El ‘tracamatraca’ del Kanka por el 120 aniversario del nacimiento del fútbol en Málaga se presentó el pasado 17 de mayo. Desde entonces, los de Sergio Pellicer han jugado diez partidos y no han perdido ninguno. Ni siquiera en Córdoba este sábado, donde fue capaz de resistir las embestidas locales en una tarde aciaga para los malaguistas.

Entre medias el Málaga ha conseguido un ascenso y ha sido capaz de mantenerse invicto en su regreso a Segunda División, a pesar de mantener el bloque que tuvo en Primera RFEF.

La primera víctima fue el Antequera en La Rosaleda, que ayudó al Málaga a salir de una racha mala, había entrado en barrena. El 3-0 fue balsámico para un equipo bajo de ánimos.

Después fue el Málaga a cerrar la liga a Valdebebas contra el Real Madrid Castilla. El 1-2 con Iván Ferreiro brillando le sirvió al conjunto de Martiricos para acabar tercero en la clasificación.

Luego llegó el rock and roll del playoff y ahí el Málaga primero se mostró como un equipo muy sólido y después tiró de épica y de todos los santos para mantener la imbatibilidad en Tarragona.

En Vigo respondió con mucha personalidad a las dos veces que se puso por delante el Celta Fortuna para llevarse de cara la eliminatoria a La Rosaleda. La misma personalidad que tuvo en Martiricos cuando el filial celeste se puso por delante. No cundió el pánico y Roberto se echó al Málaga a la espalda para firmar el 2-1 que daba el pase a la final.

Llegó la eliminatoria final contra el Nàstic, un tobogán de sensaciones. Pero ahí también emergió el Málaga superviviente que ha cambiado las dinámicas. 2-1 en La Rosaleda y 2-2, Cordero de Dios, en el Nou Stadi Costa Daurada.

La nueva categoría ha traído un Málaga igual de competitivo. Todavía nadie le ha doblado el puño al conjunto de Pellicer.

En Ferrol se repuso a un vendaval inicial de los locales para ponerse por delante en dos ocasiones y lamentar al final que se escaparan dos puntos.

Después han llegado dos citas en La Rosaleda y en una noche gris del equipo salvó un punto contra un Mirandés que llegó a anular al rival. También se las buscó para resurgir y rescatar un punto.

La épica llego la noche del Albacete firmando una victoria con uno menos que le valió el primer triunfo del curso. Otra vez Cordero de Dios.

En Córdoba el sábado firmó el décimo partido consecutivo sin perder. No tiró a puerta. Sufrió las llegadas por tierra, mar y aire, pero sobrevivió. Son diez partidos sin perder bajo los silbidos del ‘tracamatraca’.

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