Pasearse por Europa es un premio, pero también una responsabilidad. Esa lección la aprendió con fuego Unicaja de Málaga durante muchos años en el universo Euroliga y esta noche, en tierras galas, también ha recibido una lección para lo que resta de campeonato en esta Basketball Champions League. En una pésima puesta en escena cajista, los de Katsikaris sucumbieron ante el Dijon francés y tienen que aplazar su clasificación para los octavos de final (78-68).
Fue un mal partido del club de Los Guindos. Y los galos, pues subieron prestaciones con respecto al partido en el Carpena, donde fueron un juguete roto en manos verdes. Pero Unicaja ni estaba ni se le esperaba. Prácticamente no compareció en el pabellón galo. Impreciso, sin intensidad, sin concentración y con pocas ganas de llevarse el triunfo, los cajistas sucumbieron ante el poderío de Holston (19 puntos) o el físico de Ware (20), Loum (14) o Aligue (14).
Sólo Brizuela, con 17 puntos, y Eric en momentos determinados -casi siempre superado por los pívots rivales- dieron levemente la cara. Ahora, aún restan dos partidos más del grupo para intentar sellar la primera posición que evita un playoffs de acceso a los octavos, que lo juegan los segundos y terceros. El Unicaja ha embarrado su estreno en esta BCL, pero su camino sigue siendo firme… por el momento.
Mala predisposición
En cualquier caso, y volviendo al partido en tierras galas, Unicaja firmó su sentencia en una primera mitad horrorosa. Sin intensidad, sin acierto y sin predisposición a ganar, el conjunto cajista fue un equipo vulgar. Quizás se pensaban que iban a ganar sólo con el mero hecho de ser el líder del grupo. Pero la realidad fue bien distinta.
De salida, Unicaja ya comenzó a sufrir el poderío de Gavin Ware en la pintura con 8 puntos seguidos y del menudo David Holston. Ambos acabarían la primera mitad con 20 y 16 puntos respectivamente. Un desastre en todos los sentidos los verdes, que sólo fueron competitivos al inicio del segundo cuarto, tras dos triples de salida de Brizuela y Francis Alonso para poner el 21-21.
Ni Nzosa ni Eric pudieron frenar a los pívots galos. El pick and roll estaba haciendo estragos en la zona cajista. Y los minutos pasaban sin encontrar el camino a la reacción. Sólo Brizuela parecía estar ‘in’ en el choque, con sus 11 puntos al descanso, que se llegó con una renta de 15 puntos abajo para los de verde (47-32).
Parecía que Unicaja salía con otra mentalidad tras el descanso. Y se comprobó, por ejemplo, en Cole y una doble técnica para él y Holston. De hecho, le perdonaron la exclusión al base del equipo francés. Y con intensidad y con acierto exterior, se puso a 6 Unicaja (50-44). Había minimizado errores el equipo verde. En menos de cinco minutos había notado 14 puntos. Pero apareció la figura de Alingue en el cuadro francés para evitar que la distancia se redujera. Al final del tercer cuarto, 60-49. Fue sólo un espejismo.
La salida en el último cuarto tampoco fue la esperara para una reacción. La sangría en la pintura seguía haciendo estragos con Loum y se marchaba hasta los 17 puntos con el 72-55. Los de Katsikaris, faltos de ideas, sólo abusaban una y otra vez del tiro exterior, desconocido esta noche en tierras galas. El naufragio se llevó a cabo finalmente y Unicaja volvió de tierras francesas sin hacer los deberes (78-68).