Hoy era el día para avasallar al rival y se hizo en algunos instantes, pero el remo no siempre llega a la orilla en perfectas condiciones y a los malagueños les sobró un minuto para salir vivos de esta primera final. Pero lo cierto es que el Unicaja ha perdido contra el Joventut (72-76) y el camino hacia la Copa del Rey no está empinado, está para subirlo a ciegas y sin ayuda. No es imposible, pero todo dependerá de los resultados del resto de las jornadas y de los equipos que son rivales.
Hubo que sudar y sufrir mucho, pero es el peaje a pagar si el equipo quiere estar en Copa y la desastrosa primera parte (30-47) no tuvo recompensa con el intento de remontada final. El Joventut no suma nueve victorias por casualidad ni el Unicaja tampoco lleva un balance de seis a ocho por la suerte. Los catalanes supieron responder cuando tuvieron que hacerlo y los malagueños tuvieron una oportunidad de oro de conseguir la victoria. La moneda volvió a girar y la cruz volvió a salir, como ya ha pasado en tantas otras ocasiones. Si las primeras partes fueran mejores a la mejor sería otra la situación.
Jaime Fernández, Alberto Díaz y Carlos Suárez volvieron a ser el espíritu del equipo, como viene siendo ya habitual. El equipo sufrió sin ellos y nadó con rumbo fijo cuando los tres jugadores estuvieron sobre la cancha. Los pívots estuvieron firmes en el rebote, supieron frenar el juego interior del equipo rival y, al igual que pasó en Madrid, los cajistas sufrieron cuando Cole, Brizuela y Bouteille coincidieron porque sí tienen muchos puntos, pero las carencias defensivas son una realidad.
El Unicaja supo desde el inicio lo que se jugaba en estos 40 minutos ante el Joventut, o al menos al principio, y entró al partido conectado. Jaime Fernández y Micheal Eric comenzaron siendo los protagonistas, los nueve puntos iniciales fueron suyos. Pero el equipo catalán no lo iba a poner fácil en ningún momento. Un parcial de 2-14 obligó a que Fotis Katsikaris tuviera que detener el encuentro en el minuto 7. Varios ataques con poca conexión y el acierto en el triple rival fueron suficientes para que el marcador, quizás más exagerado de lo que los cajistas demostraron, llegara a 12-22.
Cuatro puntos consecutivos de Darío Brizuela hicieron ver la luz en el inicio del segundo período. Los malagueños siguieron forzando al Joventut a anotar en los últimos segundos e incluso perdieron algunas posesiones por ello, pero los centímetros de más se iban a notar. Los nueve puntos del escolta cajista sostuvieron al equipo en ataque, aunque las pérdidas iban a ser otra vez el verdadero lastre (6 segundo cuarto). Si no se tira es imposible volver a acercarse en el marcador (24-32 minuto 15). El conjunto de Carles Durán no paró de hacerse fuerte y la máxima ventaja llegó en los instantes finales (30-47). Mucho trabajo había que hacer en ese vestuario para revertir la situación.
Reacción
Y si se hizo poco efecto tuvo, al menos inmediato. El Unicaja no consiguió remar, no consiguió saber qué era lo que se estaba jugando. Las pérdidas siguieron penalizando, la falta de acierto en el tiro exterior, el poco juego colectivo del equipo… un continuo suplicio que parecía no tener fin (37-55 en el minuto 23). El arbitraje tampoco sumó con esas decisiones muy discutidas por el público. Pero tuvieron que aparecer los tres de siempre: Jaime, Alberto y Carlos. Los que ganan los partidos desde la defensa. Entraron con un 41-58 y Carles Durán tuvo que parar el partido con 48-60. El partido, que llegó al fin del tercer cuarto 50-60, ya tenía otra cara.
Y la tuvo, la tuvo mucho porque cinco puntos consecutivos del Unicaja acercaron al equipo. Alberto y Jaime se marcharon al banquillo, y el equipo con mucho carácter siguió robando balones, subió las líneas en defensa y el partido llegó a los tres minutos finales con el marcador de 68-70, previo tiempo muerto de Durán para frenar la ofensiva cajista. Y fue a dos minutos del final cuando el Unicaja volvió a liderar el partido.
El encuentro entró en el minuto final empatado a 72. Para estar en la Copa había que sufrir. Y se sufrió, pero los resultados no fueron los esperados. El Joventut había anotado una canasta y se pusieron dos por delante. Y ese mismo equipo que había luchado tanto, llegó a la orilla para caer de pie porque Norris Cole erró el tiro decisivo y el Joventut cogió el rebote, el equipo no hizo falta quedando seis segundos y la derrota cayó sobre el Carpena. El Unicaja tenía que ganar los cuatro partidos que le quedaban y ya ha perdido el primero. Todo dependerá de carambolas imposibles. Ni siendo el día de la Esperanza...
FICHA TÉCNICA
UNICAJA CB: Norris Cole (11), Jaime Fernández (9), Jonathan Barreiro (2), Tim Abromaitis (2), Micheal Eric (11)- quinteto titular - Alberto Díaz (5), Darío Brizuela (17), Francis Alonso (0), Axel Bouteille (9), Carlos Suárez (3), Yannick Nzosa (0), Rubén Guerrero (3).
JOVENTUT: Guillem Vives (13), Pau Ribas (21), Pep Busquets (2), Derek Willis (12), Ante Tomic (7) - quinteto titular - Andrés Feliz (3), Albert Ventura (0), Brandon Paul (7), Joel Parra (6), Brodziansky (2), Birgander (3), Zagars (-).
ÁRBITROS: Óscar Perea, Rafael Serrano y Joaquín García.
INCIDENCIAS: Partido de la decimocuarta jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 4.830 espectadores.