que depende de mí es jugar al fútbol, dar el nivel y demostrar que en lo deportivo puedo seguir muchos años más. Y mi familia está aquí súper encantada, orgullosa, feliz. Yo también, me siento importante dentro del vestuario, dentro de todo lo que va a nivel futbolístico también, y yo creo que eso es súper importante. Ojalá esté aquí muchos años, por mí encantado, siempre lo he dicho y lo diré. Pero lo que importa es lo deportivo, que me vaya bien lo deportivo, entonces podré estar aquí mucho tiempo. Ojalá que vaya bien, que siga esta racha, porque cuando uno juega tiene que aprovecharlo, no soltarlo. Me pongo cada partido con el Málaga como si fuera una final para mí, porque quiero jugar todos los partidos. Aunque tengo que dar todavía mucho más. Esto acaba de empezar, pero ojalá esté aquí muchos años y pueda disfrutarlo con el Málaga muchísimo tiempo.
¿En qué momento te diste cuenta de que Málaga podía ser un sitio para alargar tu trayectoria?
Cada vez que venía a jugar aquí en Segunda contra el Málaga siempre se lo he dicho a mi familia. Me encantaba jugar en este estadio, la afición… Y encima he conocido ahora la ciudad. Es espectacular, se vive muy bien, tenemos todo a mano, la gente es súper amable. A ver, yo también soy andaluz y nos tira nuestra tierra, Andalucía. Y el club al final para mí es Primera División. Todo lo que rodea dentro del club a nivel de oficinas, de todo lo que tenemos dentro a nuestra mano, el comedor en el que comemos, desayunamos, todas las máquinas… Eso es Primera División. Para un futbolista tener todo eso es lo que me incita a dar más cada día. Y ojalá sea así.
Eres la brújula del equipo, se te ve como un futbolista inamovible del once. ¿Te sientes así? ¿O aquí no se puede bajar la guardia ni un segundo porque se sabe que además el míster es alguien que mueve el once, que da oportunidades a todos?
Sí, sí, aquí no se puede bajar la guardia. Además, el míster lo dice y no se casa con nadie, da igual el DNI que tenga cada uno. Aquí cada partido tenemos que dar el cien por cien, y como te he dicho antes, me tomo cada partido como una final para poder estar otra vez en el once. Esto va de competir, hay competencia dentro del equipo y cuando uno le toca jugar tiene que aprovecharlo al máximo. Ahora me está tocando a mí, lo estoy disfrutando, que al final dentro de esas exigencias, lo tengo que disfrutar. Es Segunda División, dentro del campo la verdad es que me estoy encontrando a gusto, es la realidad. Cuando uno tiene confianza salen las cosas. Pero esto es muy largo, llevamos cuatro jornadas, nos quedan todavía 38 jornadas por delante, pero cada fin de semana que me toca lo voy a dejar todo para poder seguir estando en el once y hacer lo que más me gusta ayudar al equipo, ayudar a mis compañeros con mi fútbol y que el equipo gane. Ese es mi objetivo.
Hablamos de algunos compañeros. ¿Qué tal con Luismi, que acaba de llegar y le ha costado entrar por las lesiones? Todo hace indicar que vais a compartir muchos minutos esta temporada.
Muy bien. Tanto Luismi como todos los nuevos que han llegado, han llegado espectacular. Futbolísticamente ya conocíamos a Luismi, lleva bastante tiempo en el fútbol profesional, sabemos lo que nos aporta y lo que nos va a ayudar. Pero esto va de rachas y de momentos. Ahora le ha tocado jugar a Luismi, hace dos semanas le tocó a Juanpe o a Luca, a mí me está tocando más… Luismi se está adaptando bien después de las lesiones. El sábado jugó el partido titular… y 90 minutos. Tiene que ir cogiendo la forma, porque es súper importante, que estemos todos bien y que elija al míster. Al que elija seguro que va a dar el 100% en el campo.
Y otro que puede jugar ahí es Izan Merino, una de las joyas de la cantera por la que el club ha hecho un esfuerzo importante por renovarle. ¿Cómo ves tú a Izan? ¿Hay Izan para rato en el Málaga?
Tanto Izan como los jugadores jóvenes tienen esta oportunidad de estar en el equipo de su tierra en el fútbol profesional tienen que disfrutarlo. Pero todo tiene su proceso como me tocó a mí cuando tenía su edad. A Izan le llegará su momento seguro, es un futbolista que ya todo el mundo lo conoce desde la cantera, sabe lo que puede dar y creo que está preparado para cuando le toque, para hacerlo como lo está haciendo Antoñito, como lo está haciendo Aarón Ochoa… Son futbolistas con los valores de la cantera. Y es bueno que se vea que la cantera del Málaga da sus frutos. Pero los jóvenes tienen su proceso, a lo mejor le toca a uno antes que a otro, pero creo que Izan está tranquilo y cuando le toque jugar sé que lo va a hacer muy bien. Está con nosotros desde el año pasado, está adaptado y eso es muy bueno para todos, hay más competencia y eso es lo que nos hace cada uno mejor en los entrenamientos y después en los partidos.
"Todo lo que rodea al club es Primera División. Desde las oficinas hasta el comedor. Eso incita al futbolista a dar el máximo".
Y de los demás jóvenes como Kevin, Dani, Larrubia…
Yo a eso no los cuento como jóvenes, los cuento como jugadores con experiencia.
¿Alguno que no pare de sorprenderte? Que digas éste la va a romper.
Cada uno tiene sus características, el año pasado fueron súper importantes los tres, tanto Dani Lorenzo como Larrubia, como Kevin. Kevin es un extremo puro y duro de encararte, de uno para uno, de velocidad. Ya sabemos lo que nos da Kevin. Larrubia se mete para dentro y tiene una conducción espectacular. Y Dani Lorenzo es un mediapunta de recibir de espaldas y girarse es muy fácil. Son jugadores ya contrastados aquí en el Málaga que no hace falta hablar de ellos. Son gente de aquí, de Málaga, que han visto al equipo, que han ido de ‘recogepelotas’ incluso, han visto los equipos de la Champions y jugar en el equipo de su ciudad teniendo sus familias en la grada, eso para ellos es una ilusión. Ser de aquí, de tu tierra y poder defender a tu club, pues imagínate. Se han adaptado perfectamente a Segunda División y nos tienen que dar mucho. El club tiene ahí un activo impresionante con los tres.
¿Y dónde se ve Manu Molina en el mes de junio con el Málaga?
Estando tranquilo de haber conseguido el objetivo para el club, que sabemos que son los 50 puntos. Y depende de cuándo consigamos los 50 puntos a ver hasta dónde nos da. Pero son los 50 puntos. Sabemos de dónde venimos, tenemos que tener los pies en el suelo, incluso sabiendo que somos un club como el Málaga, que tenemos un escudo en el pecho que tenemos que defender la muerte cada fin de semana yendo por la victoria. Pero tenemos que tener la cabeza fría. Lo primordial es tener al Málaga otra vez de vuelta que no pase lo que pasó el año anterior y que siga estando en Segunda División. Ese es el objetivo de junio.