Ni 24 horas tardaron el consejo de administración y la dirección deportiva en moverse y realizar las gestiones, aunque sí que han sido algunas más para cerrarlas y hacerlo oficial: Ibon Navarro es el nuevo entrenador del Unicaja. Su nombre era uno de los grandes candidatos cuando Fotis Katsikaris aún era el técnico, discutido durante las últimas semanas e incluso meses, y desde que se cesó el cargo del heleno, ocupó los titulares de la prensa deportiva malagueña. 

El vitoriano estaba en el mercado sin equipo tras ser destitutuido del MoraBanc Andorra hace unas semanas. Fue el primer candidato para la dirección cajista y desde este mismo miércoles el Unicaja ya tiene nuevo técnico para que pueda sentarse en el banquillo frente al Real Madrid, el rival del próximo domingo. Por lo que recoge a un equipo en una grave crisis que surcó las aguas en Prometey bajo la dirección de Ángel Sánchez-Cañete.

Lo cierto es que el vitoriano llega a la Costa del Sol un poco más tarde de lo esperado. El principal escollo por el que las operaciones se han prolongado en el tiempo ha sido la duración del contrato, principalmente. En un inicio, el Unicaja quería firmar a un técnico durante seis meses, pero finalmente el exdirigente de Andorra estará en la Costa del Sol lo que resta de temporada con opción de ampliar por algunas campaña más "con el deseo de iniciar un nuevo proyecto".

Ibon Navarro es un entrenador que congeniará bien con los jugadores y la afición. Es un técnico que tiene un trato cercano con los deportistas: "Me gusta hablar con los jugadores, saber lo que piensan. Hay cosas no negociables que quedan claras desde un inicio, y otras que se pueden hablar". Y no entrena desde la exigencia, sino desde la oratoria y la enseñanza. "Le puedo demostrar que mete muchos puntos, por ejemplo, pero que al mismo tiempo el equipo pierde y juega peor. Con ese argumento contrastado le puedo pedir que cambie su juego", comentó el técnico sobre los datos y los egos en una entrevista con el banco MoraBanc.

Trayectoria

Ibon Navarro empezó su carrera como técnico en las categorías inferiores del Baskonia y fue ayudante de entrenadores ilustres como Neven Spahija, Dusko Ivanovic, Velimir Perasovic, Paco Olmos o el excajista Sergio Scariolo, de quien considera que es una de sus grandes referencias. Con ellos en el equipo vitoriano ganó dos Ligas, dos Supercopas de España y una Copa del Rey, además de varios subcampeonatos.

No obstante, no fue entrenador principal hasta el tramo final de la campaña 14/15, también con el Baskonia para sustituir a Marco Crespi. Esa temporada de debut acabó con el club en la sexta posición de la Liga Endesa y entró al Top 16 de la Euroliga, pero no continuó en la que hasta ese momento había sido su casa. Su camino siguió en Manresa. Allí alcanzó la permanencia en la última jornada para seguir en la élite nacional, pero no fue posible en su segunda temporada.

Su siguiente experiencia le llevó por Murcia en la temporada 17/18, donde precisamente sustituyó a Fotis Katsikaris. Con el ahora equipo de Sito Alonso, clasificó décimo en la Liga. Es más, tiene experiencia en la Basketball Champions League, ya que aquel año terminó en el tercer puesto del torneo continental, uno de los grandes objetivos del Unicaja que ahora buscará con Ibon Navarro. A pesar de los éxitos deportivos, su contrato duraba un año y no renovó.

Y fue entonces cuando recaló en el MoraBanc Andorra para estar durante tres años y medio, y seguir el rastro que había dejado Joan Peñarroya. Allí desarrolló buenas temporadas en Liga Endesa y Eurocup, con grandes actuaciones en Copa del Rey. A pesar de ello, el balance de cinco victorias y doce derrotas sentenció el futuro del técnico vitoriano.

Ahora llega a Málaga, su quinto banquillo de ACB, con el objetivo de revertir esta situación. Su suerte será la de todos.

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